sobrenatural

- Altura-

Advertencia: contenido sexual +18

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Sin estar concientes de la situación en la casa de Jack y Martha. Yusaku conduce atravez de los automóviles con su valiosa carga detrás de el, aferrándose a su cuerpo con cálido abrazo. Normalmente sería temerario y retaría a todos los demás pero esta noche no, no solo porque está su novio con el, también porque si arruina su buen humor, sus planes se irían al traste.

El ambiente nevado y festivo es como el año pasado, los mismos adornos y colores en algunas tiendas aún abiertas y decoración callejera que favorece el aire mágico, salvó que ahora podría decir que es mejor por un sencillo pero poderoso factor.

- ¿a dónde vamos? - pregunta Ryoken atravez del casco, aprovechando una parada del semáforo.
- es una sorpresa. Es algo que he preparado desde hace 2 meses - admite. Quizás es una apuesta muy alta pero valdría la pena si su pareja mantiene su perspectiva curiosa.
- ¿Tanto? - Yusaku afirmo con un leve cabeceó y nuevamente se pone en marcha. En cuanto al  joven psíquico busca alguna pista de dónde están o lo que podría ser. Conducían por lugares conocidos, nada diferente hasta que empezó a cambiar el escenario por algo más residencial, elegante y con muros gruesos que separa a las personas ajenas. Pasaron esas zonas hasta dar con el famoso parque donde tuvieron su aventura con la bicicleta, el inmenso antes verdoso también reluce decorado y blanco mezclado con la Naturaleza muerta de algunos árboles que no le resta belleza.

Recuerdos que calientan su corazón.

- aquí es - Yusaku detuvo su motocicleta en un limpio movimiento. Ryoken no se dió cuenta por abstraerse en sus memorias. Es un edificio enorme, de hecho, si no fuera porque la mafia japonesa compro el edificio, sería un rascacielos hotelero o parte del gobierno, todo un escándalo. Actualmente sirve como complejo de oficinas y otras cosas. Ambos  bajaron retirandose el casco protector y caminaron hacia la magnífica estancia. Hay pocas personas sin contar con el portero y los recepcionistas.

- Yusaku... Que... - tenía la intuición de saber que ocurría pero no quería estropearlo.
- calma. Ya verás. - después de un corto saludo, entrego las llaves al joven de uniforme y continuo con su trayecto hasta llegar al elevador.

- estás muy misterioso - Yusaku no responde ante esa provocación y continuo esperado que el elevador llege antes de decir algo.
- ¡oh pero si es Fujiki-chan!! - una mujer de exhuberante cuerpo se acercó a ellos. Su vestido escotado color negro brillante, tanto como sus ojos verdes como cuarzo pulido.
- Hashibira-tono. Felices fiestas - saludo con total calma.
- ohhhh ¡Eres mal educado!! Te di permiso de decirme por mi nombre! ¡No soy tan mayor!! - reniega la mujer con un puchero hasta que ve a Ryoken. Grita de emoción y toma sus dos manos.

- ¡así que tú eres el novio de Fujiki-chan!! ¡Que envidia!! ¡Lo atrapaste! Pero no lo culpo. ¡Eres muy hermoso, casi celestial!!  ¡Por eso insistió tanto!! Que mal educada soy. Mi nombre es Kotoha Hashibira. Soy la diseñadora del edificio -
- un gusto... - logro expresar con algo de confusión por el abrupto saludo. La recién llegada iba a continuar hablando cuando escucho que la llamaban, un hombre rubio un poco más alto que ellos, su mirada es soñadora y su sonrisa enorme aunque se vuelve intimidante entre más la mires.

- ¡Espero verles de nuevo! - la mujer de alegre humor fue con el rubio quien rápidamente le puso un saco grueso color berbellon en sus hombros y salieron del edificio sin mayor interacción.

- el es ... - Ryoken se abraza un poco, sintiendo su piel vibrar con desagradable sensación. La última vez que tuvo esa clase de contacto fue cuando conoció a Yusaku y aquel ser demoníaco de ojos dorados.

La puerta metálica del elevador se abrió en un discreto ruido. El par entro rápidamente, el aparato es enorme, sus muros son coloridos en ondas doradas, rojas, verde posiblemente algo eventual. El aparato es grande, para 15 personas. No midieron en lujos ni comodidad.