Las visitas a tu cuarto se habían hecho parte de la rutina, tanto así que cuando Yoongi no venía a tu casa la soledad que sentías en las noches no te gustaba para nada, era obvio que lo que sentías por el ya había superado la parte del deseo, lo querías, querías pasear con el de la mano, sentarte en su regazo, besarlo sin importar quien pudiera verlos, comer con sus padres, jugar con su perro, querías todo lo que se supone que haces cuando estas en una relación, pero Yoongi simplemente había evitado el tema, no estaban en una relación pero habían prometido ser exclusivos y pretender que no se llevaban bien delante de Jin.
¿Será que no eres lo suficientemente buena?
¿Tiene miedo de lo que Kim Seok Jin le pueda hacer?
¿O simplemente no quería compromisos?
EL único problema era que nunca obtendrias respuestas, porque cierto rubio de ojos intensos se negaba a responder cualquier pregunta que tuviera que ver con sus sentimientos.
No lograbas abrir esa puerta, y Min Yoongi tenía muy bien escondida la llave.
Cómo ya se había hecho común habías soñado con Yoongi, te levantaste de tu cama con la intención de tomar una ducha que pudiera llevarse esos pensamientos que te decían que no eras ni un poco importante para el.
Cuándo abriste la puerta lo viste, con su cara hinchada y sus ojos somnolientos que hicieron contacto de inmediato con tu mirada.
¿Había dormido aquí y no pasó visitarte?
Mala señal, pensaste.
Te congelaste mientras lo mirabas y notaste una pequeña risita, entró al baño dejando la puerta con una pequeña abertura.
¿Era una invitación verdad?
Caminaste rápido por el pasillo para llegar al baño y cerrar la puerta antes que alguien te viera entrar, apoyaste tu espalda justo después de poner el seguro y voltear para tener una perfecta vista de la espalda desnuda que tantas veces habías abrazado con tus piernas.
— Está ocupado — dijo mientras se sacaba los pantalones y quedaba solo en su ropa interior.
— Si bueno, la puerta estaba abierta y alguien no fue capaz de ir a verme anoche, así que vine por mi dosis de... mmm ¿como decirlo sin que suene obseno? digamos abrazos y besos.
Volvío a sonreír para voltear y acercarse a ti, acarició tu mejilla y puso un mechón de pelo detrás de tu oreja.
— Lo siento, anoche llegamos muy tarde y tu hermano no se durmió hasta hace unas horas , no pude escaparme.
—Vale te lo perdono, solo si me lo compensas ahora — le respondíste mientras jugabas con el borde de su bóxer.
Te beso rápido y con necesidad su mano subió a tu cuello para apretarlo ligeramente, lo preciso para sentir como tu entrepierna se humedecia, joder le necesitabas tanto.
Te alejaste de Yoongi para prender la ducha y que el ruido del agua cayendo lograra disimular un poco el ruido del desastre que estaba por venir.
Te sacaste la usual camiseta gigante que usabas de pijama para quedar solo en bragas.
Tomaste al rubio que no había dejado de mirarte de la mano y lo apoyaste contra el lavabo para esta vez tomar tu la iniciativa y besarlo, bajaste a su cuello y no pudiste evitar dejar una marca, sabiendo que eso sería una discusión después, continuaste tu camino y jugaste un poco con sus pezones, bajaste lento dando besos en su abdomen y finalmente bajar sus boxers para darle amor al amiguito que tanto habías echado de menos anoche.
