sonidos revueltos palabras atoradas

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Un día, cerca del medio día, JiMin estaba recolectando agua junto a YoonGi quien ese día al parecer se negaba a separarse de él.

Y todo estaba bien. Decidió que necesitaba asearce, las ropas estaban bastante llenas de tierra y todo el se sentía algo pegajoso.

Viendo al río y mirando de reojo a YoonGi que curoseaba cerca por unos árboles, comenzó a retirar sus ropas algo cohibido.

El agua estaba helada pero se metió y en cunclillas mojó su cabello, se humedecio todo, tallando con el agua sus axilas, rostro, cuello y genitales.
Tembló un poco. Tomó sus ropas y se las volvió a poner, más tarde con un nuevo cambio de ropas vendría y lavaría las sucias.

JiMin pensó que tal vez el chico estaría igual de sucio. De hecho los cabellos de YoonGi no tenian la misma contextura que antes, estaban algo apelmasados y lucia brilloso.

Le llamó y YoonGi fue hasta él. JiMin suspiró, no estaba tan seguro.

Pensó y pensó, recordó que tenía una barra de jabón escondida por su nave, tal vez dos o más de esas barras. Agarró la mano de YoonGi y a paso rápido se dirigieron de vuelta a la nave estrellada.

Una vez ahí JiMin buscó y para su suerte encontró fácil aquello que buscaba, agarro el otro conjunto de ropa que tenía junto a otro par para YoonGi. Sólo poseía tres conjuntos. El que usaba, el que se cambiaría y el que le daría a YoonGi.

De nueva cuenta se dirigieron hasta el río y ahí JiMin quitó su camisa y pantalones quedando en calzoncillos.

Con cuidado quitó la camisa de YoonGi, quien no tuvo mayor problema y se dejó hacer; igual que JiMin quedó solo en calzoncillos.
Ambos se metieron al río que fluía lento.

YoonGi se sentó y el agua lo cubrió hasta el estomago. Mientras el rubío agarró la barra de jabón y la remojó, prosiguió a hechar agua sobre la cabeza del pelinegro que se estremeció y su piel se puso de gallina solo por ello.

Lavó a YoonGi y luego lavo su propió cabello.

Ya cuando se encontraba cambiado y ayudando al chico en silencio.

-Jim-n- JiMin paró de ayudar a YoonGi a poner sus shorts, perplejo.

Los labios de YoonGi volvieron a separarse con la atenta mirada de JiMin sobre el chico.

-Ji-hm..., Jim-i.- el pelinegro parecía luchar por decir las silabas.

-¿JiMin?- preguntó el rubio- ¿mi nombre?, eso, ¿yo?

La sonrisa que tenía JiMin era enorme, YoonGi aún luchaba por decir su nombre con su ceño fruncido y un ligero puchero mientras el contrario estaba eufórico.

Terminó de poner los shorts del pecoso y lo zangoloteo feliz. Le abrazó y brinco al rededor del pecoso.

Al ver la emoción del rubio YoonGi empezó a sonreir iguar de grande que JiMin, con suz encias rosadas mostrandose y esos dientecitos como perlas.

-¡IM! ¡IM!- exclamó YoonGi dando brincos aun sentado.

-¡SI!¡SI!, ¡Yo soy JiMin! - se señalo aún feliz.

Los siguentes sonidos que salieron de los labios del pelinegro fueron intento de palabras, todas. Todos esos sonidos revueltos y sin sentido que trataban de tener uno eran tan alegres.

sweet dreams petite  étoile | js¬ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora