Según tu definición de amistad Jeon Jungkook no era tu amigo, pero si alguien especial.
Ambos tenían sentimientos mutuos, se lo habían reconocido en una velada de películas y alcohol.
Pero nunca se volvió a tocar el tema.
Eran demasiado cobardes como para pasar el siguiente nivel.
Preferían ignorar lo que habían confesado esa noche bajo la valentía de la cerveza.
Pero permanecer siempre en la ignorancia puede ser doloroso a veces.
Te encantaba pasar tiempo con tu compañero de facultad, pero también lo detestabas porque cada risa, cada caminata, cada mirada, cada roce de manos, cada te espero después de clases que compartían solo hacía que esos sentimientos crecieran más sin poder evitarlo.
Pero ¿ A que le tenían tanto miedo?
Si tu cabeza ya era un lío el simple hecho de tener Jungkook en tu sala observando su espalda mientras estabas recostada en el sofá y el en el suelo frustrados al intentar avanzar con un proyecto en casa no era de ayuda, habían estado muchas veces así pero ahora que eran conscientes de sus sentimientos las cosas no parecían ser tan fáciles.
—¿Cuándo es la fecha tope? — te preguntó sacándote de tu cabeza.
— No estoy segura, una semana creo —le respondiste somnolienta.
— Creo que por hoy es suficiente, de todas maneras ya no logramos avanzar.
"No logramos avanzar"
No pudiste evitar llevar esa simple frase a vuestra situación, ¿Qué es lo que falta para poder avanzar?, si dos personas se quieren porque tiene que ser tan complicado.
—Voy al baño y luego me iré a casa, tengo que trabajar mañana temprano — te anticipó Kook antes de acariciar tu cabello y desaparecer por el pasillo.
Cerraste los ojos solo un momento, esperando a que Jungkook volviera y así despedirte de él.
Sentiste sus pasos cuándo volvía a la sala pero estabas tan cansada que no pudiste abrir los ojos ni emitir algún sonido.
Y al verte soltó una carcajada que te encantó.
— Típico de ti, el sueño siempre es tu prioridad —dijo antes de buscar algo para taparte.
Y entonces pasó.
Sentiste como posó sus labios gentilmente sobre los tuyos por varios segundos para después acariciar tú mejilla.
Fingiste que seguías dormida pero por dentro tus nervios estaban a flor de piel y tu cabeza a punto de explotar.
Finalmente Jungkook tomó sus cosas y cerró la puerta dejándote sola.
Te levantaste de golpe, tu corazón a mil por hora, tus mejillas totalmente rojas, todo el cansancio y sueño habían desaparecido en un segundo, te golpeaste para comprobar que estabas despierta y que efectivamente esto había pasado.
Y vaya que estabas despierta.
Jeon Jungkook te había besado.
Caíste en tu cama más confundida de lo que ya estabas, tratando de averiguar lo que significaba lo que acaba de pasar.
¿Deberías enfrentarlo?
¿Deberías devolverle el beso?
¿Deberías hacer la vista gorda?
¡Joooder! Como si ya no tuvieras bastantes cosas que pensar sobre tu relación con kook.
Cerraste los ojos pensado que la almohada se encargaría de ayudarte a procesar la información.
