Al escuchar esas palabras del chico, sabía que este había despertado por completo, por lo que solo respondió con un movimiento de cabeza para reafirmar su puesto como figura autoritaria, haciendo que el chico note su frialdad y logrando su cometido. La chica se levanta sin preocuparse por los platos sucios, mientras que el chico, todavía sentado, piensa.
¿Debería lavar los platos? Sería lo correcto, eso me lo enseñaron desde siempre, pero también me enseñaron que no debería tomar como mío lo que no me pertenece, entonces ¿Cómo los lavaría? Creo que tendré que preguntar primero. Pero [...] ella es demasiado [...] no lo sé [...]
Mientras el chico reflexionaba sobre esto, la chica vuelve a la cocina con ropa deportiva y se empieza a estirar dentro de la cocina, a ojos del chico, quien la mira, no era pervertido, pero le fue imposible evitar sentirse atraído por ver a la chica en ropa apretada estirándose. La chica nota esto y solo sonríe, tomando una botella de agua de la cocina antes de preparar su celular y unos audífonos inalámbricos.
-Saldré a trotar, recoge los platos y lávalos, luego puedes sentarte en el sofá y ver televisión o tengo unos libros en mi habitación para que te entretengas, hoy entro tarde, así que puedes ponerte cómodo mientras esperas.
El chico asiente y la chica se marcha, ahora con tranquilidad, levanta los platos y los lleva hacia aquel lavaplatos sumamente lujoso y primero se puso nervioso por temor a romper algo, pero respiró profundo tal y como había aprendido para tranquilizarse, ya que nervioso podría hacer algo peor.
Ya con calma, pone los platos en donde caería el agua, antes de intentar tomar algo que no estaba ahí, claro, no era su casa, no estaban sus guantes para limpieza.
Tendré que traer mis cosas, si es que en serio tendré que vivir con ella de ahora en adelante hasta que termine el contrato [...]
Pensó, para luego suspirar suavemente; lavando los platos con sus manos desnudas, tiritando suavemente por lo helada que estaba el agua, pero la termina por lavar con la esponja que la chica tenía, poniendo los platos a secar sobre una rejilla que escurriría el agua hasta que se vaya por la cañería.
Luego de terminar de lavar los platos, sacude sus manos y las seca con un poco de papel, luego va hacia la sala donde la chica le dijo que podría leer un libro, pero la mayoría que encuentra son de ficción y solo suspira mientras sigue buscando hasta escuchar algo.
En realidad no escuchó bien por estar concentrado en buscar algún libro, pero le dio curiosidad, caminando hasta donde se escuchaban aquellos ruidos, acercándose a una pared, escuchando lo que parecía ser un chico, pero no era lo suficientemente claro para estar seguro.
De repente suena cómo aquel chico gritaba un tanto más fuerte, pero fue solo eso, un grito final antes de un silencio total, como si jamás hubiera sonado, a pesar de estar casi justo al lado de la pared.
El chico, ya con los pelos de punta, se separó de la pared, poniéndose casi completamente recto, tenso, no sabía muy bien qué hacer y solo se quedó ahí parado pensando en si debería decir algo o ignorar lo que posiblemente había sido un asesinato o tortura.
Decidió dejarlo pasar hasta que volviera la chica, reflexionando sobre lo que le diría, se sentó en uno de los sillones, cruzando las piernas y poniendo su pulgar sobre su barbilla para mantener esa posición mientras su cabecita maquinaba.
Y así permaneció por aproximadamente media hora, pues es lo que dura el ejercicio matutino de la chica, quien llega sudando y jadeando, su ropa estaba un poco mojada, pero tampoco empapada, entró a la casa y con la puerta cerrada, bebe lo que quedaba en su botella de agua antes de mirar al chico.
El chico le miraba, miraba su escultural cuerpo, le parecía hermoso, se sonrojó sin siquiera saberlo y solo parpadeó rápido para salir de su trance. Agita un poco su cabeza y le vuelve a mirar, cobrando de nuevo la memoria y consciencia, pues se había perdido en admirar con la mirada a la chica, sin intenciones lascivas, pero era imposible ignorar un cuerpo tan perfecto.
