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Fargan

Mi luna de miel ha sido de lo mejor, he pasado de lo más relajado y feliz con Alexby, hemos follado como locos que no se cómo es que no paramos. Es una lástima que hoy regresemos a Karmaland, aunque admito que extraño mucho a mis amigos, creo que lo único estresante de Karmaland es Willy, si tan solo él fuera la persona de antes todo sería mejor.

Cojo la última maleta que falta por meter en el coche y la guardo en el maletero. Alexby viene haciendo una especie de puchero, creo que tampoco quiere regresar.

—Tampoco te quieres ir verdad?—pregunto y en el niega con la cabeza—Ya, yo estoy igual.

—Está ha sido una de las mejores semanas de mi vida—el camina hacia mi y me da un beso.

—No extrañas a Rubius y Vegetta?—pregunto con ironía

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—No extrañas a Rubius y Vegetta?—pregunto con ironía

—Que voy a extrañar a esos parguelas—responde también irónicamente—Pero sí, admito que los extraño.

—Venga, súbete al coche o llegaremos muy tarde y sabes que no me gusta conducir en la noche—el hace caso y se sube.

Es un viaje de cinco horas para regresar a Karmaland, aunque con las tonterías y bromas que vamos haciendo por el camino esas horas pasan rápido. Además Alexby hace todo su esfuerzo para no dormirse y no pasarme el sueño.

—Que crees que haya pasado en nuestra ausencia en Karmaland?—pregunta Alexby.

—No lo se, de no ser porque Vegetta está ahí, creo que estaría en llamas—digo sonriendo

—Ya, te imaginas —sonríe también—Los policías de Karmaland no han estado para cuidar del pueblo.

—Seguramente han hecho cosas ilegalisimas—contesto.

—Quien Rubius y Vegetta?—sonríe con perversidad—Si ese par se la pasan haciendo ilegalidades cada que pueden—dice con sarcasmos y ambos sabemos que lo dice en doble sentido.

—Aunque sabes que me sorprende que Vegetta no me haya llamado a preguntar ni a reportar nada—la verdad es que como amigos me esperaba que nos llame a preguntar por lo menos qué tal el viaje.

—Si, es verdad y tampoco lo ha hecho Rubius, que el hubiese llamado aunque sea para molestarnos—dice seriamente.

—Aunque si lo piensas, la hemos pasado tan bien que ni siquiera nos acordamos de ellos—respondo—Seguramente ellos también la han pasado bien en nuestra ausencia.

—Si, seguramente—responde—Por cierto me muero de sueño, ya quiero llegar y ver a Jimmy.

—Ostras Jimmy, es verdad, lo ves... tampoco me he acordado de él—hay muchas cosas de las que he olvidado de lo bien que fue mi luna de miel.

—Que ahora Jimmy también es tu hijo eh!—le reprende en broma.

—Lo se, lo se—respondo sonriendo.

Yo fui el primero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora