Capítulo 2.

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Después de bailar un rato en el club nocturno, llegan a la habitación de un hotel donde Zhan se hospeda, sin dejar de besarse entran hasta la habitación comenzando a quitarse la ropa para dejarla tirada en el suelo, la habitación se llena con el sonido de besos y gemidos entre cortados mientras dos personas se llenan de besos y caricias uno al otro comenzando a desbordar su pasión.
—Zhan...ahh...
—Amor ya no aguanto más... Te deseo, te necesito, déjame hacerte el amor.
—Si... –Se acuesta mejor en la cama abriendo lo suficiente sus piernas para darle una mejor vista y acceso a su intimidad, gimiendo necesitado por afecto y atención.
Zhan se posiciona sobre él acariciando sus piernas dejando un rastro de besos por sus abdomen.
—Yibo perdóname por ser un pervertido pero de verdad ya no resisto más, voy a meterlo hasta el fondo. –Sin más preambulos lo penetra de una sola estocada haciendo que Yibo de un grito de placer, comenzando un vaiven lleno de gemidos, besos y caricias donde sólo se puede escuchar el golpeteo de su carne y sus gemidos mientras se aman toda la noche.

Por la mañana Zhan se despierta para pedir el desayuno, se sienta en el borde de la cama y contempla a Yibo mientras duerme con la espalda y las piernas descubiertas, Zhan se acerca cuidadosamente y comienza a darle dulces besos en su cuello y uno de sus hombros, con sus dedos recorre lentamente su espalda adorando su belleza y su suave piel, Yibo parpadea un poco abriendo los ojos lentamente y le dedica una tierna sonrisa.
—Hola Zhan.
—Buenos días mi amor, perdón si te desperté pero no pude resistir las ganas de besarte y tocarte, tienes la espalda y la piel más exquisita que hay en el mundo. –Dice dejando un rastro de besos por toda su columna vertebral provocando un leve sonrojo y una amplia sonrisa en Yibo.
—Zhan... Amo cuando te pones tan cariñoso. –Acaricia su mejilla y Zhan toma su mano dándole un beso.
—¿Como te sientes? ¿Te duele mucho?.
—Estoy bien mi amor no te preocupes.
—Pero fui algo brusco e intenso contigo anoche.
—Si pero estoy bien, algo adolorido talvez pero se me pasará pronto y además yo también lo deseaba mucho, quería poder hacerlo más veces.
—Yibo... –Tocan la puerta y Zhan se levanta para ponerse una Bata antes de abrir.– Debe ser el desayuno. – Yibo se cubre más con la sábana mientras Zhan va por el desayuno y regresa con una bandeja grande la cual coloca en la cama. – Bien es hora de desayunar.
—Amor ¿cuanto tiempo vas a quedarte está vez?.
—Varios dias, talvez unos meses pero podría pasar más tiempo contigo si tú te fueras a vivir conmigo a China.
—Zhan sabes que no puedo volver a China.
—¿Y porque no? Yibo tu ya eres mayor de edad y hace tiempo que no dependes de tus padres no veo porque aún no te decides a tomar tus propias decisiones y sigues teniendo miedo de volver sólo por que no tomaste la carrera que ellos querian y continuaste tus estudios.
—Sabes muy bien como son, cuando se enteraron que yo dejé de asistir a la academia año y medio después de haber empezado se enojaron mucho y yo tuve que cambiar de departamento para que no me encontrarán y me llevarán a rastras a China para trabajar y estudiar finanzas en alguna empresa, desde entonces no he hablado con ellos.
—Si pero ya pasó medio año y no te puedes estar escondiendo todo el tiempo y mucho menos evadiendo el tema.
—¡Pero es que yo no quiero estudiar finanzas! ¡Odio los números!.
—Realmente no te entiendo, primero decías que querías ser bailarín pero apenas tuviste la oportunidad de estudiar eso, solo paso un año y lo dejaste para ser un alma libre y sólo tomar trabajos sencillos y tranquilos, ¿Es eso lo que realmente quieres hacer todo el tiempo? ¿Trabajar en algún restaurante y supermercado?.
—Ya se que es algo que cualquiera podría hacer pero me gusta y hasta ahora no he tenido ningún problema y no quiero trabajar en ninguna empresa para analizar un montón de cuentas y números.
—Pudiste escoger otra cosa.
—No hay nada que llame mi atención.
