ALPHA [Finalizado]

Capitulo 2

2/3

Gun no sabía qué esperar de su reunión con Off Jumpol. Quería dar un paso, y probablemente lo tendría si no fuera por la presencia de los dos chicos. Desde su lugar en la mesa, Kenji lo miró, mientras Thorn jugaba con su cereal empapado y analizaba su tazón como si fuera la cosa más interesante del mundo.

Gun quería decir que todo saldría bien, pero no lo sabía de hecho. La conversación del día anterior, había hecho que los niños estuvieran más ansiosos, su única ancla en el mundo, su esquivo hermano mayor, no estaba disponible ahora.

Pero Gun había asumido una responsabilidad cuando había accedido a cuidar a los muchachos durante unos días, y no podía dejar que se revolvieran en su angustia. Caminó hasta Kenji y le palmeó el hombro. —El cuñado de New estará aquí en cualquier momento—, dijo. —Nos contará más sobre el estado de New y cuando pueden verlo.

Kenji frunció el ceño fieramente. —Quería hablar con él, mamá dijo que sí.

—Y lo harás, Kenji, te lo prometo—, dijo Gun. —Sólo sé un poco paciente. Las cosas no siempre son tan fáciles como nos gustaría. Creo que el Sr. Jumpol fue honesto con respecto a la lesión de tu hermano, lo que significa que podrán verlo muy pronto.

Thorn finalmente levantó la vista de su cereal, con sus grandes ojos llenos de lágrimas. Para sorpresa de Gun, el chico se lanzó hacia él y lo abrazó, en la medida en que podía, al menos, teniendo en cuenta la diferencia de altura... No dijo nada, pero no tuvo que hacerlo... Gun se arrodilló a su lado y le devolvió el abrazo. —Shh... No tengas miedo, estoy aquí para ti.

Kenji pronto se unió al abrazo, aunque seguía frunciendo el ceño, como si estuviera resentido de sí mismo por sucumbir a él. Era tan fácil para Gun verse a sí mismo en los dos chicos, había estado dando saltos perpetuos de casa de acogida a casa de acogida y durante su larga estancia en el orfanato. Más de una vez, había llorado como Thorn ahora, y había puesto una máscara de hostilidad cuando se había vuelto obvio que las lágrimas sólo le hacían vulnerable. Pero eso era el pasado y Gun quería enseñar a estos niños a sonreír de nuevo.

Todavía estaban abrazados cuando Gun oyó que un coche se acercaba. Le dio un beso a la frente de Thorn y le despeinó el pelo a Kenji. —Bueno, probablemente sea él—, dijo mientras se levantaba. —Termina tu desayuno mientras salgo a saludarlo.

Los dos muchachos cumplieron, volviendo a sus asientos en la mesa. Gun les dio una mirada y mentalmente se tranquilizó a sí mismo que se mantendrían fuera de problemas, incluso si no estaba presente. Era verdaderamente renuente a dejarlos solos, sobre todo porque se había unido cada vez más a ellos, pero no podía evitarlo.

Sonó el timbre de la puerta, anunciando la llegada de su visitante. Gun giró sobre sus talones y corrió hacia el pasillo. Abrió la puerta, sólo para congelarse cuando se encontró frente al hombre más caliente que había visto en toda su vida.

El elegante traje de negocios de su huésped no hizo nada para disimular su ligera musculatura, y Gun tuvo la necesidad de quitarse las capas de ropa y encontrar la piel lechosa debajo. Quería enterrar sus dedos en el pelo negro y recortado del hombre y presionar su boca contra aquellos labios llenos que parecían estar hechos para besarse. Quiso caer de rodillas y apartar los pantalones del hombre para ver que tan claro estaba.

Pero, por supuesto, no hizo ninguna de estas cosas. En cambio, se refugió detrás de su muro de profesionalidad y ofreció su mano a su huésped.

—Señor Jumpol, soy Gun Atthaphan, bienvenido.

Los grandes ojos ámbar estudiaron a Gun de la cabeza a los pies, y sintió la mirada como una caricia física.

—Off Jumpol—, respondió el hombre mientras le daba a Gun su mano.