Jazmín se estaba terminando de arreglar en el cuarto del hotel donde se hospedaba, le quedaban unos 10 minutos para la hora de la reunión, pero la misma se iba a llevar a cabo en la sala de conferencias que había en su hotel, había reservado el lugar ya que al ser una especia de all-inclusive contaba con ese recurso. La sala contaba con una mesa para alrededor de 6 personas, un sillón con una mesa ratona, un pequeño atril que contenía un proyector y una pantalla para poder mostrar la presentación que habían preparado, también contaba con un pequeño servicio de catering, que por la hora a la que se realizaría la reunión sería como una especie de brunch. Además, la vista del lugar era imponente, la sala era vidriada y se podían observar las montañas y la naturaleza que decoraba las afueras del hotel.
A las 10:55 suena el teléfono de la suite de la colorada, anunciándole que en la recepción se encontraba un hombre y una señorita que estaban buscándola a ella. Se miro por ultima vez en el espejo, no sabía si el atuendo elegido era el adecuado para la ocasión, había elegido un pantalón blanco ajustado, una remera de seda negra y un saco que hacía juego con el pantalón, unos zapatos negros, se había maquillado sutilmente para resaltar sus rasgos y había dejado su pelo suelto, quería lucir perfecta, suspiro y salió rumbo al elevador para hacer acto de presencia.
Una vez que llegó a recepción y preguntó por la pareja que la estaba buscando, el encargado del lugar le dijo que estaban en el hall del hotel. Se dirigió hacia allí y pudo ver a ambas personas sentadas esperando por ella, se dedicó 5 minutos para observarlos y analizarlo, el hombre que parecía tener entre 35 y 40, de cabello castaño, años vestía un pantalón jean oscuro, una camisa blanca y un suéter bordó, no era ni formal ni informal, al lado de él se encontraba una chica rubia bastante mas joven, según el ojo de la colorada debería tener unos 25 años y parecía ser la asistente del hombre ya que tomaba nota de lo que él le decía sin perder ningún detalle, esta vestía una pollera negra que hacía juego con su saco, una remera celeste opaca y unos zapatos negros. Cuando termino su inspección se sintió segura que ella tampoco se encontraba del todo formal y sintió un pequeño alivio.
Se acerco hasta donde se encontraba la pareja, que al escuchar los pasos de sus zapatos se dieron vuelta para quedar cara a cara con ella, ahí pudo observar mejor sus facciones, ambos parecían sacados de una revista, él con unos ojos marrones que a la luz parecían medios verdosos, una barba perfectamente recortada y un porte bastante intimidatorio, y ella con sus ojos azules que resaltaban por su sutil maquillaje, y una piel que parecía de porcelana de lo perfecta que era. Si bien ella había hablado por teléfono con uno de los encargados de las bodegas, nunca lo había dicho con alguno de los dueños (que hasta donde sabía eran dos hermanos, éstos delegaban las tareas más arduas y hacían acto de presencia solo cuando era necesario), una vez que la pareja se puso de pie hicieron las presentaciones correspondientes.
-X: buen día, usted debe ser la señorita Jazmín Del Río, no? -saluda amablemente el hombre estirando su mano hacia Jazmín-
-J: así es, esa soy yo, un gusto, perdón la ignorancia, ¿pero vos sos Andrés o Martín? -pregunto algo sonrojada la colorada y devolviendo el apretón de mano-
-X: -con una leve sonrisa en su rostro- yo soy Andrés Rolando, mucho gusto, disculpa que no avisamos quien vendría, pero a Martín se le complicó y por eso vine yo, ella es Melina, mi secretaria -comenta presentando a la rubia que hasta ahora solo se mantenía al margen-
-J: -dandole la mano a la rubia- mucho gusto Melina.
-M: -devolviendo el saludo- el gusto es mío señorita Del Río.
-J: podes llamarme Jazmín, no me gustan las formalidades, perdón, ambos pueden llamarme Jazmín.
-A: genial porque a mi tampoco me gustan, asique nada de señor Rolando, solo Andrés -dice sonriendo-
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El hilo rojo del destino. Flozmin
FanficUn hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo, el lugar o la circunstancia. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca puede romperse. Así como lo dice una leyenda oriental, todos estamos c...