—Bien no importa, no estoy aquí para cuestionarte si no para estar contigo.
—Entonces ¿Cuanto tiempo vas a quedarte?.
—Pues como no había tenido realmente unas vacaciones en todo el tiempo que llevo trabajando y he tenido un buen desempeño, mi jefe me dió 6 meses de descanso.
—¿Seis meses? ¿En verdad tanto tiempo?.
—Si aunque si necesitan algo tendre que responder las llamadas y enviar mi trabajo ya sea por e-mail o por fax.
—Entonces ¿te vas a quedar conmigo todo ese tiempo?. –Dice con ilusión y Zhan asiente. –Ohh Zhan.– Se lanza a sus brazos y lo abraza con cariño. –Soy tan feliz.
—Yo también amor, al fin podremos estar juntos sin que nadie nos interrumpa.
—¿Pero donde vas a quedarte todo este tiempo?.
—Pues estaba pensando en pedirle posada a mi novio pero no se si seria una molestia para el tenerme viviendo en su casa durante ese tiempo.
—¡No es ninguna molestia! Puedes quedarte conmigo gege, yo soy más que feliz.
—Entonces mañana mismo me mudo a vivir con mi bebé hermoso, mientras tanto es hora de que me dé de comer de su boquita. –Se acerca y comienza a besar y chupar sus labios, Yibo sonríe feliz y se deja consentir por sus mimos. –Mmm lo olvidaba, te traje regalos.
—¿Regalos?.
—Si pero aun no te has terminado el desayuno, así que termina primero.
—Gege...
—Primero la comida y luego los regalos.
—Bueno. –Le hace caso y termina su comida apartando la bandeja.– Listo ya quiero ver mis regalos.
—Ok veo que sigues siendo ansioso como siempre. –Se levanta de la cama y abre una maleta y saca una caja no muy grande y toma un par de bolsas grandes que están en una esquina junto a su equipaje, las coloca a un lado de Yibo y le da la caja en las manos. –Todo esto es tuyo, ábrelo y dime si te gusta. –Yibo sonríe y abre rápidamente la caja con ilusión y abre la boca en señal de asombro.
—Esto... esto es el celular más reciente del modelo que quería.
—Asi es y viene con sus audífonos y otros accesorios que compre.
—Zhan eres increíble,– se levanta y lo abraza con unas lágrimas en los ojos.– te amo, gracias.
—No es nada mi amor, vamos mira tus otros regalos. –Deja la caja con el celular en la cama y abre una de las bolsas, saca unos tenis Nike color blanco con verde y otros de color durazno, luego un perfume Chanel y un reloj.
—Zhan... –Comienza a llorar y lo abraza con fuerza.
—¿Qué te pasa mi amor? ¿Porqué lloras? ¿No te gustaron mis regalos?.
—No es eso es solo que... Zhan no debiste... todo eso es muy caro y yo jamás te he podido dar nada así y...
—Y yo no te estoy pidiendo nada a cambio, yo trabajo para darle dinero a mis padres y a ti comprarte cosas bonitas.
—Si pero yo no me lo merezco...
—¿Porqué no? Dime ¿Porqué?.
—Zhan... Soy un don nadie, un completo desastre como podría...
—¡Tu no eres nada de eso y no eres menos que nadie!, –Toma su cara entre sus manos, lo mira fijamente y limpia sus lágrimas.–Yibo tu eres lo mejor que me ha pasado en la vida, eres la luz de mi vida y la única esperanza que tiene mi alma para sobrevivir, por ti y por mis padres es que he me he esforzado todo este tiempo desde los 16 años para protegerlos, para darles lo mejor, no quiero que nada malo te suceda y tampoco que pienses en ese tipo de cosas. Tu eres muy importante para mí, eres el amor de mi vida y estoy dispuesto a hacer lo que sea con tal de hacerte feliz sin importar el costo, te amo y quiero que estés conmigo, que seas feliz y quiero darte lo mejor que pueda por lo que estos simples y pequeños regalos no son nada comparado con todo lo que quiero darte y que tú te mereces.
—Zhan te amo...te amo mucho... –Lo abraza una vez más.– Siempre has estado conmigo y me has dado todo lo que has podido y me has hecho feliz, sin pedirme nada apesar de que yo no soy lo suficientemente bueno.
