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Rubius

Vegetta pasa su mano por mi cintura, nuestros besos no cesan y se vuelven cada vez más y más intensos. El mordisquea suavemente partes de mi cuello y no puedo evitar gemir.

—No tienes idea de cómo te extrañaba —dice Vegetta y continúa sus besos.

Nuestras lenguas hacen un baile entre ellas y nuestras pelvis hacen un vaivén, la ropa ahora mismo me impide seguir tocándolo. Vegetta se separa un poco, coloca su mano detrás de mi espalda y gira nuestros cuerpos de tal modo que quedo sobre el. Me agacho para seguir besándolo, él corresponde un par de besos y me aparta.

—Que haces? Por que me detienes?—pregunto confundido

—Desvístete—ordena con una sonrisa pervertida.

—Que?—mi corazón va a mil por hora

—Que te desvistas —vuelve a ordenar pero con un tono ligeramente más serio

No se porque estoy nervioso, no es la primera vez que me ve desnudo pero es la primera vez que me pide desvestirme,  usualmente el me arranca la ropa y ya. Me pongo de pie y siento un ligero temblor por todo mi cuerpo.

—Por que no me quitas tú la ropa?—pregunto intentando ocultar mi nerviosismo

—Se que estas cosas te ponen nervioso—sonríe, joder es como si me leyera la mente—Y no tienes idea de cómo me pone pensar que te desvestirás para mi, así que cómo estás aquí... quiero verlo.

Tanto tiempo juntos, tantas veces que hemos follado y estoy más nervioso que nunca, es como la primera vez que estuve con el.

—Estoy esperando...—dice con perversion y a la vez como reproche.

Respiro profundamente e intento contener la respiración, me muero por sentirlo dentro de mi y me fastidia que me ponga nervioso y no me folle, creo que mientras más rápido termine con esto más rápido estará dentro de mi. Giro sobre mis talones y lo veo fijamente a los ojos, Vegetta levanta la ceja y la valentía que sentía hace dos segundo se ha ido al piso.

—Ay chiqui...—sonríe y se pone de pie—Siempre encuentro formas de ponerte nervioso, pero tienes razón ... siempre preferiré desnudarte yo

Vegetta coge el borde de mi camiseta y comienza a levantarla, cuando finalmente me la quita el de acerca y besa mi pecho, sentir su aliento cálido hace que se me erice la piel. Sus besos suben hasta que nuestros labios vuelven a encontrarse.

—No tienes idea cómo extrañaba cada parte de ti—digo entre besos

No se en que momento pero a veces me sorprende la rapidez con la que podemos estar desnudos. Vuelvo a ponerme sobre Vegetta, estoy más listo que nunca, ya quiero tenerlo dentro de mi y como si Vegetta me leyera la mente, coge mi cadera y de un solo empujón me penetra hasta el fondo.

—Ah... —nunca me cansaré de esta sensación de dolor y placer a la vez—Como... te amo

—Extrañaba... tenerte solo... para mi—dice Vegetta mientras empieza un lento vaivén con su cadera.

Apoyo mis manos sobre su abdomen, joder como extrañaba tocarlo, empiezo a moverme más rápido y noto un poco de sorpresa en su rostro.

—Quieres tener el control de esto eh?—dice con picardía—Esta bien... soy todo tuyo

—Llevo mucho tiempo esperando este momento—sonrío y lo detengo

—Que vas a hacer Doblas?—pregunta

—Shhhh solo cierra los ojos—insinúo

Es la primera vez que Vegetta se deja llevar por mi así que aprovecharé esta oportunidad lo más que pueda. Él cierra los ojos y yo me pongo de pie.

Yo fui el primero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora