Enkemand. L.S🩸

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 6🩸

Harry

Odia levantarse temprano más que nada en el mundo. Es tan molesto interrumpir sus horas de sueño.

Pero tiene que ir a la jodida empresa a firmar unos papeles porque al viejo de Magnus se le ocurrió dejarlo como el dueño de todo.

Se levanta y se viste de mala gana porque recuerda que la noche anterior salió y tomó alcohol, aunque haya sido un poco igual tiene un ligero dolor de cabeza y está cansado.

Emprende su camino hacia la estúpida empresa de Magnus, jugueteando con el dobladillo de su camisa mientras Benny conduce, ya le agarró el gusto a ni manejar, así que no lo ha hecho en algún tiempo.

Llega saludando cordialmente, todos lo miran con desprecio, como ya está acostumbrado. Entra a la sala de juntas en donde están reunidos todos esos asquerosos hipócritas de los Møller y otros tipos con dinero, que honestamente no tiene ni puta idea de cómo se llaman.

—Buen día.

—Buenos días Señor Styles, por favor tome asiento, ya empezará la junta.

Se sienta como le indicaron y se queda tranquilo sin escuchar una sola palabra de lo que están diciendo en esa junta. Está pensando en que tal vez dejó la mantequilla fuera de la nevera y cuando regrese estará toda Aguada y derretida, ugh, odia eso.

Su mente sigue vagando y recuerda que ya será pronto su cumpleaños y debe organizar una jodida fiesta porque ya invitó a Louis a ir. No sabe a quién va a invitar, no tiene amigos, considera pagarle a varios actores para que hagan el papel de sus amigos en su fiesta de cumpleaños, pero suena una idea muy ridícula, así que termina decidiendo que va a contratar más personal para la mansión y esas personas se harán pasar como sus amigos, tampoco sería una fiesta tan grande, era mejor un pequeña reunión en donde no tuviese que organizar mucho.

—¿Está de acuerdo?

—¿Eh?

Lo sacaron de sus pensamientos con una pregunta, y no tiene idea de que le están preguntando.

—¿Que si estoy de acuerdo con qué?

—En firmar con los japoneses para que sean los ingenieros de los automóviles de la empresa.

—Ah...si, Japón hace cosas buenas, estoy de acuerdo.

—Bien, necesitamos su firma en estos papeles.

La secretaria entra con la cantidad de papeles que tiene que firmar y los pone frente a él dándole una mirada coqueta.

Se pregunta si esa mujer no sabe que es abiertamente gay, ya que literalmente todo el mundo ya está enterado.

Comienza a poner su firma en los lugares indicados y celebra cuando le dicen que ya es libre de largarse a su casa a recuperar sus horas de sueño de belleza.

Está apunto de salir de ahí en cuanto siente que una voz femenina lo llama.

Era Pamela.

Ay no.

—Hola Harry.

—Hola Pamela—sonríe incomodo.

Si Eric era un grano en el culo, Pamela era como cien granos, al menos Eric fingía que no quería nada con él, pero ella era un caso diferente.

—Ya casi es tu cumpleaños.

—¿Como...

—¿Lo sé?—lo interrumpe—Es porque el año pasado lo celebraste con mi padre ¿recuerdas?