—Te equivocas para mi eres el mejor y ya me has dado mucho, me has dado tú amor, tú cariño, tú confianza, me has dado un millón de abrazos y besos, me regalaste la oportunidad de ser tu amigo, tu novio, la persona que conociera todos tus secretos y te diera tu primer beso, y lo más importante es que apesar de ser mayor que tú me entregaste lo más precioso que era tu virginidad y también tu corazón. Por eso y muchas cosas más te amó mi amor, mucho.
—Y yo a ti.
—Ya no llores más mi amor, que todavía falta que veas un regalo más y si sigues llorando me harás sentir culpable y ya no voy a querer comprarte más regalos por miedo a que te pongas a llorar otra vez. Ándale pruébalo a ver cómo te queda.– Saca un abrigo grande con pelusa suave y blanca de la bolsa y lo ayuda a ponérselo.
—¡Zhan está increíble!. –Se mira a si mismo usando el abrigo en el espejo del tocador y toca la pelusa suave impresionado.
—Asi ya no tendrás frío en invierno, ¿Te gusta?.
—Me encanta, es muy suave y elegante, Zhan debió costarte una fortuna.
—Nada comparado con la sonrisa de mi amor, esa no tiene precio. –Lo abraza por la espalda y le da un beso grande en la mejilla.
—Gege ¿como podré pagarte todo esto?.
—No es necesario que lo hagas, pero si quieres hacerlo pues sólo hay una manera. –Dice sonriendo de manera seductora.
—¿Qué manera?. –Pregunta inocente.
—Pues... puedes pagarme dandome amor con ayuda de tu cuerpo cada noche y día si es necesario.
—Quieres decir ¿sexo?.
—No, eso suena muy feo. –Hace un puchero. –Sólo quiero mucho, mucho amor como hasta ahora me has dado.
—¿Solo eso?.
—Si sólo eso.
—Entonces puedes tomar de mi todo el amor que desees.
—Muy bien entonces me gustaría estrenar ese abrigo contigo, muy deliciosamente. –Lo besa y sube sus piernas alrededor de su cintura para cargarlo y colocarlo en la cama acostándose encima de él sin dejar de besarlo, comenzando a tocar su pecho y sus piernas. El sonido de timbre de un celular los interrumpe. –Mmm lo siento mi amor debo de contestar. –Se aleja tomando su celular y contesta por lo bajo para que Yibo no escuche.
—Diga.
—Solo es para decirte que ya he confirmado que no hubiera ninguna pista suelta y que de verdad todos esos miserables estuvieran muertos, está vez cumpliste tu trabajo a la perfección.
—Siempre hago lo mejor posible señor.
—De eso estoy seguro. Ya te he hecho el depósito del dinero restante y un poco más por tu servicio extra, espera mis instrucciones la siguiente vez y mantente alerta.
—Lo tendré en cuenta señor y gracias.
—Hasta pronto mi cisne negro. –Cuelga la llamada y vuelve con Yibo.
—¿Qué paso amor?
—Nada importante, sólo era algo del trabajo, ¿en qué estábamos?. –Dice con una sonrisa en los labios y comienza a besar sus labios.

    __________

—Un día antes.—
Un callejón se mantiene cerrado gracias a las cintas de seguridad de la policía, unos oficiales toman fotografías a los cuerpos que se encuentran tirados en el piso, algunos junto a las escaleras y tres más dentro de un cuarto, tanto en el piso como las escaleras hay un rastro de sangre, en la habitación hay salpicaduras y sobre la mesa rastros de cenizas y plumas de color negro, algunas empapadas en sangre, cada víctima tiene al menos un tiró en la cabeza y varios en el pecho, un olor a sangre mezclado con alcohol y nicotina invade el aire mostrando una escena escalofriante.
—¿Qué es lo que ha pasado esta vez? ¿Otra vez una pelea entre pandillas o fue una pelea por drogas?. –Un detective llega a la escena del crimen y le pregunta a un oficial a su mando lo ocurrido.
—No señor, está vez fue algo peor.
—¿Y bien que fue lo que...? ¿Qué rayos?. –Mira los cuerpos apilados junto a la escalera y los rastros de sangre.
—Creemos que fue obra del asesino del fénix, detective Joong.
—¡¿Ese miserable de nuevo?!.
—Asi es señor, hay rastros de ceniza y también plumas negras, esa es su marca.
—No puede ser, después de más de un año que no aparecía, ¿Cuantos mato está vez?.
