Matar, Morir O ¿Amar?

Capitulo_15

Entre lin y kioko lograron convencer a víbora de que se quedara a descansar en su habitación, pues la serpiente aun seguía insistiendo en hacer las rondas de vigilancia junto a los chicos, pero estaba demasiado cansada para seguir discutiendo con las leonas... la noche anterior no había dormido casi nada y se la había pasado discutiendo con grulla. Aparentemente el ave quería elegir el nombre, pero a ella no le gustaba ninguno de los nombres que elegía el, sea de niña o niño, luego discutieron porque ella quería comer cerezas y grulla le llevo frezas, no cerezas, hasta que finalmente el le grito que se estaba comportando como una maniática esquizofrenia con ataque de psicosis y, a base de latigazos, fue echado de la habitación.

En ese momento, víbora se encontraba en su habitación junto a lin y kioko, llorando, mientras devoraba un tazón de fresas y criticaba la "poca comprensión" de parte de grulla.

-¡me dijo loca!- grito, exasperada -es un desgraciado ¡hasta el desmadre de tai lung es mas sensible!-.

Acto seguido, víbora se lleno la boca con un puñado de frezas, aun gimoteando por el llanto, mientras que kioko estaba acostada a la par de ella y lin la observaba, algo divertida, sentada en el borde de la cama, a una distancia prudente de sus dolorosos latigazos. La leona mayor no hacia mas que escuchar y asentir a lo que su sobrina le decía, mientras le dedica una tierna sonrisa, tierna pero algo melancólica. Extrañaba mucho a su amiga, que había fallecido cuando víbora nació. Extrañaba aquellas charlas y peleas que tenían, aquellas noches que se quedaban hasta tarde por hablar de los chicos o cosas así... había sido su mejor amiga, casi su hermana y aparentemente, kioko y víbora habían heredado esa relación.

Víbora era idéntica a su madre cuando estaba embarazada, con la diferencia de que, en vez de quejarse del peligroso trabajo del "maestro víbora", esta serpiente se quejaba de su novio, el ave, por... bueno, ya ni sabia, al principio se había quejado por lo de las cerezas, había continuado con la falta de cariño del ave y seguido con los ronquidos de este... ya había perdido el hilo del monólogo de víbora.

-¿enserio crees que tai lung es mas sensible?- pregunto kioko, que aparentemente SI estaba escuchando a su amiga.

Víbora dejo de lloriquear y gritar para fijar su vista en la de kioko. Trago las frezas que tenia en la boca y, con voz tranquila, contesto:

-bueno, al menos el no me llamo loca psicópata-

-no lo creo- contesto kioko, tomando una freza del tazón -tai lung ES un desmadre, insensible, idiota, mal humorado de...

-¡hey!- la interrumpió víbora -¡estas hablando a de mi hermanito!- dijo, a lo que las tres rieron.

-¿a que viene esa actitud?- pregunto lin, sorprendida por los insultos de su hija en contra del jaguar.

-nada, es solo que- kioko quedo algo pensativa -es...

-¡te gusta!- exclamo víbora, interrumpiendo a la leona.

Kioko se reincorporo bruscamente, negando energéticamente con la cabeza y las manos. Lin, al ver la reacción de su hija, no hizo mas que sonreír... si, definitivamente era como verse a si misma, discutiendo con la madre de víbora.

-¡no!- contradijo.

-¡si!- replico víbora.

-¡no!-

-si-

-no-

-si-

-no-

-si-

-no-

-no-

-si- kioko abrió los ojos como platos, conciente de lo que había dicho -¿Qué? ¡No, espera?... yo... quise decir...-