Jimin.
Un mes había pasado desde lo ocurrido.
El pueblo, o lo que había quedado de el, pasó a pasó volvía a la normalidad, a ser lo que solía ser en un principio, antes que todo este infierno ya acabado, comenzará.Las cosas han sido diferentes desde entonces, muchas cosas habían pasado que nunca me imaginé que pasarían, las pocas personas que lograron sobrevivir, vivían atemorizadas, aquél temor que ese lobo había plantado en cada alma persistía en cada habitante. La gente comenzaba a huir a sus hogares apenas la última luz del día desaparecía entre las copas de los frondosos árboles de Yang-dong y apagaban cada pizca de luz en sus casas con el miedo de que algún día esa bestia volviera a atacarnos.
Habían sido días difíciles sin duda. El inicio de una nueva vida para todos fue de lo más complicado, dejar atrás personas, recuerdos, sensaciones, emociones, sería un trabajo muy doloroso. La mayoría de aquí perdió familias completas, amigos, padres y madres, hermanos menores..no había quedado nadie en quien apoyarte.
Mi madre había muerto frente a mis ojos.
Sus últimas palabras, su último aliento, lo había ocupado para retractarse y pedir el perdón que después de todo se merecía. Supe con ello que ella nunca dejó de estar para mí, que siempre me amo tanto como yo la amé. Yo la hubiera perdonado, era lo que siempre esperé que sucediera. Madre e hijo volviendo a ser una linda familia. Pero lamentablemente las cosas nunca funcionarán como una quisiera, y de eso se trata el destino, de cosas inciertas, un juego de adivinanzas en donde faltaban siempre piezas, un juego de la fortuna en donde apostabas todo sin saber nada...Yo había apostado demasiado, con la esperanza de que mi rota familia de seis volviera a ser la de antes. Quería que mi hermano volviera a la casa y se olvidará de su venganza, que dejará esa sed por acabar con las personas de este pueblo, y que fuera mi hermano otra vez y no un Alfa al cual debía temer, no quería eso, y entonces en un abrir y cerrar de ojos lo había perdido todo, mi madre y hermano, los había perdido a ambos para siempre.
Y nunca llegué a imaginar siquiera pasar por un dolor tan horrible como este, porque yo deseaba otro final para ellos.
—¿Jimin puedo pasar?—llamaron a la puerta. Gire mi rostro y sonreí a la persona que se encontraba en el umbral.
—Hola Seokjin Hyung..—saludé. Bostece en medio del saludo, apenas eran las ocho de la mañana y ya todos estábamos despiertos—¿Qué me traes el día de hoy?.
Río levemente.
Terminó por entrar a la habitación, con cuidado de no derramar nada de lo que venía en la bandeja de madera.—Mamá quiso que probaras algo liviano hoy—comentó, salí de la ventana y a paso lento camine hacia la cama. Arrastrando aquél sostenedor para el suero y demás cosas que Seokjin cree necesarias para mi mejoramiento—Aquí hay un rico jugo de piña, unas tostadas con mermelada y un postre de cerezas por si tienes hambre aún..—sonreí, viendo maravillado aquella apetitosa variedad de platillos—Pruébalo.
—Muchas gracias Hyung..esto, de verdad se ve delicioso—dije con sinceridad. Tomé los cubiertos y probé primero las cerezas, aquel exquisito sabor estallando en mis papilas gustativas—Vaya, esta riquísimo..
—Lo cocinó mi madre por supuesto—dijo con orgullo—Bueno, ahora debo partir. Tengo que cubrir horas extras en el hospital por la baja excesiva de personal y porque hubieron unos pocos heridos..
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Entre lobos || MYG&PJM
FanfictionDurante días los habitantes de yangdong han vívido con miedo por una criatura que ha llegado al pueblo, ignorantes a todo lo que ella traía consigo, una venganza que quería hacerse cumplir, un alma destrozada y rencorosa que quería a toda costa dest...