"Ya estoy cansado de la oscuridad que habita dentro de mi"
sus manos encontraron mi rostro y sus ojos buscando los míos por vez primera desnudó todos y cada uno de mis sentidos, la mentira que pudieran pronunciar mis labios con su mirada en mi pupila se descubriría en un instante. así eran los poderes de kaoru sobre mi, ella y solamente ella era capaz de contener el monstruo dentro de mi.
ella era como una ventana para mi, una ventana por donde se cuela la luz, un escape de la abrasadora oscuridad que opacaba mi paso por este nuevo y extraño mundo.
me arropo entre sus brazos y hundí mi rostro profundamente en su regazo, para embriagarme de su aroma y caprichosamente tomar un cabello suyo y enredarlo entre mis dedos juguetonamente.
sentía su voz cálida llevándome a casa, a aquel lugar que ella quiso que yo también llamara mío.
"la luz siempre es mas fácil de amar, nadie ama la oscuridad"
me separe un poco de ella, para en un breve impulso enredar sus labios en los míos en un tímido beso, mientras la ataba en un abrazo con mi cuerpo. podía sentir su corazón acelerado, podía sentir su piel erizarse ante mi tacto, mas ella no huía, su cuerpo se relajaba ante mis caricias y como las olas haciendose a la orilla ella aceptaba mi abrazo.
"No es posible despertar a la conciencia sin dolor"
con un beso confirmaba mis sentimientos y los suyos, sellaba la promesa de llamar "hogar" a este lugar y protegerla si así fuera con la vida misma. lentamente me separo de ella acariciando su mejilla sonrosada.
sus ojos ya no se escondían de mi mirada, y el universo que aunque sonrojado ante mi caprichoso acto de rebelión se extendía en total esplendor, aquel momento era solo mío, era solo nuestro.
"lo que esta mal es correcto"
sus dedos se enredaron en los míos y juntos desaparecimos de la oscuridad con la promesa de un futuro brillante.
me arropo entre sus brazos, hundí mi rostro profundamente en su regazo, para embriagarme de su aroma y caprichosamente tomar un cabello suyo por su espalda y enredarlo entre mis dedos juguetonamente.
ella hacia que volviese a ser un niño pequeño, hacia que sonriera de verdad, ella me devolvió la sonrisa y la felicidad. deseaba que durara todos los días, eternamente. suavemente sentí su voz dándome la bienvenida.
"Hare que todo a mi alrededor sea hermoso"
Y era ella quien hacia de mi mundo un lugar hermoso, su sonrisa estaba en cada pétalo de cerezo, sus ojos brillantes como candelabros amanecían mis noches con el esplendor de su pupila.
sus dedos entrelazándose en los míos , el suave tacto de su piel contra la mía enardeciendo un sentimiento del que jamás me sentí digno, aquella palma apretándose a la mía confirmaba un pacto que ni los mismísimos dioses romperían.
este sentimiento que afloraba en mi, que ella habia sembrado y regado cuidadosamente con solo su existencia ya habia enraizado y extendido sus ramas hacia el infinito, y no habia vuelta atrás.
no era la mitad que habia perdido, ni aquella que necesitara para volver a ser uno, pues desde siempre fui uno, pero ella era el complemento perfecto, aquel numero que hacia que ya no fuera un impar imperfecto, sino uno entero.
"el amor es simplemente conocer el veneno y aun así beberlo"
podía escabullirme por entre los pasillos de la comisura de sus labios, y entrar como un ladrón a robarle el sueño, para enredarme en su cintura y hacer que sus olas pudieran hacerse a mi orilla.
y en la inmensidad de la noche ella dejaba su cabello caer y los pétalos de jazmines como luciérnagas rodeaban todo su ser, volteaba a mirarme y el universo estrellado y todas sus galaxias quedaban ahí atrapadas en su mirada, y ella me miraba a mi.
me miraba y la concepción de un nuevo mundo renacía como el fénix de sus cenizas, mis manos suavemente resbalaban de su piel de seda, y la escuchaba como la suave brisa y en un susurro que era mía, y ante tal declaración mi ser como un tsunami se estremecía.
"mis demonios que aunque silenciosos, nunca se callan. en calma esperan pacientemente por una razón que despierte"

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Memories
Fanfiction¿al fin aquí, podré descansar?" se dejó llevar por la gravedad del océano, no había dolor, ni odio, ni amor, ni sangre derramada, solo la realización de un sueño, la muerte que hace tantos años lo perseguía, estaba más cerca de lo que él pudo imagin...