El hilo rojo del destino. Flozmin

Capítulo TRECE

Eran las 8 a.m y una morocha se desperezaba en su cama, la alarma había sonado hacia 15 minutos pero le era imposible moverse de la posición en la que se encontraba, juntó coraje y se levantó, dirigiéndose al baño para darse una ducha, esa mañana se había despertado con una energía distinta, después de muchos meses vería a sus amigas y les daría la noticia de que se quedaría definitivamente, por lo que se sentía mas animada de lo normal, estaba ansiosa por ver la reacción de Virginia y Carla.

Llegó al bar donde sería la cita 15 minutos antes de lo acordado, la primera en llegar fue Carla, quien corrió hasta donde se encontraba la morocha y la abrazo por un largo período de tiempo, aún no terminaba de abrazar a su amiga cuando una persona le toca el hombro por detrás, era Virginia quien luego de un pequeño gritito se sumó al abrazo de las otras dos, el vinculo entre las tres era especial, debido a sus trabajos les era imposible verse con frecuencia y tampoco eran de esas amigas que hablaban todo el día, era una amistad que trascendía la distancia y el tiempo, podrían pasar años si verse o hablarse pero estaban seguras que al reencontrarse todo sería igual que siempre, una vez que se deshicieron del abrazo tomaron asiento en la mesa.

-F: ay no saben todo lo que las extrañé a las dos

-C: pff y nosotras, tenemos que ponernos al día

-V: re, tenemos mucho tiempo para eso, vamos a tener Flor por varios días. -comenta la castaña emocionada.

-F: de eso quería hablarles. -la morocha comenta esto con tono serio, cosa que hace cambiar la cara de sus dos acompañantes.

-V: no me digas que al final no te quedas.

-F: en realidad todo lo contrario. – les dice sonriendo.

-C: no estoy entendiendo, podrías explicarnos?

-V: dale Flor, basta de intrigas y vueltas, que es lo que querías decirnos?

-F: bueno, vieron que hace un tiempo hubo problemas en el Hospital Publico de acá? -ambas asintieron prestándole atención a la morocha-, bueno, el antiguo director se mando varias cagadas que dejó al hospital en la mismísima desgracia, tuvo manejos medios turbios, no hizo mejoras en las instalaciones ni invirtió en los insumos necesarios, echó a un montón de gente sin indemnizar, los dejo en la calle sin aviso ni nada, todo para llenarse sus propios bolsillos, bueno eso es medio por arriba lo que pasó, todavía no estoy al corriente de todo, pero sé que se la mando feo y lo terminaron rajando de acá.

-V: no sabía todo eso, sé que había quilombo pero no para tanto, se rumoreaba de que iban a cambiar la dirigencia y todo el directorio pero pensé que solo era un rumor.

-C: y vos como sabes todo esto, quien te contó? Tus viejos?

-F: bueno, yo sé todo eso porque hace un tiempo me llegó la propuesta de venir a hacerme cargo y tratar de arreglar un poco las cagadas que se mandaron, si el hospital cierra muchísimas familias se quedarían sin cobertura médica, no todos tienen la posibilidad de ir a una clínica privada.

-C: entonces, que nos estas queriendo decir? -ya se notaba la ansiedad en la voz de la rubia, cosa que hizo reír a Florencia.

-V: dale boluda, estas hace 10 minutos dando vuelta, anda al punto.

-F: como es decía antes que me interrumpan... me llegó la propuesta de venir y ser la nueva directora del hospital, después de pensarlo y analizarlo mucho decidí aceptar, asique esos rumores que escuchaste sobre el cambio de directorio Vir, eran ciertos, y, fuera de mi familia, ustedes son las primeras personas en enterarse.

-V y C: QUE?

-V: eso quiere decir lo que estoy pensando?

-F: no se que estas pensando pero creo que sí