Capítulo 14

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Hoy por fin regresaría a mí hogar. Mis padres se encontraban buscando mis medicamentos para los próximos 15 días, él doctor les había recomendado que siguiera aquí pero mí madre se negó, disputando que prefería tenerme a su lado para así poder cuidar mejor de mí, no descartando la idea de traerme si lo veía realmente necesario, esperaba que no. No quería volver otra vez aquí.

—Y entonces Suk Hyung comenzó a perseguirme y caí de un tropezón al suelo, y así fue como me rasmille la rodilla Jiminie..—narraba mí hermano, el menor de los tres. Los había extrañado.

—Pero Kwanie..debes tener más cuidado por donde corres..—le reprendí de manera suave, no quería asustarlo.

—Prometo fijarme para la próxima Hyung—y en un intento de ser adorable, el menor me extendió su dedo meñique, para entrelazarlo con el mío. 

—Promesa entonces bebé—el emocionado entrelazo su pequeño dedo con el mío sonriendo. Me gire a ver a Suk, había estado en silencio desde que llegó, cosa extraña viniendo de él, sólo se acercó a verme y me saludo con un beso en la mejilla, después de eso se fue a sentar al sofá y no se movió más de ese lugar. 

Me extraño eso de él, mi hermano siempre ha sido alegre, a su manera, no era muy social que digamos, en eso se parecía un poco a mí, era serio en algunos momentos, pero ahora, sentía que algo no lo dejaba tranquilo.

Él sonido de la perilla girar llamó mí atención, mis padres pasaban por la puerta con una sonreía hacia mis hermanos y miles de sobres blancos en sus manos, los medicamentos venían allí.

—Bien, es hora de irnos hijos—los pequeños tomaron sus cosas, y papá tomó mí bolso con ropa, mientras que mamá me ayudaba a ponerme de pie. Éste traía una mini venda en el talón, había caído mal el día en que todo paso, provocando una leve contusión en la zona—¿Te duele al pisar?.

Negué, era soportable.

—Sí sientes dolor sólo dime hijo, yo puedo cargarte hasta la casa—ofreció mí padre, pero solo me límite a asentir.

—Lo tendré presente papá.

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Yoongi.

Hoy terminaría mí parte del trabajo, lo único que quería era irme a la casa, tomar una siesta y poder soñar con mí Jiminie, con mí angelito, con mí novio. Desde que lo deje en el hospital, había tenido un malestar en mí cuerpo, había estado revisando mí calendario y el celo no tendría que llegarme hasta la otra semana, pero aún así me sentía algo extraño, un cosquilleo de vez en cuando crecía en el centro de mí estomago.

—¿Min Yoongi trabajando?—siempre llegaba en los momentos más inoportunos éste chico. Sonreí aún sin darme la vuelta a verlo, podía jurar que el aún seguía sonriendo.

Entre lobos || MYG&PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora