Emm...a-así soy yo

Día laboral

-N-no, va-váyanse, a-aléjense, mo-morirán- Decía aterrado.

Veía como el auto de mis padres iba por la carretera, mientras que yo, veía desde los arbustos como se acercaban al punto en el que murieron, quería salir de donde estaba para advertirles que regresaran, pero algo me lo impedía, no me podía mover, solo podía gritarles y al parecer, no me escuchaban.

El auto iba por la carretera, yo estaba a la orilla de esta, ellos se dirigían hacia mí, no directamente, pero pronto pasarían por donde estaba yo, por lo que tenía que hacer algo, ellos no debían morir, no quería que eso pasara. Trato de dar un mísero paso hacia la carretera, en donde las luces me harían notoriamente visible, para que se detuvieran y poder salvarlos, pero no pude, algo me lo evitó, no podía moverme, estaba paralizado, sentía mi corazón desprenderse de mi pecho, estaban cerca de la zona de accidente y yo no podría hacer nada para evitarlo.

Ellos solo se acercaban más y más y mi corazón estaba a punto de salirse de mi pecho, estaba completamente aterrado, en esos momentos no sabía si simplemente cerrar los ojos para no verlos o seguir intentándolo y tratar de evitar el choque. Nunca pude moverme, al menos no en esos momentos, lo seguía intentando, tratando de moverme hacia la carretera para advertirles, tenía que decírselos, al menos alguna señal debería haber para poder decirles que se alejaran, que no pasaran por ahí, que algo terrible les pasaría si seguían con su camino.

El auto ya estaba demasiado cerca, decido hacer un último esfuerzo por moverme y funcionó...por desgracia. Sí, fue algo malo el que me pudiera mover, porque cuando lo hice, con una pequeña esperanza de poder moverme hacia el auto, creo que lo hice con una fuerza mayor a la que me esperaba y...salté hacia la carretera, en ese momento era lo único que hice, no sabía que más hacer, solo me quedé viendo las luces del auto, como se hacían cada vez más brillantes conforme se acercaban a mí, vi el rostro de mis padres, no notaban mi presencia hasta el momento en el que estaban a unos pocos metros de mí, mi padre, quien conducía, hizo un rápido movimiento con el volante, tratando de evitarme y no atropellarme, yo por reflejos traté de quitarme y salí de la carretera para volver al espacio en el que estaba antes, no sin antes darme cuenta, en el vidrio del auto, como mi piel se había vuelto peluda y de un color café. Cuando volví a mi lugar de origen, solo pude quedarme de pie, dándole la espalda al auto destrozándose y quemándose con mis padres vivos adentro, hasta escuchar la explosión, en donde rompo en llanto después de analizar lo que había pasado...yo era el venado que se les atravesó, el causante de su muerte, quien tenía toda la culpa de que ya estuvieran muertos, ya no soportaba esa realidad y simplemente corro y salto adentro del fuego en el que ardían mis padres sin poder ver bien por las lágrimas que estaban en mis ojos, atrapadas y escapando, haciendo que las siguientes tomaran su lugar para que pasara lo mismo con las siguientes y en ese siclo infinito de lágrimas que van y vienen hasta cruzar aquella barrera de fuego que me separaba de mis padres para despertar de un grito.

Con mi respiración agitada me quedo sentado en mi cama, tratando de normalizar mis latidos y respiración con suaves caricias en mi pecho, trataba de dejar de llorar sin tanto éxito, me tardé ahí diez minutos hasta poder soltar un suspiro totalmente tranquilo, o al menos lo que me permitía aquel sueño que acababa de tener.

Me levanto todavía en mi pijama totalmente blanca sin diseño y voy directo a la cocina, donde preparo mi desayuno después de haber visto que día de la semana era, sí, tenía un papel en el refrigerador que me recordaba que comer dependiendo el día de la semana que fuera. Preparo mi desayuno y me siento en la meza para que mientras lo cómo, tomar mi celular para ver en él, el video recién gravado, veía como estaba yo en mi cama, retorciéndome, lloriqueando, mientras aterrado murmuraba "mami" y "papi", cada segundo de ver eso me avergonzaba, ¿Cómo era posible que un chico de veinte años todavía lloriqueara en una pesadilla mientras se retorcía aterrado por una simple pesadilla, gritando "mami" y "papi" como niño pequeño? Simplemente vergonzoso.