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Samuel

Así cómo yo conozco a Rubén, el me conoce a mi, sabe a la perfección que no estoy del todo bien, me siento sucio, se podría decir que engañé a Rubius en contra de mi voluntad.

—Estás listo? —pregunta Rubius.

—Sí—respondo cortante, no se porque le respondo así, después de todo el no ha hecho nada pero es como si todo lo que digo sale solo.

Ambos vamos muy bien vestidos, me encanta como Rubius va con su traje elegante, es extraño verlo fuera de su estilo habitual. Subimos al coche y durante el camino a la iglesia vamos callados, no quiero hacerlo sentir mal, todo esto es culpa de Willy. Se podría cortar la tensión que hay entre Rubius y yo ahora mismo, me siento tan culpable. Al llegar a la iglesia, Rubius baja del coche sin mirar atrás, supongo que se fue con Alexby. Respiro profundo e intento aguantar mis ganas de llorar, bajo del coche y maldita sea, ¿qué hace aquí Willy?, se supone que no lo habían invitado.

—Pero bueno... Vegettita...—sonríe con ironía—Que bien la pasamos anoche.

Yo evitó responder a sus insinuaciones, así que cierro la puerta del coche y camino hacia la iglesia.

—Vamos Vegetta!!! Se que lo has disfrutado—dice casi en un grito.

—Disfrutar el que?—dice de pronto la voz de Rubius.

En ese momento me detengo en seco, intentando buscar de donde proviene su voz, a lo lejos se acerca él.

—Que has disfrutado Samuel? —traga saliva, por su tono de voz se que está molesto.

—Oh... Vegetta, no se lo has dicho?—estoy por partirle la boca a Willy.

—Decirme que?—Rubius se pone cada vez más nervioso

—Rubén, vamos, te lo voy a contar todo—contesto, me acerco e intento tomar su mano pero el la retira rápidamente.

—Como se que me dirás la verdad!!?—ahora tiene un hilo en la voz—Dime que hiciste...

Estoy tan enfadado y lo peor de todo es que Willy está disfrutando de todo esto.

—Por favor Rubén, confía en mi. —vuelvo a tomar su mano.

De pronto un invitado de la boda se acerca y nos anuncia que están por empezar.

—Me lo dirás después Samuel—no quiero que esté enojado conmigo pero no lo culpo por estarlo después de como lo he tratado.

Rubius se aleja y vuelve con Alexby, Willy y yo nos quedamos solos y de pronto empieza a reírse.

—Se nota que no lo quieres tanto como lo imaginé—continúa riéndose.

Ya estoy harto, camino rápidamente hacia Willy, lo cojo de la camisa y lo empujo hasta el coche más cercano.

—Escúchame Willy y quiero que me presentes mucha atención —Willy intenta soltarse—No arruinarás mi relación con Rubén, vete del pueblo o tendré que desaparecerte. Me has entendido? No me fastidies la vida porque sabes perfectamente de lo que yo también soy capaz de hacer—vuelvo a tirar de su camisa y esta vez lo empujo al suelo—Continúa así Willy y te voy a mostrar mil razones por las que no debiste regresar.

—Ay... Vegetta... Vegetta...—vuelve a reírse— No debiste amenazarme—el se pone de pie y se marcha.

Voy hasta la iglesia rápidamente y busco el lugar al que me han asignado con Rubius. Fargan se ve bastante bien, quien diría que una persona con traje cambia completamente, empieza a sonar la música y Alexby entra lentamente, a diferencia de mi boda fallida con Rubius, Alexby no lleva un vestido y se ve bastante guapo también en traje. A Fargan se le escapan un par de lágrimas apenas lo ve. Rubius camina detrás de Alexby y al llegar al altar me lleno de emoción, no solo por Alexby y Fargan, sino por ver ahí a Rubius, me muero de ganas por estar parado en el altar junto a él.

Yo fui el primero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora