Nuestra dolorosa historia

Instintos

Y se va a quemar si
sigue ahí
Las llamas van al cielo
a morir

Acto seguido sentí la mano de Sasuke aproximarse a su Katana. Mierda, por un momento fui tan estúpida como para creer que tenía otro tipo de intensiones. Actúe rápido y me alejé de él poniéndome en posición de ataque. Quería decirle algo pero no me salían las palabras, habían sido tantos años y luego del último encuentro ya no me quedaba energía para pensar con cordura.

-Vaya sorpresa que no hables Sakura- dicho esto sacó su katana por completo.

De un momento al otro ya lo tenía detrás de mí sosteniendo mi cuello para evitar que me moviera. Logré librarme de su agarre y volteé para contra atacar dándole un golpe el cual lo esquivó sin problemas.

-Veo que te has hecho más fuerte- su sharingan se activó y después solo sentí cómo iba perdiendo la conciencia por completo.

Mi cabeza palpitaba como si no hubiera dormido en días, mis párpados se sentían pesados y aunque claramente estaba acostada todo mi cuerpo se sentía pesado evitando cualquier movimiento. Con un gran esfuerzo abrí los ojos recordando los últimos segundos antes de desmayarme. Me senté de golpe y mire alrededor, me encontraba en una cueva, aunque no podía ver más allá porque todo estaba demasiado obscuro... ya era de noche.

-Por fin despiertas, creí que dormirías por siempre- retrocedí aún sentada al reconocer la voz. Efectivamente ahí estaba él, sentado y apoyado en un extremo.

-¿En dónde estamos? ¿Qué planeas hacer conmigo?- no sé ni cómo pude decir algo tan concreto, la imagen era tan difusa que fácilmente se podía confundir con un sueño.

-Claramente no te diré en dónde estamos, y bueno te traje por un motivo... necesito que me ayudes en algo-

Entre el sueño, la noche y Sasuke pidiéndome ayuda tuve que tomar unos segundos para asimilar la situación. ¿Acaso este era un genjutsu raro de Kakashi? O quizá un entrenamiento de Tsunade.

-¿Sakura me estás escuchando?-

-Ah... sí- ¿En verdad era él? ¿enserio me encontraba en esta situación?

-Mierda Sakura te estoy hablando-

-¿En verdad eres tu?- Me acerqué lentamente, tal vez si lo tocaba podría descubrir la verdad de todo esto.

-Tuve que esperar 2 horas a que despertaras y llevo 5 min tratando de explicarte la situación y tu solamente...- en cuanto toqué su mejilla él se calló, y pude volver a revivir ese electrizante choque que solo surgía cuando tocaba a Sasuke.

-En verdad, en verdad eres tú Sasuke-kun- él solo suspiro, parecía resignado.

-Sí-

Me senté a su lado, la cabeza me daba vueltas, soñé tanto con este momento y ahora lo único que podía hacer era pensar lo asombrada que estaba. Un silencio de minutos nos invadió, preparé tantas veces lo que le diría en ese momento pero ahora lo único que quería hacer es disfrutar su cercanía..

-Supongo que te estás preguntando por qué te traje. En primera quiero aclararte que no pienso volver a la aldea, ni por ti, ni por nadie. Tampoco te haré daño, o bueno eso dependerá de ti. Y por último... necesito comprobar algo con o sin tu permiso-

Mis ojos se inundaron de lagrimas, tenia una pequeña esperanza de que toda esta situación significara su regreso a la aldea. Tal vez lo que quería era capturarme y usarme como una especie de rehén, pero no... eso era imposible ya que no me había hecho daño, ni siquiera se atrevió a despertarme.