♡Never pink butterfly♡ kth

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(...)

--¿Hola?

Pregunte confundida al atender la llamada.

-- Hola, ¿Eun Young?

No podria confundir esa voz ni en un millón de años.

-- Oh, Taetae eres tu.

Sonrei al instante.

-- Gracias por el apodo.
¿A que hora vendrás a casa?

Pregunto él.

Me fije en el reloj que colgaba de la pared de Jungkook, marcaba apenas las ocho de la mañana.

-- En la tarde, quizas a las dos.
Aun es muy temprano,
¿Necesitas algo?

Decir que me molestaba que me haya despertado seria mentir.

-- Falta mucho para eso.
¿Puedes venir ahora?

Joder Taehyung.

Dejame dormir un poco mas.
Sin mis diez horas de sueño diarias no puedo salvar el dia.

-- En veinte minutos estoy ahí.

Dije dandome por vencida.
Me levante, cambiando un poco mi ropa a la de ayer.

Algo más un poco, "Doyeon"
Peine mi peluca rosa y me coloque una vincha.

Da algo de cringe el rosa de mi cabello.

¿Porque no elegi una de color azul?

Entre quejas sali de la habitación.

-- Buen dia.
¿Ya te vas a trabajar?

Pregunto sorprendido Jungkook.

-- Obligadamente, si.

Dije tomando un poco de su café.
El hizo una mueca de asco que ignore.

-- Nos vemos en la noche.

Sonreí saludandole con la mano.

Tome mi bolso y sali en camino a ver a Taehyung.

(...)

En cuanto llegué tae estaba sentado en las escaleras. Se levanto inmediatamente al verme.

Tomo de mi muñeca, jalandome arriba. Algo confundida le segui.

-- Buenos dias Taehyung.

Dije en el camino pero no me respondio.

-- Le pedi a la señora Choi que te prepare algo especial. Supuse que no has desayunado de buena forma.

Dios, voy a llorar.

Una mesa pequeña llena de chucherías que sabíamos comer juntos.

-- Yo...

--¿No te gusta?

Pregunto el buscando mi rostro.

¿Como decirle que no era necesario hacer nada y que con solo saber que estaba vivo yo era feliz?

-- No, no, no. Perdon.
Mil perdones. No llores.

¿Estoy llorando?

El seco mis lagrimas con sus manos.

-- Disculpame, esque...
Me sorprendí, no lo esperaba y yo...

Volvi a llorar, como la maricona que soy.

--Tranquila, Dodo.

¿Que?

Levante la mirada y me enfrente a sus ojos marrones.