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"conocer tu propia oscuridad es la mejor manera de enfrentar la oscuridad de los demás"

Le dije que me quedaría a su lado, aunque eso significara poner en peligro no solo la vida propia, sino de todos aquellos que rodeaban este dojo. Ella acepto esa consecuencia con el semblante serio digno de las mujeres que conocen lo que es la perdida. 

Kaoru era mucho mas fuerte de lo que podía imaginar, detrás de la delicadeza de sus movimientos y su feminidad habia una guerrera.  tal vez y solo tal vez el destino hubiera marcado con un hilo rojo que ella me encontrara moribundo entre las calles y que su bondad se cruzara con el filo de mi espada, para darle un nuevo propósito, uno que estuviera lejos de la muerte. 

"a veces tienes que tomar una decisión que puede llegar a romper tu corazón, pero que le dará paz a tu alma"

un propósito. ¿pero que es un propósito para alguien cuya única vida ha surcado entorno a la sangre y sacrificio de otros? Kaoru bordaba de colores y esperanza un nuevo objetivo, uno que estuvo enterrado mucho tiempo bajo capas y capas de dolor. 

y aunque fueran migajas de felicidad estaba dispuesto a tomarlas, acurrucarlas entre mis brazos hasta que desaparecieran, hasta que se desvanecieran junto con mi alma, y la devolvieran a su origen, a ese lugar desde donde los seres como yo al fin encuentran un poco de paz, donde los pecados son expiados, donde los demonios son liberados. 

y como un océano, me deje llevar por las olas de su bondad, me acurruque a la calidez de este hogar y todas estas personas. las cadenas fueron aflojándose  cada día un poco mas, los brazos ya no me pesaban, mis movimientos fueron regresando a su antigua capacidad. el cuerpo sano, y la mente fue olvidando aquello que hacia daño. 

¿era este mi nuevo propósito?, ¿la protección, habia finalmente encontrado algo que deseara proteger con todas mis fuerzas?

cuando sus ojos llenos de terror y cólera se fundieron en los míos al verla presa de un demonio de mi pasado, perdí todos los estribos, mi cuerpo prisionero del odio encontraba su propio camino, apenas y podía oír el sollozo de la pequeña kaoru. 

"¡ya no eres un asesino!" 

la sakabatou antes de lanzar el golpe triunfal se detuvo, aquellas palabras me hicieron regresar del infierno, volví a recordar que ya otro era mi camino, aquella espada no servía mas a propósitos egoístas. 

"hablo en nombre de aquellos que aunque nacieron demonios, conocieron el amor"

sus dedos se enredaron en los míos sujetándose fuerte, pues su cuerpo se estremecía ante el miedo y el terror. aquella habia sido la primera vez que perdía los estribos . habría deseado que no hubiera visto esta versión tan lamentable de mi mismo, pero ella ya habia visto lo peor. 

apreté mi palma contra la suya mientras su cuerpo se recostaba contra mi costado al caminar, las manos de kaoru al contrario de aquellas que una vez fueron mi guarda y mi rencor, estas manos que se apretaban a la mía eran cálidas y fuertes. 

estas manos no me necesitaban, podían sobrevivir sin mi y sin embargo me rogaban quedarme rondando aunque sea a su alrededor, como aquellas aves que migran pero regresan siempre al mismo lugar. 

"ya estoy cansado de aquella oscuridad que duerme dentro de mi"



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