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Rubius

Despierto sobre el pecho de Vegetta, que mejor manera que despertar así. Cojo una de las sabanas y me la envuelvo al rededor de la cintura. Acto seguido me levanto de la cama pero Vegetta me detiene.

—Mmmm a donde vas?—dice mientras estira los brazo.

—Quería hacerte el desayuno antes de que te despertaras—acaricio su mano—No se te puede hacer ninguna sorpresa macho—digo casi en tono de reproche.

—Creí que después de lo de anoche no te ibas a levantar hoy—dice mientras levanta una ceja.

—Pff la verdad es que pensé que no tendría fuerzas, pero aquí me ves—suelto su mano—De todas formas iré a preparar el desayuno, muero de hambre.

—Vale, pero irás a hacer el desayuno con una sábana envuelta en tu cintura?—cómo le encanta ponerme nervioso a este hombre.

—Si quieres me la saco—sonrío—La sábana quiero decir.

En ese momento empezamos a reír, no me vendría mal un poco de actividad física antes de empezar el día pero tengo que ayudar a Alexby con algunas cosas de su boda, aún me creo que después de todo lo qué pasó entre nosotros me haya escogido de padrino.

—Tierra a Rubius!!—dice Vegetta—Pensaba que irías a hacer el desayuno, yo también muero de hambre.

—Si, si perdón. Me distraje viéndote desnudo en la cama—miento, aunque en parte es verdad.

Voy al armario y veo que no tengo nada limpio, maldición, camino sigilosamente hasta el lado del armario de Samuel y cojo una camiseta, a el no le molesta que use su ropa siempre y cuando no desordene su lado del armario.

—Vegettita, chiqui de mi corazón—digo mientras salgo del armario y camino hacia el—Podrías poner a lavar mi ropa, se que me dijiste que lo haga pero se me pasó hacerlo.

—Venga, valeee. Eso te pasa por no escucharme—mueve la cabeza como si me reprochara.

Bajo a la cocina y preparó el desayuno que siempre le gusta, usualmente cocinamos los dos pero no me molesta hacerlo esta vez solo yo. Para cuando baja el ya está vestido y guapo como siempre.

—Hoy vas con Alexby no?—dice y se sienta en la mesa.

—Si he quedado con el para algunas cosas de su boda jamás en la vida pensé en ser su padrino después de...—soy tonto no debí hacerle acuerdo.

Vegetta pone cara de incomodidad, aunque prácticamente ya hemos dejado todo eso atrás, eso no quita el hecho de que siga siendo incómodo así que preferimos no recordarlo pero aquí estoy, hablando de más como siempre.

—Y tú qué harás hoy?—cambio de tema

—Tengo que ver algunas cosas con los animales, pienso en cambiarles de lugar porque ya me está fastidiando escucharlos en las mañanas—responde, menos mal cambiamos de tema rápido.

—Vale, necesitas que te traiga algo del pueblo?—digo mientras sirvo su desayuno delante de él.

—Mmm creo que no, aunque si veo que necesito algo te aviso—de pronto sonríe— Vaya tiene buena pinta, aunque después de Fargan y Alexby nos casaremos nosotros, bendita suerte tengo de que la persona que amo me haga el desayuno.

Sonrío victoriosamente, aún no hemos organizado nada para nosotros, es más, nadie sabe que nos vamos a casar aunque supongo que nuestros amigos y la gente de Karmaland ya lo intuyen, claro que será una boda muy diferente a lo que fue la primera. Joder ya estoy recordándolo otra vez, menos mal no he dicho nada en voz alta.

Yo fui el primero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora