Capítulo 12

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Él sol comenzaba a salir entre en Alba, había dormido poco, no podía dejar de pensar en lo que pasó anoche, tarde o temprano debía darle una respuesta concreta a mí Hyung, no podía dejarlo ahí nomás, con su confesión al aire.

Min Yoongi se había ido temprano debido a que debía responder por sus horas de trabajo, al parecer debía cubrir las horas de otro compañero por lo que su padre le ordenó irse más temprano. Antes de irse beso cálidamente mi frente prometiendo volver cuanto antes para hablar sobre la repentina confesión que tuvimos en la madrugada. Ahora me encontraba sólo con mi soledad, mamá aún no se presentaba por aquí, de todas formas seguía siendo temprano para venir aún. Extrañaba a mis hermanos, de seguro ellos deben estar confundidos por no verme en casa desde hace dos días, esperaba que mamá les haya dicho que tenía cosas que hacer o alguna excusa creíble, aunque eran niños, cualquier excusa serviría para decirles.

El dolor en mi pecho ya no estaba, las dosis que venían a inyectarme cada ocho horas iban disminuyendo, pero aún así me sentía mareado, y él semblante de enfermo no me cambiaba aún. Odiaba los hospitales, ¿cliché no es así?, de pequeño siempre me la pasaba aquí, como me encanta escalar las arboledas, eso requería de un esfuerzo extra, lo que provocaba que me agitara de más y con ella la falta de aire se instalará en mi pecho impidiéndome respirar con normalidad, y obligados debían traerme.

Mí madre siempre me catálogo como un niño desobediente, demasiado enfermizo y quizás algo energético. Y lo seguía siendo, tal vez lo de energético se había ido pero lo de desobediente seguía ahí, siempre me salía de casa e iba en busca de mi Yoonie, desde pequeño que me privaba de muchas cosas, mi libertad se me fue arrebatada de niño, aunque de todas formas me llevó tiempo notarlo, ya que no era muy sociable que digamos por lo que creía que el no salir de casa era normal en mi día a día. Sólo era Yoongi y Seokjin con los que socializaba, pero siempre fue en mi casa en donde nos veíamos hasta más o menos los diez años, más tarde Yoongi me haría entender el que estaba mal el sólo encerrarme en mí casa y no ver más allá de ella, el fue de gran ayuda para mí. Y de ahí el odio de mi madre a Yoongi, según ella aquél alfa había corrompido a su amado hijo, pero no era así, él sólo me ayudó a abrir mis ojos y darme cuenta de lo que estaba pasando.

El sonido de la puerta llamó mí atención. Segundos después mí doctor de cabecera entró y me saludo cortésmente.

—Tiempo sin verte Jimin, el doctor Henry te derivó a mi autoría, hoy seré yo el que te atienda—terminó por decir.

—Buenos días señor Shinji, hace mucho no lo veía, luce tan joven como lo recuerdo señor—ambos reímos sutil.

—Concuerdo, ahora. Según dice tu ficha te encontraron inconsciente en el bosque, has sufrido un severo ataque de asma y por lo que veo es el primero desde la última vez que te vi, ¿Estoy en lo correcto?—asentí, atentó a sus próximas palabras. La última consulta que tuve con él fue cuando tenía trece años, eso fue hace cinco años, años en los que no tuve ninguna recaída hasta hace un día.

—¿Podré irme pronto doctor?.

—Si todo sale bien en los exámenes que te mandaré hacer, podrás irte mañana mismo, sólo si todo sale bien. Es mi deber como doctor asegurarme de tu bienestar, contando que te conozco de hace años, me preocupa tu estado chiquillo..—aquello más que un aviso lo sentí como una reprenda.

—Como usted diga entonces.

El me sonrió, y sin más que decir comenzó con el chequeo matutino. Observo mí pulso y mí pecho, la velocidad y el tiempo con el que me tomaba respirar, midiendo las pausas y demás, anotaba cada detalle en su libreta. Finalmente aquél señor había terminado con su chequeo, diciendo que todo estaba en orden y que por favor mantuviera el mismo ritmo como ahora para evitar sobresaltos y cosas que empeoren mí situación. Al cabo de unos minutos el doctor se fue, dejándome con un listado de indicaciones que debo seguir al pie de la letra, odioso de cierto modo, por esto y otras cosas no me gustaba tener que venir a los hospitales.

Entre lobos || MYG&PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora