sobrenatural

- Hertz -

Su sentido femenino reforzado con su instinto maternal sabían que algo no andaba bien con su bebé. No que estuviera enfermo, que Dios los libre de eso, pero si se ha comportado muy inquieto últimamente. De día, juega y pide atención como lo haría un bebé normal pero siempre mira algo a la nada, quedándose quieto. En ocasiones, llora de repente sin dejar de mirar a lo que sea que observa.

Las noches son el problema.

El pequeño no quiere dormir solo en su habitación no importa la condición que este. sea que esté jugando en la sala o aferrándose a ellos, no importa que tan cansado este o empiece a llorar desconsolado cuando lo dejan en su cuna. Tarda bastante en dormirse aún con todas las técnicas que hay para relajarlo, baños a media noche, arrullos, música para bebés. Así que le pidió a su esposo tomar unas pequeñas vacaciones en su pueblo natal, con la esperanza de que el aire fresco de campo ayude a despejar su cansancio.

La familia Homura y Kamishirakawa  los recibieron con los brazos abiertos, felices de ver al más joven de la familia. Se hospedaron en la señorial casa de Takeru, disfrutando de la compañía de sus abuelos aunque pasaron mucho más tiempo con la familia de la madre, después de todo, ellos trabajan la mayor parte del tiempo y los abuelos de Takeru tenían más libertad de viajar a visitarlos en la ciudad.

Si bien funcionó que el aire fresco de la costa calmara la ansiedad del pequeño Ryusui, en ocasiones vuelve a caer en el hábito de llorar en la madrugada y jugar hasta deshoras de la noche. Los mayores aconsejaban mucho en el manejo del primogénito de la pareja, cosa que hacían al pie de la letra con resultados variados. Incluso la abuela del famoso detective policiaco le hizo una pulsera de hilo rojo para protegerlo de las malas energías.

Cómo es un bebé tan hermoso y lleno de vitalidad es natural que algunas personas tengan envidia. Dejando que su pesada presencia lastime su ser. Asi que la pulsera roja lo protegerá. Kiku y Takeru solo rien algo incomodos por la idea pero decidieron obedecer, después de todo, Hana Homura (la abuela) fue sacerdotisa del templo.

La respuesta fue relativa, el bebé está más tranquilo pero el miedo persiste de vez en cuando.

Mientras el detective jugaba con su primer hijo en el jardin de la familia. fue en ese momento que Kiku recibió la llamada de Ryoken. Juraba por su vida que sintio que ansiaba esa llamada. Quizás porque el joven le salvó la vida o porque le daba una sensación de paz distinta que su esposo ofrece. Takeru es protector, seguro y la hace sentir tranquila pero Ryoken ofrece un confort distinto, una calma semejante a la de los temblos sagrados de la region.

después de una breve plática, le hizo saber a su esposo de la futura visita del adolescente. Takeru le dió el visto bueno, ya que al regresar a casa, volvería a sus funciones laborales y Kiku terminaria agotada por cuidar por su cuenta a un bebé tan inquieto.

[...]

La Semana paso como agua entre los dedos con sus correspondientes sorpresas y buenaventura en el ritmo de vida de los habitantes de la ciudad. el clima lluvioso no permite hacer muchas actividades al aire libre pero da lo mismo, el frío del aire antoja no salir demasiado de casa.

Ryoken reanudó sus actividades escolares con calma, volviendo a su amor platónico que expresa su alma. Las artes plásticas y las ciencias de la salud. Después de las clases, volvió a su recito de expresión humana para continuar con sus obras pendientes con una nueva perspectiva de la realidad. Una vez que terminó con el cuadro de la naturaleza muerta en una tarde, continuo con la pintura acrílica contra el blanco lienzo. se sentía inspirado, tanto que brinco la actividad del día que impartió la profesora D'lay. Al principio se molestó un poco por su acto de rebeldía pero la llama de la inspiración en los ojos de estrella la hizo cambiar de opinión. Lo dejo ser a cambio de ser la primera en ver su obra, Ryoken acepto sin prestar mucha atención, su mente está completamente enfocada en el cruce de colores en el lienzo.