Capítulo 11. Persecución.

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Los días pasan y el enojo de Yibo también, comienza a sentirse más tranquilo teniendo a Zhan a su lado ya sea tanto en el día como en la noche; sin saber que sus días de paz y tranquilidad están a punto de terminar.

—Mi amor ¿a donde vamos ahora?. -Pregunta subiendo al auto cargando a su hijo.
—De vuelta a la casa bebé, ya es tarde. -cierra la puerta y enciende el auto.
—¡No Zhan!. -Se queja- ¡Aún es de día! no es muy tarde, vayamos a comer algo apenas son las cinco.
—Bien, ¿qué sugieres?.
—Umm... ¿qué tal si vamos a comer pizza?.
—Bueno lo que tú quieras. -Mira por los espejos antes de avanzar y nota algo raro.
—Zhan ¿qué sucede?.
—Ponte el cinturón.
—¿Ah?.
—Solo haz lo que te digo.
—Zhan ¿qué te sucede?. De repente actúas extraño.
—Nos están siguiendo.
—¿Qué?. –Ya sea por instinto o reflejo voltea para atrás.
—No voltees otra vez, actúa normal. Una vez que salga de esta calle voy a acelerar y necesito que uses...
Un hombre toca el vidrio de la ventanilla del lado del conductor y Zhan baja despacio un poco el vidrio.
—¿Si?.
—¿Ustedes no son de aquí cierto?. -Le pregunta el hombre y Zhan se da cuenta de que está armado y que uno más se ha puesto del lado donde está Yibo.
—¿Porqué la pregunta?.
—Por que vas a tener que darme tu auto y también a ese pequeño que cargas contigo, sin mencionar que quizás a esa dulzura que tienes a un lado.

Yibo abraza más fuerte a su hijo reflejando el miedo en sus ojos cuando mira a Zhan y este se mantiene impasible.

—Didi... ponte el cinturón.  -En cuestión de segundos Zhan saca un arma que ni Yibo ni los otros hombres vio venir y en un santiamén le dispara en la frente al hombre junto a su ventana, arranca el auto haciendo rechinar las llantas y pisa el acelerador mientras sus perseguidores comienzan a avanzar detrás suyo.
—¡Papi! ¡Mami!. - lloriquea
—¡Zhan por Dios ve más despacio! ¡Nos vas a matar!. –Casi le grita asustado.
—¡¿Qué quieres?! ¡¿Qué esos hombres nos maten y se lleven a nuestro hijo?! ¡¿Eso quieres?!.
—¡No pero debe de haber otra forma!.
—¡¿Asi? ¿Cuál?!.
—No se, ¡hay que ir con la policía!.
—La policía no va a hacer nada, lo único que podemos hacer es seguir con mi plan y salir hacia la zona baja de la ciudad para perderlos y sacarlos del camino.
—¿Y como piensas hacer eso?.
—Yo se mi cuento, mientras tanto sostén esto. –Lo hace mantener el volante para que no se desvíe del camino mientras el saca parte de su cuerpo por la ventanilla y comienza a disparar a los autos que lo siguen. Yibo esta casi temblando sin entender nada de lo que está pasando al igual que su pequeño, se siente estar como en una de esas películas de acción y terror donde una banda criminal te persigue para matarte o en todo caso la policía.
Grita asustado junto a su hijo al escuchar el ruido de las balas que impactan contra el cristal blindado de la camioneta donde van.

—¡Zhan por favor ya detente!.
Este entra de nuevo al auto y de un compartimento saca más armas y municiones, a lo que Yibo ve sorprendido.
—¿Qué es todo eso?.
—¿Tu qué crees que sea?. –Continua manejando rápidamente esquivando autos por la autopista con destino a salir de la ciudad.-  Esto no durara mucho Yibo, así que escúchame con atención. Una vez que lleguemos al punto clave yo te daré la señal y tu saldrás que salir del auto con el niño en brazos y correras a esconderte en alguna parte e huir mientras yo me encargo de eliminar a todos esos tipos.
—¡¿Qué?! ¡No, Zhan no! ¡no puedo!.
—No, si puedes Yibo. Tienes que proteger a Zhen y escapar mientras yo los distraigo.
—¡Zhan esos tipos pueden matarte!.
—Correré el riesgo.
Al salir de la ciudad entra rápidamente a una calle con varias salidas y se estaciona entre otros autos aparcados ahí.
—¿Qué hay de mi y de Zhen? ¿Como voy a vivir si algo te pasa?.
—No te preocupes por eso, yo me asegurare de salir con vida pero escúchame bien, si algo llegará a pasarme.
—¡No! ¡No quiero oírte!.
—¡Escúchame! Si algo llegará a pasarme, tu y Zhen estarán protegidos y mi hermana se va a encargar de ayudarles.
—No Zhan, no.  Yo no podría vivir la vida sin ti. –Solloza y Zhan lo mira fijamente a los ojos mientras sostiene su rostro entre sus manos.
—Yibo entiende es la única salida que tenemos. Yo los distraeré hasta que tu tomes ventaja y escapes, ¿entiendes?, si no lo hacemos esos hombres podrían secuestrarte a ti a Zhen y separarnos de nuestro hijo en algún momento; nosotros no podemos permitir eso. Por eso necesito que seas fuerte y que escapes con él hasta llegar de vuelta a casa asegurándote de que no te sigan y si yo ya no vuelvo entonces habla con Xiao Wu , ella va a ayudarte en todo lo que necesites,  ¿quedo claro?.
—... Si. Promete que vas a volver Zhan, prométemelo.
—Te lo juro mi amor. -Junta su frente con la de su amado y le da un beso.- Volveré contigo y con Zhen.
—Papi...
—Los amo. -Le da un pequeño beso a su hijo y otro a Yibo.
—Ya está cargada, usala en cuanto la necesites. –Le entrega un arma a Yibo y escucha el sonido de los neumáticos de los otros autos y es momento de que se vaya. –¡Corre! ¡Vete!. –Sale corriendo del auto con su hijo en brazos y unos metros adelante se detiene a mirar atrás esperando que Zhan lo siga. –¡¿QUÉ ESPERÁS?! ¡CORRE!.  –Le grita y es entonces cuando vuelve a retomar su camino.
Corre desesperado por toda la calle hasta doblar una esquina donde se detiene a tomar un poco de aire mientras escucha el sonido de los disparos entre Zhan y los otros hombres.
—Papi... Papi... –Su hijo gime entre sus brazos intentando liberarse para volver con su padre.
—Bebé tranquilo, todo va a salir bien.
—Papi... quiero ver a papi.
—No te preocupes mi amor, muy pronto lo vas a ver cuando se acabe está pesadilla, te lo prometo mi amor.
—¡Por acá está!. –Escucha unos gritos de esos hombres que los persiguen y en su desesperación comienza a correr hacia delante sin darse cuenta de a dónde va y termina tropezando, se levanta rápidamente y al hacerlo escucha el sonido de una fuerte explosión en dirección a donde se encontraba Zhan.
—¡PAPI!. –Grita el pequeño Zhen angustiado mientras llora y forcejea, un nudo se forma en la garganta de Yibo pensando en que podría haber ocurrido lo peor, sin pensarlo dos veces intenta regresar pero se detiene al ver a tres tipos que le dan casi alcance al dar la vuelta, Yibo corre sosteniendo a su hijo que es lo único que le queda y entra en pánico al darse cuenta que ha entrado a un callejón sin salida.
Mira a los costados y sube por unas escaleras hasta lograr abrir una puerta en el segundo piso de un edificio, entra y continua subiendo hasta llegar a la azotea donde encuentra un balde con aceite y lo hace rodar por las escaleras para intentar derribar a sus perseguidores y ganar tiempo para esconderse y escapar. Corre hasta el otro lado de una pared y se esconde entre unos cilindros y botes de basura.
—Aqui estaremos bien mi amor por favor no hagas ruido. –Susurra.
—¿Donde está papi? Quiero ver a papi.
—Por favor mi amor silencio. –Lo abraza con fuerza cubriendo su boca para que no haga ningún ruido, sintiendo miedo de lo que pueda llegar a pasarles, rogándole a Dios que no los encuentren temblando con lágrimas en los ojos.

Protegiendo la luz en la Oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora