Capitulo 24

471 48 35
                                    

Sentí el cuerpo pesado y desorientado. Poco a poco mis ojos se abrían acostumbrándose a la claridad de la habitación. Sentía un dolor punzante en la parte de atrás de la cabeza y no entendía lo que había pasado. «Qué coño había pasado?» Lo último que recordaba era haber discutido con Costia para luego darle la espalda y caminar hacia la puerta de la habitación. Luego de eso todo se volvió confuso para mí. Comenzaba a pensar que me había desmayado a causa de un fuerte golpe en la cabeza propiciado por... Costia. Abrí mis ojos sorpresivamente al ser consciente de ese hecho. Costia me había golpeado la cabeza haciéndome desmayar.

En cuanto estuve completamente consciente de lo que había pasado caí en cuenta de algo de lo que no me había percatado. Mi cuerpo estaba tremendamente recio, casi sin ser capaz de moverme, y eso se debía a que me encontraba atada a una silla. Mis manos estaban atadas a la espalda de la silla con lo que parecía ser una soga. En ese instante los nervios se apoderaron de mí al no entender lo que estaba pasando a mi alrededor. Seguía en mi piso, estaba justo en el salón y tras un rápido vistazo a todo el lugar mis ojos encontraron a Costia, sentada en una silla a unos cuantos metros de mi, observándome. No sabía exactamente cuánto tiempo había pasado desde que perdí el conocimiento, seguramente toda la noche pues era de día. Tampoco sabía cuánto tiempo Costia llevaba así en aquella posición, ni lo que pretendía con todo aquello, pero de que me había puesto de los nervios, pues si, lo había hecho, de hecho estaba bastante acojonada porque ella era capaz de cualquier cosa, estaba segura de eso. Traté de sonar tranquila y que no diera a entender que estaba presa del pánico.

- Costia qué es esto? Por qué estoy atada?

Vi cómo se levantó de la silla comenzando a acercarse a mí. Sus pasos eran tranquilos y su andar controlado, parecía que estaba en su área de confort. Tomó otra silla cercana a mi y la colocó justo en frente sentándose en ella, nuestras rodillas casi chocaban entre ellas.

- De verdad que no quería llegar a esta situación Lexa, pero no me has dejado otra opción. -un escalofrío recorrió mi espalda al escuchar decir esas palabras, ya que recordaba perfectamente lo que pasó cuando me las dijo por primera vez.
- Qu... qué quieres decir?
- He comprendido que no lograré nada con hacer las cosas como hasta ahora, así que he tenido que tomar otras acciones más... radicales. -en ese instante me percaté de que tenía mi móvil en su mano y no sabía exactamente por qué, pero sentí que no era nada bueno.
- Qué has hecho Costia? -le pregunté sintiendo cómo mi corazón se quería salir del pecho.
- Lo que tenía que haber hecho desde el principio, eliminar el problema de raíz.

No sabía a lo que se refería, hasta que me puso el móvil a la cara mostrándome el chat de Clarke abierto en donde el último mensaje enviado ponía lo siguiente
«Necesitamos hablar. Ven a mi piso en cuanto puedas por favor. Es urgente.»

Mi rostro se desfiguró por completo a causa del terror que me provocó esa noticia, de repente tuve clara sus intenciones y la rabia me inundó.

- Costia déjala en paz. Ella no tiene nada que ver en esto. Cualquier problema que tengas es conmigo, no con ella. Ella no ha hecho nada.
- Te equivocas Lexa. -Me dice, era realmente acojonante la calma con la que actuaba, tan fría y calculadora - Ella es la causa por la que no regresaste a mi, por la que no me quieres ni puedes tocarme. Acaso crees que no me daba cuenta de la cara de asco que ponías cuando te besaba? De tus constantes excusas para no tocarme? De que siempre pasabas de mí? Traté de darte tiempo porque pensaba que sólo sería una fase, que pronto entrarías en razón y me amarías como antes. ANTES DE QUE LLEGARA ESA ESTÚPIDA MUJER!!! - dice explotando en un grito lleno de odio e ira.
- Costia yo... -Me interrumpe
- Me has hecho daño Lexa. Me siento muy mal y odio sentirme así, porque cuando me siento así no tengo control sobre mí misma. -dice mientras se acerca a mi rostro. En ese instante comprendí que Costia estaba fuera de sí, debía intentar razonar con ella.
- Lo siento Costia, lo siento de verdad. Créeme que nunca fue mi intención herirte, pero tienes que entender que nuestro tiempo ya pasó. Tienes que dejarlo ir.
- Anoche finalmente comprendí que el problema no desaparecerá hasta que ella no lo haga. «No joder»
- Qué? -pregunté con un nudo en la garganta, deseando haber escuchado mal.
- Ella es la causa de todo lo que está mal en mi vida, así que tendré que hacerme cargo de ella. «No, no, no»
- Costia escúchame vale? Ella se irá, me entiendes? Se vuelve a Los Ángeles, ya no será un problema para ti. Te prometo que todo estará bien entre nosotras, sólo no le hagas nada.
- Hasta que no se haya ido no serás completamente mía.
- Lo seré vale? Lo seré, sólo déjala fuera de esto.
- Tú eres la culpable de esto, no tenía que ser así.
- No Costia no pued... -Me fue imposible continuar hablando ya que tomó un pedazo de cinta adhesiva y me la puso en la boca.

In our hearts (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora