Nuestra dolorosa historia

Ausencia

Me da miedo cuando sales
sonriendo pa la calle
porque todos pueden ver
los hoyuelitos que te salen

Ya habían pasado unos años sin que sintiera la ausencia de una persona. Es diferente a una pérdida común, ésta se encuentra acompañada de frustración. Te acostumbras tanto al otro, que cada acción cotidiana te recuerda el gran vacío que sientes.

A veces pienso que sería tan fácil lograr lo que quiero, solo tendría que ir a buscarla y ser sincero. Dos simples acciones que normalmente no representarían un gran esfuerzo, pero a la hora de querer realizarlas, parece imposible.

La frustración de no poder cambiar la situación, si tan solo todo estuviera en mí y mi determinación ya estaría solucionado. Pero ese es el problema de relacionarse con alguien, tus emociones dependen de sus decisiones. Llegas a un punto donde se ve imposible que las cosas de arreglen, no importa cuando lo desees.

Sé que no estoy feliz con mi vida porque sueño con  tener otra. En ella yo hubiera sido el que forjara ese lazo tan especial con Sakura, yo la haría reír, ella se recostaría sobre mi hombro cansada. Es verdad... yo ya era esa persona. Pero por lo que vi en el bosque había sido totalmente sustituido por Naruto. Durante la cueva la hice llorar, gemir, y una que otra sonrisa, pero todo estaba acompañado de dolor. Eso era lo único que le podría traer a su vida.

Me recosté sobre la cama esperando que en cualquier momento alguien cruzara la puerta diciéndome que Orochimaru quería hablar conmigo. Provoqué todo un caos solo para lograr verla, en mi estúpida lógica si me despedía de esa forma ya podría desasearme de mis sentimientos. Bueno, la verdad es que siempre supe que no era posible. Pero quería volver a probar que se sentía ser feliz, tener paz, estar con ella.

Cuando trató de recordarnos de niños parece tan lejano que siento que es la vida de otra persona. Hmp... ella por lo visto maduro mucho, la Sakura de antes ni siquiera hubiera sido capaz de alzarme la voz.

-Sasuke-sama, lord Orochi...-

-Sí, sí, ya voy-

-De acuerdo-

Crucé el laberinto hasta la sala principal, en el peor de los casos me tendría que enfrentar a él. Algo que no pasará hasta que mi cuerpo esté listo para recibirlo. Admito que suelo aprovecharme de eso para hacer lo que yo quiera.

-Sasuke, me informaron que ordenaste a algunos de mis súbditos atacar a dos miembros del equipo 7 que andaban por aquí- estaba sentado con esa sonrisa que me repugna.

-Sí, creí que sería una molestia si descubrían nuestra ubicación, y yo no tenía intención de pelear-

-Ahórrate las excusas muchacho, ya sé que te llevaste a la joven pelirosa. Y bien ¿en dónde está?-

-La dejé libre-

-Jajajaja entonces yo tenía razón, aún no eres los suficientemente fuerte para deshacerte de tus sentimientos-

-Tsk, no es eso. Ya te dije que por ella no siento nada, así que no hay necesidad de matarla, solo sería una pérdida de tiempo-

-Ahh... con que es eso, entonces ¿para qué la querías?-

Orochimaru parecía muy divertido con toda la situación, y aunque odiaba el tono de superioridad con el que me hablaba, era mejor eso a que se enojara.