Capítulo 4.

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En la profundidad de un sótano se encuentra una mujer amarrada a una silla iluminada bajo un foco con una luz tenue con las manos y los pies atados y una mordaza en la boca, alguien detrás de ella sostiene un hilo delgado y lo enreda en su cuello mientras poco a poco lo va apretando.
—¿Creiste que no me daría cuenta de cómo lo miras? ¿De como le coqueteas y te lames los labios al verlo maldita perra? ¡Él es mío!.
—Agh... po-r fa...vor...
—¡Eres una estúpida si crees que puedes quitarmelo, él es sólo mío y de nadie más!. –Aprieta más el hilo y cuando está por terminar de asfixiarla alguien aparece y le habla por la espalda haciendo que afloje su agarre y la mujer comience a toser.
—Amor ¿Qué estas haciendo?. –Deja un abrigo sobre un armario y se acerca.– Bebé no pudiste controlarte está vez, ¿cierto?.
—¡Zhan está puta intenta robarme lo que es mío y no voy a permitírselo!.
—¿Y qué es lo que intento quitarte?.
—¡Quiere apartarte de mi lado y no lo pienso permitir!.
—¿Y qué vas a hacer para conseguirlo?.
—La asesinare, acabaré con su maldita existencia y entonces...
—¿Qué te he dicho sobre actuar impulsivamente?, Yibo las cosas se hacen con calma bebé no hay por que precipitarse, en todo caso ¿porque no me pediste que acabara con ella y hiciera el trabajo sucio por ti?.
—Por que es algo que yo debía hacer Zhan, está maldita perra te ha estado coqueteando aún si no le haces caso y su sola presencia me enferma por eso voy a acabar con ella.
—Entiendo, pero sabes muy bien que no me gusta que digas groserías ni palabras obscenas así que voy a tener que castigarte luego por ello, además por si fuera poco la trajiste al sótano de nuestra casa y mira nadamás como te has dejado las manos. –Toma sus manos y mira las marcas rojas y los pequeños cortes que tiene.– Voy a tener que curarte luego una vez que termine con esto, no quiero que te ensucies las manos con tan poca cosa. –Mira con frialdad a la mujer atada en la silla y está tiembla de miedo ante su mirada.
—¡Por favor te lo suplico no me mates! Prometo que no voy a volver a acercarme, pero por favor... –Yibo le da una bofetada para hacer que se calle.
—¡Cállate maldita zorra! Te odio y ahora mismo voy a acabar contigo.
—Yibo... controlate. Deja que yo me encargué. –Se acerca a la mujer y sujetando su cabello con fuerza y su mandíbula le tuerce el cuello y termina por asesinarla. –Listo, una rata menos. Después me desaré de ella.–Yibo sonríe satisfecho y enreda sus brazos alrededor de su cuello para darle un beso.
—Gracias mi amor, esa zorra tuvo lo que se merecía.
—Yibo de ahora en adelante debes aprender a controlar tus impulsos y también tus celos o podrías descubrirnos.
—Entiendo amor, lo intentaré.
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Se remueve en la cama abriendo los ojos lentamente sintiendo la calidez de unos brazos que rodean su cintura y lo pegan a su cuerpo, cuando se mueve su compañero de al lado también se despierta y lo mira somnoliento.
—Buenos días.
—Buenos días amor. –Se da la vuelta y mira el reloj.– Didi son las 6:37am es muy temprano todavía, vuelve a dormir.
—Amor tuve un sueño extraño.
—¿Qué soñaste?. –Bosteza y se frota los ojos.
—Soñe que estábamos en un sótano y había una mujer amarrada a una silla y yo quería acabar con ella.
—¿Y de ahí que pasó?.
—Pues no se fue algo confuso, yo estaba muy enojado con esa mujer y quería matarla y creo que al final eras tú quien lo hacia, fue realmente extraño.
—Mi amor por eso te he dicho varias veces que no veas televisión especialmente las noticias cuando pasan sobre asesinatos y esas cosas y también películas de terror.
—Zhan sabes que las películas de terror no me gustan y en cuanto a las noticias no tiene nada de malo mucha gente las ve.
—Si pero tu no eres como ellos, tu eres especial y te da miedo la oscuridad así que no puedes ver esas cosas.
—Mi amor si tu fueras alguien malo o un asesino, ¿me lo dirías?. –Zhan se tensa un momento pero no lo demuestra.
—¿Porqué preguntas eso de repente?.
—Solo dime si lo fueras ¿me lo contarias?.
—Y si fueras tú y no yo, ¿lo harías?.
—Zhan esto no se trata de mi sino de tí.
—Bien si yo fuera un asesino y anduviera matando a otros delicuentes por ahí, ¿Me seguirías amando?.
—¿Porqué no lo haría?.
—Por que probablemente me tendrías miedo y dirías que soy malo.
—Gege si solo matas delicuentes y no personas inocentes podría considerarte como un héroe.
—¿Porqué?.
—Por que estarías ayudando a otras personas para que esos tipos no les hagan daño.
—Entonces ¿Me seguirías queriendo?.
—¿Acaso eres policía?.
—No.
—Entonces ya no preguntes eso.
—No has respondido a mi pregunta.
—Tu no eres un asesino Zhan.
—¿Como estas tan seguro?.
—Por que tú no serías capaz de matar a nadie.
—¿Y si lo fuera?.
—Zhan creo que esto es absurdo mejor ya no hablemos de esto.
—Tu empezaste con esto así que responde a mis preguntas.
—Mi amor yo te conozco y se que no serías capaz de hacerle daño a nadie.
—Nunca se termina de conocer a una persona y tampoco sabes lo que pueda llegar a pasarle en la vida o las circunstancias en las que pueda estar en algún momento, ¿que tal si está persona se siente acorralada y no tiene otra opción más que matar a su oponente o si tiene que hacerlo para salvar su vida?. Yibo que tal si un día nos topamos con algún loco que quiera hacerte daño o a mi y nuestro único camino sea defendernos, para salvarte yo sería capaz de dar mi vida por ti o asesinar si es necesario, por ti soy capaz de hacer cualquier cosa para mantenerte a salvó y que seas feliz. –Habla mirándolo a los ojos con completa sinceridad y eso toca el corazón de Yibo.
—¿De verdad serias capaz de matar a alguien por mi?.
—Si. –Yibo se acomoda sobre uno de sus codos y con su mano sostiene su cabeza mientras lo observa fijamente a los ojos.
—Zhan si tu fueras un asesino te seguiría queriendo como hasta ahora lo he hecho. No importa el camino que tomes yo voy a seguirte y apoyarte hasta el final porque te amo y quiero estar contigo sin importar cual sea tu oficio o lo que hagas. Bueno siempre y cuando no me engañes con otra persona o seas un pedófilo o algo por el estilo.
—Claro que no mi amor. –Lo abraza enterrando su cara en su cuello. –Gracias.
—¿Porqué?.
—Por hacerme tan feliz.
—Gege te amo mucho.
—Yo también te amo mi amor. Dame besitos. –Yibo obedece dándole muchos besitos en toda la cara y Zhan sonríe muy contento.

Protegiendo la luz en la Oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora