sobrenatural

- Compañía -

- antes que nada. Me presento - la cordial voz de Samuel interrumpió los pensamientos de ambos. terminaron de desayunar desde hace unos minutos pero el par se puso a tontear sobre quién lava los platos ahora.

- soy Samuel, el arcángel del amor divino y las relaciones - se presentó con una pequeña reverencia. - también me puedes llamar Kamael, Seraphiel, Chamiel o...-
- dile Sam - resume Yusaku.
- gracias. planeo ayudarte con esta nueva habilidad que estás incursionando. Se que es inesperada y mucho más desconocida pero no voy a dejarte solo en ningún momento. -

- esa voz... ¿estará ahí? -
- si. Pero intenvendra cuando sea necesario. Sabe que te asustó pero confiaba que podrías manejarlo. Normalmente quedan en  shock-
- eso no es muy tranquilizador. -
- calma. Lo harás bien, en ningún momento estarás solo - anima Samuel, su presencia logra tranquilizar a Ryoken y su aroma a Jazmín es más notable.

- afortunadamente, tienes idea de los conceptos básicos gracias a las lecturas que Leandro te dió. Lo que abrieron en ti, fueron puntos focales para la el mundo espiritual. Percepción de auras, sensibilidad a estados de ánimo, mayor rango de empatía, viajes astrales incluso comunicación con otros seres celestiales o infernales. - explico Samuel con ligeros movimientos de muñeca - principalmente protegerte de ataques maliciosos y de energía contaminada -

- también podrás hacerte de otras habilidades pero dependerá de tu desarrollo. ¿Tienes alguna duda? -
- imagino que no tengo opción - Ryoken bajo la mirada, su concepto de vida normal se fue al traste desde hace mucho pero ¿Esto? ¿Viajes astrales? ¿Personas hablando en su cabeza? Es fuera de su imaginación.

- es demasiado... - Murmuró con pesar.
- no tienes que aprender todo o desarrollar cada habilidad. - Samuel continuo - puedes enfocarte en aprender a defenderte mejor, no solo de personas como la chica loca pelirroja, sino también de espectros que pueden consumir tu vitalidad -
- bueno...-
- Ryoken. Podrás hacerlo -Yusaku enfoca su mirada en el. - no digo que será fácil o muy agradable pero verás cosas que nadie más puede, sabrás cosas que muchos piensan que son mitos. -

- dime. En 10 años, ¿Querrás preguntarte qué hubiera pasado si habrías aceptado está oportunidad? - Ryoken se quedó en silencio. Pensado en lo dicho, ¿realmente quisiera viví en esa duda? Yusaku tenía razón, es una oportunidad para crecer como ser humano, además de tener asesoría directa de parte de los angeles.

- está bien. Haré mi mejor esfuerzo -
- así se habla. -
- ¿Que tengo que hacer? -
- actualmente, meditar. Continúa haciéndolo y sigue las instrucciones que te dé. Si no soy yo, sera Leandro o Jofiel. -
- ese asqueroso saco de plumas. Sabía que sería el primero en ofrecerse - Yusaku frunció el seño al recordar al platinado.

Posteriormente, Samuel le explico a Ryoken sobre su desarrollo espiritual, había crecido de forma exponencial debido al alto contacto con ellos. Los posibles efectos secundarios como aumento de sueño y sensibilidad a la luz, no de mala forma, sino que vería todo más luminoso, revelando sus verdaderos colores. Además de que ciertas voces serán un poco más estridentes de lo normal y su cuerpo sería mucho más voluble a ciertos estímulos (detalle que fue atractivo para Yusaku)

Una vez terminada la explicación, el arcángel se fue dejando la instrucción de descansar por ese día. Ryoken se puso pálido al recordar que ese dia es miércoles y había clases. Ante el intento de irse para tomar su maletín y  correr a la  escuela por lo menos la mitad de las clases. Yusaku se lo impidió, haciéndolo sentarse en el sillón y poniéndole una cobija encima.

- es mañana de películas. Veremos la saga completa de Marvel - señala el televisor mientras lo enciende con un ademan en su mano.
- ¿Estás de broma? -
- saque tu cobija especial (señala el objeto de color beige muy suave y peluda) y yo la mía (una azul púrpura) así que te callas -
- ¿En qué momento decidiste que hacer en la mañana? - le ve incredulo por el arrebato. El incubo se sienta a su lado con el control remoto, haciendo expresión inocente.