Flashback 12 de septiembre.
Habías decidido qué seria un viernes tranquilo, era el cumpleaños de tu mejor amigo y querías que tuviera un buen recuerdo.
Querías pasarlo bien sin pensar demasiado, no conocías a la mayoría de los que estaban ahi puede que una o otra vez te los hubieses pillado en alguna fiesta o algo .
Te estabas sintiendo incómoda, así que tomaste la quinta cerveza de la noche para no estar tan consciente de ti misma . Aunque a decir verdad ya estabas bastante anestesiada, simplemente sentiste que no era suficiente ya te daba igual, nadie sabía que estabas ahí observando cómo los demás se la pasaban de puta madre.
Una voz un tanto familiar te hizo volver a la realidad.
— Porfavor dime que queda algo para beber .
Sabías quien era , un amigo cercano de Nam de hace años.
Park Jimin .
Pocas veces habían cruzado palabra , pero siempre había sido muy amable contigo.
Sonreíste un poco boba por el alcohol y asentiste.
— Lo qué te puedas imaginar pu-pues está aquí mi amigo — apuntaste la nevera a tu lado.
— Ya veo que le estás haciendo guardia — se burló de ti y en pocos segundos su adorable risa te contagió.
— Si bueno ya sabes por si alguien guapo viene a preguntar por alcohol, aquí estoy.
— Y ese alguien guapo ¿soy yo? — se acercó considerablemente a ti mientras ágilmente abría la nevera y sacaba una de las mismas cervezas qué estabas tomando.
Creíste que al obtener lo qué quería se alejaría, pero no. Te tenía prisionera. Pudiste oler sutilmente su aliento y si bien lo disimulaba mejor qué tú estaba bastante ebrio.
— Contándote a ti mmm , van mas o menos unos tres — sonreíste.
— Pero puedo apostar a que soy el más guapo.
— No te voy a discutir eso — sonrió ante tu respuesta.
Se apartó para ponerse a tu lado y dio un trago largo.
— ¿ Cómo va la vida eh? — continuó con la conversación.
— Vale empezamos fuertes — le respondiste medio enserio medio en broma.
Sus ojos desaparecieron por lo que dijiste y en ese momento decidiste que lo adoraste, adoraste como se convertían en dos líneas cuándo algo le causaba gracia.
— ¿ Quieres ir fuera y hablar sobre lo jodida qué es la vida? — te preguntó y sentiste mariposas, no sabías exactamente si por lo qué Jimin te estaba proponiendo o por la cerveza.
— Vale — le soltaste como si no estuvieras para nada emocionada por la idea.
Y ahí fue cuándo empezó todo, una inocente charla en el jardín que entre bromas y una conversación un tanto seria probaste por primera vez los labios de Jimin .
Nunca entendiste muy bien como habían llegado al asunto pero no tenías quejas al respecto. Todo termino cuándo Taehyung llegó en busca de su amigo para qué lo llevara a casa porque no se sentía bien.
— Dame tu móvil — te dijo antes que os separarais.
Y entonces cuándo te lo devolvió había guardado su número.
