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Rubius

El cuerpo me duele bastante y la cabeza me está matando, me cuesta abrir los ojos y parpadeo varias veces antes de abrirlos completamente, no recuerdo nada desde que Willy me drogo. Una luz tenue que proviene de una lámpara alumbra la habitación en la que estoy. Mis brazos y mis piernas están marcados por las cuerdas que me sujetan a la silla, me siento solo.

Una luz más fuerte a la de la lámpara se enciende frente a mi y entonces el pánico que antes no sentía de apodera de mi. Vegetta está al otro lado de un vidrio bastante golpeado y sangrando, esto es tan horrible como la vez que lo vi en el hospital y al igual que esa vez, un vidrio nos separaba.

—VEGETTA!!!—grito su nombre, entonces el se despierta

—RUBIUS!!—no le escucho nada pero por cómo ha movido sus labios sé que ha dicho mi nombre.

En el mal estado en que se encuentra lo veo luchar para quitarse las cuerdas de encima y de un momento a otro la silla en la que está sentado se tambalea y cae al suelo.

—Amor estás bien?—el si me escucha y mueve la cabeza de arriba hacia abajo indicándome que está bien.

Entonces entra Willy.

—Pero si mi parejita se ha despertado—se acerca a Vegetta y hace esfuerzo para levantarlo—Que tal pasaron la noche?

—Willy déjalo en paz!!—estoy asustado

Willy deja a Vegetta en el sitio que estaba y sale de la habitación. Me preocupa porque tanto Vegettita como yo lo hemos perdido de vista. Después de unos minutos entra en la habitación que estoy yo.

—Ahora entiendo por qué Vegetta te quiere—dice Willy mientras inclina mi silla hacia atrás y empieza arrástrame.

—Por qué lo dices?—tengo miedo a donde me está llevando y me deje caer.

—Hmmm porque le encanta follarte —responde mientras nos acercamos a una puerta—Y debo admitir...—abre la puerta y veo a Vegetta—...que a mi también me ha gustado follarte.

—ERES UN IMBECIL!!—grita Vegetta

Me cuesta procesar lo que acaba de decirme Willy, ¿cómo que me ha follado?, no recuerdo eso. Willy coloca mi silla frente a Vegetta y muero por saltar a sus brazos y abrazarlo pero no puedo soltarme.

—Rubius deja de luchar o se te marcarán más los brazos—advierte Willy.

—Entonces suéltame—respondo—Por favor Willy, aunque sea déjame curar sus heridas.

—Estoy bien amor—trata de consolarme Vegetta—No te preocupes por mi.

—Ay que cursis!!—se burla Willy— Si te portas bien Rubius a lo mejor te deje hacerlo.

Willy se marcha y nos deja solos en esta habitación, siempre me imaginé cómo sería amarrar a Vegetta, pero esto no es lo que tenía en mente.

—Estás bien?—pregunta Vegetta, su tono de voz es triste.

—Si, aunque me duele todo el cuerpo—nunca nos habíamos visto en esta situación—Te puedo preguntar algo?

—Claro—respira profundamente, creo que ya sabe lo que voy a preguntar.

—Como es eso de que Willy me ha follado?—temo por la respuesta.

—Es que...—ahora tiene un hilo en la voz—lo hizo y...—suspira y se le van las lágrimas— no pude defenderte.

—Lo viste?—mi respiración se acelera—Me folló frente a ti?

—Sí—empieza a llorar más, Willy me violó y Vegetta tuvo que ver todo eso—No te pude proteger—nunca lo había visto llorar así, esta llorando y suspirando como un niño pequeño—Perdóname.

Yo fui el primero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora