Año 2017
Buenos aires, Quinta de olivos
Pasado
El anonimato es mejorNarra Daniel
Podía escuchar el ruido de sus tacones dando vueltas por la sala, lugar que aún no me permitía entrar por cobarde. Sabía que en estos momentos estaba furiosa, yo debía ganar, pero la maldita de Elisabeth termino ganando por mi error.
Respiré profundo y me dispuse a abrir la puerta.
Una vez dentro de la sala pude observar a mi querida esposa mejor, tenia puesto un traje azul marino que resaltaba aún más su cabellera pelirroja y por supuesto sus benditos tacones, esos tacones negros que desearía con todas mis fuerzas sacárselos y tirarlos lejos de aquí seria lo ideal, al menos para mí.— ¡Todo esto es tu maldita culpa! —Gritó ella acercándose a mí, sabía que en cualquier momento me golpearía, en cierta forma si era mi culpa.
— Se que debí intervenir en el conteo de votos, pero las cámaras me captaban en todo momento, no pude hacerl... — una fuerte bofetada que me propino me dejo sin habla, lleve mi mano hacia mi mejilla, dolía horrores.
— Ese no era mi maldito problema, te pedí una cosa, solo una y ni siquiera lo haces bien. — Susurro ella mientras volvía a caminar en círculos, se llevo una mano al mentón, siempre hacia eso cuando ideaba algún plan. — Ya sé que vamos a hacer, será algo arriesgado, pero obteniendo la ayuda de la persona indicada nadie sabrá que fui yo detrás de esto.
— ¿Le pedirás ayuda a...
— Si le pediré ayuda a El que al parecer es el único con las suficientes bolas para poder realizar un favor que le pido, — contesto a mi pregunta. — querido Daniel nos espera una larga noche ideando un plan, seremos como el caballo de troya, estaré tan dentro de la vida de nuestra adorada presidente que jamás notara que uno de los suyos la traiciona.
— ¿Y qué haré yo?
— Tú te dedicaras a hacer lo que tanto te gusta, ser la asquerosa cara visible de todo esto, — sujeto mi cara con sus manos y me dio un casto beso, desconcertándome. — yo no se como es que te gusta tanto la cámara cuando el anonimato es mejor. —Sonrió — Vamos, tenemos que ir con Montenegro a retirar el dinero de esa casa y trasladarla a otra junto con los 50 paquetes.
Solté un suspiro relajado de que el regaño de mi querida esposa no fuera peor, y para evitar más problemas no dije nada, solamente me dedico a seguirla, como siempre...
Santa cruz
Casa de seguridad
16 de diciembre del 2017El atardecer se hacía presente en el cielo con una extraña ventisca de nieve, lo cual lo hacía un día bastante peculiar en dicha provincia. En una de las tantas mansiones del ex presidente Daniel Sciolander se estaba llevando a cabo una reunión que era habitual para ellos. En la televisión de la sala principal, se proyectaba la silueta de un hombre, su rostro seguía oculto hasta de sus más fieles discípulos o eso creían ellos...
— Muy bien, la primera parte salió a la perfección, excelente trabajo señorita, — la pelirroja sonrió orgullosa de que la jugada que planeo. — el mundo cree que fue un atentado de algún país extranjero y espero que se siga manteniendo así, el periodista Lucksen se encargó de su parte y seguirá así, mientras que el país siga creyendo lo que nosotros queremos, todo estará bien. Ahora lo que haremos será volver a crear otro caos, aunque este será mas tranquilo, quiero que Elisabeth sepa que en ningún lugar estará a salvo y que ni siquiera en su propio equipo pueda confiar.
— Muy bien señor, ¿Qué debemos hacer? — pregunto Daniel intrigado por cual será el siguiente paso.
— Dentro de dos días Elisabeth y María llegaran a la Quinta de Olivos, quiero que esa casa este complemente destruida y déjenle un mensaje mal escrito así piensen que se trata algún malandra que entro a la casa, ahí van a saber que es demasiado fácil entrar a una de las casas más seguras que hay en el país. Quiero que el periodista Lucsen explique que no hay seguridad ni en la misma Quinta de Olivos, que se volvió a repetir un atentado, quiero que el mundo la vea a Elisabeth con lastima, como la pobre dama que siempre le sucede algo. Que pierda esa imagen de mujer segura, que la vean débil y frágil, que pierda toda la autoridad como presidente.
— Muy bien señor el trabajo se va a realizar como usted lo pide, solamente quiero aportar que, si queremos que se vea como alguien débil, puedo hacer que algún fotógrafo se infiltre en la quinta justo en ese momento para poder capturar la cara de miedo de Elisabeth.
— Excelente aporte señorita Sciolander — felicito nuevamente el jefe a la pelirroja. Que provoco que dicha dama se termine sonrojando, cosa que molesto un poco a Daniel.
— Bueno, espero que hagan lo que les pido...
— Así será señor — contestaron al mismo tiempo la pareja Sciolander, se pudo observar por su sombra como el jefe asiente con la cabeza para luego cortar la llamada.
Un silencio se produjo en la gran sala, ambos se miraron con una sonrisa en la cara, todo marchaba a la perfección, puede que perdieran la elección, pero todo el tormento que vivirá Elisabeth será un deleite para ellos y sobre todo para su jefe.
Quien luego de colgar con sus secuaces, prendió su pipa y se recostó en el sofá de su cuarto. Amaba con locura hacerla sufrir, era su nuevo hobbit. María solamente era un pequeño obstáculo del cual anhelaba deshacerse rápido para poder llegar a su querida y adorada Elisabeth. Tenían tanto que hablar o al menos El tenia muchas cosas que contarle. Pero habia algo que desea mucho y es poder observar su rostro cuando sepa quién está detrás de todo lo que le sucede...
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Se que esta algo corto, seguramente cuando lo edite lo divida en dos de los capitulos. Si lo hice ahora asi es para que vayan teniendo una idea de quienes son los "villanos".
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La presidente; Un país perdido...
General FictionElisabeth trabajo duro para llegar a donde esta, ser la primera mujer luego de mucho tiempo postularse como presidente sería difícil. Mas aún cuando todos son hombres, todos tiene la familia perfecta enmarcada en cada revista, en cada portal de espe...