los recuerdos de la pequeña estrella

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- ¿Siempre has estado sólo?- la fogata frente a ellos iluminaba su alrededor con su calor naranja.

La pregunta del hombre mayor que había estado cuidandolo durante meses largos, lo tuvo pensando en quienes lo cuidaban con un cariño excepcional.

-No.- respondió con su labio inferior abultado. Entre sus manos, una taza metálica llena de sopa.

-¿Dónde estan quienes te cuidan?- la interrogante lo hizo alzar los hombros. El castaño hombre observo al pequeño niño comer la sopa totalmente despreocupado - ¿Sabes si volverán?- el niño no respondió, más concentrado en llenar sus mejillas de comida.

-Ya me estan cuidando, desde arriba.- su mirada se dirigió al estrellado cielo.

[...]

- ¿Tienes mamá?- YoonGi frunció el ceño. JeonGguk en cambió rascaba su brazo con fuerza, queriendo aliviar la comezón.

- Sí.

- ¿Cómo es? ¿Tiene muchos nombres? - el viento sopló obligandolos a cerrar los ojos pero no a cerrar la boca - la mía tiene dos nombres muy bonitos.

- Pues mi mamá se llama Thais. Tiene un cabello largo y negro, es muy alta. - declaró rememorando cada rasgo físico de quien lo amaba.

- Osea que si hay más como tú,- los brazos de JeonGguk se cruzaron a la altura de su pecho. - JiMin dijo que estabas solo y que no eras como nadie que haya visto antes. Pero yo creo que tiene que haber más como tú, si no ¿Cómo naciste?

- Thais me dijo que Gala me tomó de una nube fría de gas y polvo, de allá arriba- señaló- y luego cuando Gala me tuvo en sus brazos aún sin una forma, me entregó a Thais. Thais me dio algunas de sus caracteristicas, lo que me hace parecerme un poco a ella y luego solo nací.

- ¡Wow! - JeonGguk se meció - creo que es parecido a lo que mis padres hicieron. ¿Y dónde estan?

- No lo se, tuvieron que irse. Pero creo que mandaron a Ezio en su lugar. - JeonGguk estaba confundido, por que ¿Ezio?, ¿Algún tipo de familiar? - el también llegó un día, como tú. Me cuido y enseño, hablaba como JiMin.

Lo que explicaba por que YoonGi podía entenderse tan bien con el otro niño. Este hombre de nombre Ezio era seguramente del mismo planeta que JiMin. No era una cosa segura por que a pesar de los aparatos traductores que se tiene a nivel intergalactico del que todos hacen uso, aún existe la gran mayoria que optan por aprender los otros lenguages.

Los aparatos traductores se usaban más frecuentemente por que no muchos apreciaban la idea de aprender el lenguage universal estipulado por la concalve intergalactica. Aunque se enseña en varios planetas desde la niñez.

-¿Por que no estas con él entonces?

- Tuvo que irse, pero me dijo que volvería a por mí, que no me llevaba por que era peligroso. - los ojos de YoonGi se llenaron de agua - Ahora yo no creo que pueda volver por mi, ya no estoy en mi hogar.

-Lo siento- el pecoso negó con sus ojitos fuertemente cerrados. - tal vez tus mamás también te esten buscando como a mi y a JiMin nuestros padres.

-Eres listo y aprendes rápido,- continuó Gguk - no creo que dejen de buscarte.

- Ezio también me decía lo mismo.

El viento volvió a soplar, llenado los cabellos de ambos de hojas y tierra.

- Debe de tener la razón- tomó las manos contrarias, frías por el clima- hubieras sido otro niño listo de mi clase,como todos en la escuela.

La risita que el joven niño de ojos miel liberó se sintió calida. Con esas mejillas sonrosadas, sus dientes delanteros enseñandose orgullosos.

- Cuentame sobre como era todo donde vivías.

La brisa sopló delicadamente sobre la copa de los árboles dando pasó al arrullador sonido de hojas moviendose y callendo ligeras.

YoonGi rememoró con más dificultad de la que hubiese creído, al arrullo de las olas al llegar a la costa, el brilló azul electrizante, lo sintió con una opresión en el pecho.

Ese sentimiento tan abrazador le sacó el aire, aire que luchó por meter nuevamente a sus pulmones.

Dubitativo empezó a narrarle como pasaba los días y noches en su hogar, rodeado de una paz que extrañamente no siente hace mucho.
Algunas palabras salen en tartamudeos afligidos, los ya borrosos recuerdos de sus madres son los peores; con su mente maquinando lo que puede para hallar un poco del aroma que creía siempre haber sentido en Thais, fresco como una brisa con toques a sal y el singular olor de la tierra bajo sus pies.

Incluso el frío de las manos que le cargaban y acariciaban con simpleza.

- Sí tienes suerte y vives los suficiente, te llevaremos fuera de aquí, observaras con lo que esperó sea maravilla, a otros seres hacer miles de actos para vivir y convivir. - la voz aún parecía viva dentro de su memoría - Puede que te desagraden un poco, ya que son unos seres bastante lamentables, pero puede que a la vez te causen gracia debido a sus millones de reacciones guiadas por sus sentimientos.

No te encariñes mucho, pueden ser decepcionantes o interesantes, depende de cada individuo. No obstante eso ya lo irás aprendiendo por tu cuenta, ganarás sabiduría conforme pasé el tiempo.

- ¿Tu mamá núnca te dio un nombre? - la cara de incredulidad ante tal confesión le hizo sentirse pequeño, diminuto. Y es que parecía algo malo no recibir un nombre por parte de sus madres.

- No. Para mí núnca fue necesario un nombre, no lo necesitaba estando con ellas y ellas tampoco; ellas eran mamá y eso era todo.- y era cierto ó al menos que el recuerdo de que alguna vez fue llamado de algún modo por ellas se esfumase- Solo Ezio fue quien sin preguntarme nada, más que si me gustaba, me llamó YoonGi, y al principió no entendí pero como el me explicó la palabra, entendí que me gustaba como pronunciaba mi nombre. El sonido que producia al salir.

- ¿Qué es Ezio para ti? ¿Alguien como tus madres? - para ser sinceros, Gguk no tenía miles de preguntas rondando por su mente. Todo lo que hacía era por curiosidad de saber más sobre YoonGi, por que genuinamente creía que no era muy común encontrar un niño sin recuerdos recientes de aquellas que llamaba madres, que de igual manera no habían dado un nombre a su hijo. Y que sin nave o ningún artefanto de algún tipo había llegado de otro planeta en posiblemente otra galaxia hasta este sitio desconocido.

- De él tampoco se mucho, solo que habla de la misma manera que JiMin, su... ¿Cómo le dicen?

- Lenguage, idioma - ayudó Gguk.

- Su eso, es igual al de JiMin.

- Pero él si llego en una nave y todo, y estuvo cuidandote mucho tiempo hasta que ¿Se fue?

El ligero brilló en la piel de YoonGi iba y venía tenue.

Sin la voz del niño narrando, siguieron escuchando los demás sonidos a su alrededor, pacíficos.

- A mi también me gustaría recordar más sobre mis madres y Ezio, más de sus caras y voces.

YoonGi realmente se lamentó no poder revocar bien sus recuerdos, bajo la brisa de un miedo que no reconocía.

sweet dreams petite  étoile | js¬ymDonde viven las historias. Descúbrelo ahora