—Once.
—¿Once?.
—Asi es, pero uno de ellos sobrevivió de lo contrario serían doce. Se encuentra en estado de coma en el hospital central.
—Magnífico, investiguen acerca de todos los cuerpos y acordonen el área hasta registrar todo, aseguren al que sobrevivió, no quiero que vaya a ir por él en cuanto se de cuenta y tenga oportunidad.
—Si señor.
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Una mujer vestida de enfermera camina tranquilamente por el pasillo de un hospital, su figura delgada y esbelta destaca en su traje blanco, cabello marrón con un flequillo que oculta parte de su cara y sus ojos de no ser por unos lentes que usa. Camina despreocupada hasta llegar a una habitación sosteniendo lo que parece ser un expediente, entra empujando la puerta asegurándose de no ser vista y cierra la puerta.
—Vaya, vaya, así que aún continúas con vida, parece que realmente deseas mantenerte con vida sin embargo alguien como tú no es más que un estorbo. –Dice acercándose con la voz fría, deja el expediente sobre una mesita, saca una jeringa con aguja de uno de sus bolsillos y lo inyecta en el brazo, guarda de nuevo la jeringa y desconecta el respirador y otros aparatos haciendo no que no se active ninguna alarma, una vez termina toma de nuevo el expediente y acercándose a su oído le dice: Nos vemos en el infierno. Sale de la habitación sin ser vista, camina por los pasillos mezclándose entre las demás personas del hospital y el personal médico, llega hasta un pasillo vacío en el último piso, entra a lo que parece ser una pequeña bodega, cierra la puerta, toma una mochila del arriba de un estante y se cambia la ropa quitándose la peluca revelando que en realidad no es una mujer, termina de cambiarse colocándose una gorra y se va caminando con la mochila en la mano hasta el estacionamiento, llega hasta su auto asegurándose de no haber sido visto por nadie y comienza a conducir hasta llegar a la calle principal, toma su teléfono y marca un número.
—Listo señor ya he cumplido con mi trabajo, acabe con el último estorbo hace un momento.
—¿Estas seguro que está vez no va a volver a sobrevivir y que de verdad era él?.
—Completamente señor, la policía ni siquiera se dió cuenta de nada.
—Perfecto, mañana te llamo para confirmar los detalles y te envío el resto de lo acordado.
—Entendido señor. –Cuelga la llamada y sigue manejando tranquilamente.

—En otro punto de la ciudad.—
—¡Detective!.
—¿Qué sucede Hyun?.
—Señor el hombre... el hombre que sobrevivió al atentado del asesino del fénix está muerto.
—¿Como dices? ¿No resistió al final de todo?.
—No señor no fue eso él... él fue envenenado.
—¡¿Qué?!.
—Tal parece que fue a terminar con él.
—¡Maldición!. –Golpea la mesa con el puño y tira las cosas.– ¡No puedo creer que en cinco años no hayamos podido encontrar ninguna sola pista, ni aquí ni en China! ¡Lleva más de cien víctimas y no hemos podido dar con él! ¡Es como si se lo tragara la  tierra!.
—Señor ¿Cuántos asesinatos lleva ese demonio hasta ahora?.
—Cincuenta y ocho en China y cuarenta y siete aquí en Corea. No puedo creer que al fin hayamos obtenido a alguien que podía ser una pista si sobrevivia y al final lo hayamos perdido, es el colmó.
—Señor las cámaras del hospital captaron a alguien cuando entro y salió del cuarto.
—¿Qué estas seguro?.
—Si, mire. –Le pasa su tablet y mira el vídeo de seguridad, sin embargo no se le ve la cara.
—¿Una mujer?.
—Eso parece.
—Pero no se le ve el rostro ni ninguna marca con lo que la podamos identificar. ¿No hay registro en algún otro ángulo donde pueda verse?.
—No señor, eso fue lo único que pudieron captar las cámaras, al parecer sabe bien como cuidarse y lo que hace.
—Maldición... ¿Es qué nunca sabremos quién es?.
—Me temo que no todavía señor.
—Esto es una pesadilla. –Dice exasperado cubriéndose el rostro.
Al final del día no lograron conseguir nada mientras que en otro punto de la ciudad Zhan se encontraba con Yibo demasiado tranquilo como si jamás hubiera hecho tal cosa como acabar con la vida de alguien.

Protegiendo la luz en la Oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora