Capitulo 15

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Llevaba más de veinte minutos escuchando a Clarke descojonarse de la risa a mi lado, es que aún no me cabía en la cabeza lo que había pasado. Era acojonante aquello y cada vez que lo recordaba lo flipaba más. Encima la idiota de Raven se unía a ella para partirse a mi costa. Serán cabronas las hijas de putas.

Lo peor es que si lo pensaba un poco, lo que había ocurrido era algo gracioso, y si no fuera porque no me salía de los huevos imaginarios darles el gustazo de saber que aquello me divertía, también estaría riendo. Pero no, no estaba riendo, de hecho tenía un careto de mala leche que te cagas.

Y definitivamente aquello no me resultaba gracioso. Había pasado la mayor vergüenza de mi vida. Aún podía sentir mis mejillas arder al recordar la situación tan penosa que viví. Joder, es que casi ni podía ver a Raven a la cara, y sí, le tenía mucha confianza y todo, pero este era el típico caso en el que se podía utilizar la frase «la confianza da asco».

Mi amiga era una jodida cabrona, y mi novia ni os cuento. A veces pensaba que ellas dos harían una mejor pareja por cómo se compenetraban para putearme. Y es que no perdían oportunidad de restregarme en la cara lo que había pasado en el «suceso innombrable».

El «suceso innombrable» fue como decidimos llamar a lo que había sucedido esa fatídica mañana. Algo que me perseguiría hasta el final de mis días, y que costaría mucho sacar de mi mente. No podía creer que era la única avergonzada con aquello, veía a Clarke reír y yo flipaba. Sólo podía soltarle los «Es que acaso no te importa lo que pasó?», o los «No te da vergüenza?» Y ella sólo se encogía de hombros. Flipante que te cagas, si que si.

Flasback

Ese día no tenía cirugías programadas, por lo que en ese momento me encontraba en la oficina que compartía con Raven, estudiando un caso de un paciente al que debería operar en próximos días. En esos días mi carga de trabajo no había sido tan grande, sólo tuve que cubrir a Raven con algunas consultas y preparar los informes de sus casos. Por qué? Pues porque quiero mucho a mi amiga y le ayudaría en lo que pudiese. Eso y que me recordó muy sutilmente que estaba en sus manos, «Me lo debes por tener que aguantar tus dramas de bollera desesperada» Quién dice que la amistad no es bella y desinteresada?

En fin, no tenía mucho trabajo y mi mente para colmo no era capaz de concentrarse del todo. La verdad desde hace algunos días tenía una idea rondando mi cabeza, algo que se me había ocurrido pero que aún no estaba segura de si era el momento adecuado.
Quería presentarle a Clarke mis padres. Ya sé, se me venía una situación un tanto complicada y engorrosa, pero quería dar ese paso con ella, y quería hacerlo ya.

Sabía que no sería fácil, sabía lo que me estaba jugando y lo que se me vendría encima, una bronca descomunal con ellos. Sabía que no les haría mucha gracia, principalmente a mi padre, y era precisamente eso lo que me hacía cuestionarme si era una buena idea. No quería hacer pasar a Clarke por eso, ni que estuviera en una situación incómoda, aún sabiendo el tipo de relación que tenía con mis padres.

Había llamado a mi madre días antes para informarle de lo que haría. A mi « En unos días os presentaré a mí novia», ella sólo dijo «Alexandra, no creo que sea una buena idea, sabes que tu padre no...» « No me importa lo que piense mi padre, quiero que la conozcáis y ya está».

Me sentía un poco mal porque sabía que aquello dejaría a mi madre mal parada, pero estaba cansada de que siempre se rebajara ante los caprichos de Gustus. Me hacía ilusión que conociese a la mujer tan maravillosa que tenía a mi lado, la que me hacía feliz, y quizás así acabaran de aceptar quien soy.

Todos esos pensamientos rondaban en mi mente, haciéndome imposible centrarme en mi trabajo, cuando sentí unos ligeros toques en la puerta. De inmediato una enorme sonrisa se dibujó en mi cara y mi corazón se aceleró al reconocimiento de esa forma tan particular de llamar a la puerta. Sólo había una persona que era capaz de provocarme esa sensación. Y mis sospechas fueron confirmadas cuando una cabellera rubia y unos ojos azul mar se asomaron a la puerta.

In our hearts (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora