El hilo rojo del destino. Flozmin

Prólogo

Florencia Estrella, una joven de 31 años, dueña de una cabellera color morocha, unos ojos café que te atrapan y una sonrisa capaz de sacarle suspiros a cualquier persona, con una personalidad muy especial, humilde, altruista, buena persona, con un pasado doloroso, un poco introvertida, por naturaleza desconfiada pero siempre dispuesta a ayudar a los demás; esta forma de ser la llevo a estudiar medicina, carrera que le apasionó desde que tuvo uso de razón, con mucho esfuerzo y ayuda de su familia logró obtener su título universitario, muy pasional por su trabajo, siempre con una sonrisa para el mundo exterior, aunque por dentro ella se sentía un poco "rota".

Trabaja en el Hospital Público del pueblo donde nació, lugar del que se fue a perseguir su sueño, una pequeña localidad con no más de 3000 habitantes ubicado a unos 500 km de la capital Argentina, era de esos lugares donde todos se conocen con todos, donde siempre te saludan con una sonrisa, el típico pueblo donde no hay secretos, amaba su lugar de origen. Aunque más allá de ser el lugar que amaba también fue el lugar donde pasó los momentos más tristes, donde se enamoró por primera vez, donde su corazón se rompió innumerables veces, lugar al que pensó que nunca iba a regresar con tal de no volver a encontrarse con ese pasado que no lograba superar, pero la vida a veces se emperra en ponernos siempre en el lugar que tenemos que estar, como si existiera una fuerza mayor en el universo que nos empuja siempre a encontrarnos con el destino que éste tiene escrito para nosotros.

Jazmín Del Río, una colorada de 32 años, con una mirada verde esmeralda tan profunda como el océano mismo, y una sonrisa mas dulce que la miel, una mujer hecha y derecha, frontal, decidida, fiel a sus convicciones, con confianza en si misma, solidaria y muy buena persona, dueña de un humor y una ironía única, lo que la vuelven bastante extrovertida a la hora de desenvolverse en distintos escenarios. Puede ser un ángel o un demonio, dependiendo de la situación en la que se encuentre, sabe jugar bien sus cartas. Gracias a su personalidad tan explosiva, por fuera y para el mundo podría ser considerada la mismísima mujer maravilla, la que todo lo puede y nada la derrota, aunque por dentro se sienta vacía, por ese hueco que un día se instaló en su pecho y nunca más logro irse, ese vacío que espera algún día poder llenar, y volver a tener ese brillo en su mirada.

Era directora ejecutiva de la única empresa constructora del pueblo donde vivió toda su vida, dicha empresa la heredó de su padre, éste ultimo junto con su abuelo, lograron con mucho esfuerzo construir este "mini imperio", como solían llamarlo, y obtener un buen poder adquisitivo, el cual le permitió a Jazmín poder vivir una vida con los gustos y lujos que quería darse aunque ello no le significara mucho, para ella el dinero no era fuente de felicidad. Cuando su padre deicidio retirarse antes de lo deseado, debido a problemas de salud, y entregarle el puesto de director a ella, tuvo que aprender muchos manejos que, si bien algunos ya conocía por siempre estar vinculada a la constructora, había otros mas complejos y profundos que debía estudiar y entender para poder mantener en pie el negocio familiar. Esto la llevo a volverse esa mujer de hierro que todos conocían y respetaban.

-----------------------------------------------------------------------------------------------

Luego de esta pequeña intro, me gustaría comenzar con esta historia, que es mitad realidad, mitad ficción, donde voy a tratar de expresar un poco distintas maneras de ver el amor, distintas historias cruzadas, como el destino a veces se empeña en cumplir dicha leyenda que lleva el nombre de la historia, y como no sabia cual era la mejor forma de encarar los personajes, me pareció que lo mejor era encuadrarlo en una historia de Flozmin, ya que he leído prácticamente todas las que estan publicadas.

Llevo algunos capítulos escritos a medida que me va bajando la inspiración, pero quería publicar el prólogo con tiempo para tener tiempo de acostumbrarme a éste mundo

Sin más, espero que sea de su agrado y que me acompañen en este viaje que acabo de comenzar.