Protegiendo la luz en la Oscuridad.

Capítulo 8.

★Tiempo atrás.★

En una fría y oscura mansión apenas iluminada por la luz de las velas, se encuentran sentados dos hombres en la mesa del comedor tomando una copa de vino tinto cada uno.

—Y entonces... ¿qué tienes planeado hacer con esos tipos?.
—Destruirlos como es debido.
—¿Y como harás eso? ¿si te das cuenta de que si no te hubieras puesto a ayudar a rata (otro compañero asesino) no te habrías involucrado y tu adorado cisne blanco no estaría en peligro?.
—Lo se, se que cometí un error por no haber tenido el suficiente cuidado y no tomar total y absoluta precaución.
—¿Y entonces qué harás?.
—Ya se lo dije, voy a destruir a cada uno de ellos y una vez que lo haga voy a volver con mi cachorro y para eso ya tengo un plan, pero necesito de su ayuda.
—¿Mi ayuda?.
—Asi es, necesito a dos de mis compañeros para acabar con toda esa gente y de paso con unos maleantes de rango menor.
—Entiendo. Esta bien, le diré a rata y a conejo que te ayuden.
—Rata ya va a ayudarme, necesito a dos más.
—Bien entonces le preguntaré a tigre si está disponible.
—Gracias señor.
—¿Has pensado en que hará tu cachorrito cuando se de cuenta de lo que andas haciendo para salvarlo?.
—No lo hará.
—Y si... ¿de casualidad se da cuenta?.
—Aún si supiera que esos hombres lo han estado buscando para asesinarlo por culpa de las deudas y el derroche de sus padres no tiene de otra más que conformarse con la verdad.
—¿Y si se entera de quien eres en verdad y de que los mataste?.
—No tiene como, ni por que saberlo.
—Supongamos que se entera, ¿Qué harás?.
—Le diré que fue para protegerlo y que no tuve opción.
—¿Y si se entera que tú eres el asesino del que tanto hablan? ¿El fénix?.
—¿A dónde quiere llegar con esto?.
—Solo lo pregunto por curiosidad.
—¿Acaso planea hacérselo saber?.
—¿Qué cosa?.
—Usted sabe de que habló. Sobre lo de contarle la verdad.
—Mi querido hijo, yo no tengo el derecho de contarle sobre tu vida privada y profesional. Eso es algo que tú debes de hacer.
—¿Entonces porqué tantas preguntas?.
—Por que pienso en el futuro y tengo curiosidad.
Zhan lo mira de un modo sombrío frunciendo el ceño y el hombre frente a él suelta un largo suspiro.
—Mi adorado Zhan, has crecido y visto el mundo con tus propios ojos desde muy joven; has visto lo bueno y lo malo de la vida, lo bello y dulce que puede ser, pero también lo cruel, duro y despiadado que hay alrededor. No puedo engañarte y no puedes seguir engañandote a ti mismo. Desde que tú y tus compañeros de generación llegaron, los he instruido por este camino para que hagan justicia en nombre de las personas que no han tenido una, para que acaben con el mal y ayuden a purgar un poco la humanidad.
—¿Y a qué costo?.
—Es verdad, el costo ha sido muy alto; al punto de poner su propia vida en riesgo. Es cierto, pero dime ¿Qué en la vida no tiene un costo, si incluso el amor cuesta?. Desde hace tiempo a ti y a tus compañeros les dije que el amor era algo sumamente riesgoso para ustedes y que debían tomar sus propias precauciones pero por lo visto tu como siempre has tenido un alma y un corazón lo suficiente fuerte y lleno de justicia, por esa razón has matado más que tus compañeros, condenando tu alma al infierno a cambio de la suya.
No es nada nuevo. Desde que empezaste tu relación con ese muchacho te dije que debías dejar las cosas en claro y contarle la verdad, es cierto que no podías contar todos los detalles pero al menos podías decirle que eras un asesino, sin embargo decidiste mantenerlo en secreto aún sabiendo lo que podría pasar en un futuro.
—¿Por qué me dice todo eso ahora?.
—Por que me preocupas y me preocupa que en un futuro termines desviando tú camino por culpa de alguien que quizás no valore lo que has hecho cuando se enteré de la verdad.
—Yibo no va a enterarse y aunque lo haga se que va a agradecer el que lo haya cuidado.
—¿Estas seguro de que no va a rechazarte?.
—Quizás se enoje al principio pero luego se dará cuenta de que fue por su bien y entonces...
—Deja de engañarte a ti mismo Zhan. Sabes muy bien que ese muchacho no podrá soportar la idea de que ha vivido todo este tiempo en una mentira y va a despreciarte por eso, va a alejarse de tí.
—No lo hará.
—¿Tan seguro estás?.
—Él me ama y se que no soportaría estar lejos de mí.
—Él ya ha estado lejos de ti antes, ¿Qué podría ser diferente ahora?, él bien podría acostumbrarse a vivir sin ti, a no estar a tu lado más tiempo, él es joven y bien podría buscar a alguien más con quién pueda pasar el resto de su vida.
—¡Eso jamás!.
—¿No lo permitirás?.
—No. ¡Así tenga que matar a todo aquel que se le acerque o terminar metiéndole en un sótano en algún lugar, yo no pienso permitir que él se vaya con nadie y que viva su vida dejándome a un lado después de todo lo que he hecho por él!.
—¿No eres capaz de dejarlo ir y que sea feliz aún si es con otra persona?.
—Yibo me pertenece, es sólo mío y nada ni nadie va a quitarmelo.
—Ya veo, así que lo ves como una posesión.
—Él no es ningún objeto, pero no quiero verlo con nadie más.
—¿Acaso no lo amas lo suficiente como para dejarlo ser feliz incluso si no es contigo? ¿No es acaso el amor más puro aquel que antepone los sentimientos del otro antes que los suyos?.
—Lo es. Pero yo quiero a Yibo sólo para mí, ya he hecho lo suficiente para tenerlo a mi lado como para que ahora quiera escaparse de mis manos.
—¿Y si al enterarse de la verdad, él decide ya no estar contigo? ¿si ya no te quiere a su lado, lo de tendrás?.
—Por supuesto que sí, lo detendré a mi lado y haré lo que sea necesario con tal de obtener su amor una vez más.
—¿Y si ya no te quiere por lo que eres?.
—Siempre me ha querido así.
—Eso es porque aún no lo sabe todo.
—Aún si lo sabe, me seguirá queriendo, estará agradecido conmigo y al saber todos los sacrificios que he hecho por él, no tendrá de otra que quedarse a mi lado.
—¿Pero si no fuera...?
—Lo detendré a mi lado para que no se vaya, siempre hay una forma y su corazón blando, dulce y bondadoso me ayudará; además... ahora tenemos un hijo de por medio así que... no creo que quiera dejar a su hijo sin padre, ¿cierto?. –Sonrie de lado de forma maliciosa mientras toma un trago a su copa de vino y el hombre frente a él solo suspira y sonríe.
—Realmente he creado un monstruo muy inteligente.
Chocan sus copas y continúan bebiendo un poco más.