-D-disculpe [...]
-¿Qué pasa?
Contesta la chica con firmeza, mirándole, el chico se alteró, tuvo miedo de nuevo, una sensación de vacío en su interior lo inundó por unos segundos mientras la chica le miraba, pero tragó y señaló la pared de hace rato.
-E [...] escuché ruidos [...] de aquel muro.
-¿Sonidos desde el muro? ¿A caso crees en los fantasmas?
La chica sonrió un tanto burlesca, pues, notaba al chico un tanto asustado y nervioso, le gustaba un poco verle así, no pudo evitar aquella broma.
-¡N-no! Claro que no, d-del otro lado del muro.
-Oh, del otro lado del muro, ya comprendo. Hablaré con los vecinos para saber qué pasó.
-¡Espera! [...] Los ruidos que escuché eran [...] como si mataran a alguien [...] no me gustaría que le pase eso a usted [...]
-¿Entonces quieres acompañarme para protegerme?
-Pues [...] pensaba en grabar desde lejos para tener evidencia en caso de que [...] usted sabe [...] algo malo pase.
-Pues qué valiente, así no me pasará nada, seguramente. ¡Anda! ¡Haz lo que quieras! Yo iré a hablar con los vecinos.
-Pero [...]
Sin escuchar al chico, ella salió de la casa solo para caminar hacia la casa de los vecinos, él no tenía nada para grabar, por lo que solo podría mirar por la ventana, ya que no sucedió nada como el chico había creído que pasaría.
Supuso que la chica sabría sobre aquellos sonidos y no pasaría nada, pero ahora está ella tocando la puerta de los vecinos para saber qué sucedía, aunque ella ya lo sabía, estaba internamente riendo gracias a su gran y elaborado plan.
Luego de tocar la puerta de la casa vecina, pasan unos minutos antes de que la puerta se abra, de aquella casa se asoma un hombre de su misma altura, pero mayor por bastantes años, el chico solo puede ver desde la ventana y notar eso para temer, pero la chica solo estaba bastante alegre de saludar.
-Buenas, Carlos, ¿Qué tal?
-Hola, Bea, ¿Qué te trae por aquí?
-Vengo gracias a que [...] alguien me ha reportado que escuchó un posible asesinato a sangre fría, vengo a confirmar que todo esté bien.
Ella sonreía intentando contener una risa, ya que sabía que Anthony los veía, a pesar de ella saber exactamente lo que estaba pasando, el chico frente a ella ríe un poco, pero seguía detrás del marco de la puerta, por lo que no le preocupó.
-Pues por aquí todos estamos bien. Alguien está muy agotado luego de una sesión, pero ya seguí el protocolo y todo en orden, pero cuéntame, ¿Cómo es eso? ¿Conseguiste otro chico?
-Sí, desde que el último se fue, dejé el tema de lado, pero encontré a uno y tengo el presentimiento de que esta vez sí funcionará.
-Uy [...] bueno, espero esta vez todo salga bien, sean felices y duren, ojalá hayas aprendido de tus [...] situaciones pasadas.
-Sí, mamá, ya aprendí a tener novio, no me va a dejar esta vez.
Ambos ríen y se despiden solo para que Carlos cierre la puerta y la Beatriz vuelva a casa sana y salva, para alivio del Anthony.
-Al parecer no ha muerto nadie, así que gracias por nada, detective.
Dice con frialdad antes de ir a su habitación a por ropa para ponerse, pues seguía en su cambio deportivo, yendo a cambiarlo por uno más formal, pues se acercaba la hora de trabajar.
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Emm...a-así soy yo
RomancePensé en cambiar aquella creencia en la que en una relación, el chico tiene que comportarse dominante y actuar como figura de autoridad mientras que la chica tiene que ser la obediente y enamorada. Invertiré estos roles, para hacer notar que esto no...