Dean despertó sentado en una silla con un fuerte dolor de cabeza por el golpe.
-Maldita sea, esa hija de perra golpea fuerte. -Se quejó en voz baja.
Trato de moverse, pero se dio cuenta que estaba atado, los tobillos en cada pata de la silla y las manos a los lados.
Miro al rededor inspeccionando, viendo cada forma para poder escapar cuando sus ojos captaron a dos hombres frente a él inconscientes y igualmente atados. Los desaparecidos. Tenían en sus cuellos marcas de mordidas y la sangre escurriendo por sus cuellos y hombros, se veían muy mal.
Dean tenía que moverse rápido o no saldrían con vida, pero las malditas lo habían atado muy bien y no tenía idea a que hora regresarían.
Después de unos minutos intentando desatarse y sin tener éxito llegaron las dos con una sonrisa mirando a Dean.-Ahora si tenemos algo bueno para comer. -Dijo una de ellas, rubia, delgada con grandes ojos café claro.
- Te lo dije, este es bueno...-Dijo la pelirroja acercándose a Dean con una sonrisa y tomando su cara con una mano, inspeccionandolo-. No como esa basura, pero pronto los vaciaremos completos y nos desharemos de ellos.
Dean sintió como su cuerpo reaccionaba al toque de la pelirroja y una ola de calor lo invadía por completo.
-Maldita marca.. -Susurrojo con rabia y volteó su cara con brusquedad deshaciendose del toque de la pelirroja.
Ella rio y se puso atrás de él tomandolo por el cabello y jalandola hacia un lado para dar paso a su cuello, sólo sintió cuando enterró sus colmillos en su cuello, un dolor agudo. Sentía como chupaba su sangre sin parar y el calor de su boca.
-¡Mhmm! ¡Maldita perra, sueltame! -Se quejo Dean con fuerza, pero sólo seguía succionando hasta que la rubia volteo. -Ahh -Jadeo mas bajo.
-¡Oye! -Grito la rubia y enseguida la pelirroja se separó de Dean.-Dijimos que aún no ¿Qué demonios haces?
Dean sólo soltaba pequeños jadeos entrecordaos.
- Lo siento, pero se veía deliciosa su sangre... y tiene algo distinto en su sabor... -Dijo limpiando con el pulgar la sangre que quedaba en su boca.- Compruébalo tú misma.
La rubia lo pensó por un par de minutos, pero después camino hacia Dean.
- No te atrevas, perra. -Dijo enojado.
La rubia solo río e hizo lo mismo con su cabeza y lo mordió... succionaba y succionaba sin parar, Dean sólo sentia como poco a poco la fuerza se le iba, pero su cuerpo se sentía caliente, se sentia mareado y su mente nublada y no sabía si era porque le estaban chupando la sangre o era la marca.
-Tenias razón.- dijo la rubia separándose de Dean y viendo a la pelirroja.
- Es deliciosa su sangre-.
Después sintió como la otra volvía a clavarle los colmillos y hacia lo mismo hasta que se desmayó.
Dean comenzó a escuchar golpes y otras voces aparte de las vetalas, conocía esas voces... poco a poco comenzó a despertar, pero su visión aun era borrosa hasta que pudo enfocar bien. Ahí estaba Sam y... Castiel peleando contra las vetalas y estaban en apuros.
Cas mando a volar a la rubia, mientras la pelirroja lo atacó y Sam tratando de desatar a los hombres, pero la rubia se levantó y tomo del cabello a Dean sacando sus colmillos y acercándose de nuevo al cuello de él sin morderlo aun.
-Alto o lo mato. -Amenazo la rubia.
Sam y Cas voltearon a verla, deteniendose.-Sam... -apenas pudo decir Dean. Tenía el cuello chorreando de sangre y apenas podía mantenerse despierto y aún sin tener la mente clara.
-Dean... Sueltalo o te vas a arrepentir.- Amenzo Sam.
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The mark of Caín.
FanfictionDean siente aun las consecuencias de tener la marca de Caín aun cuando ya no tiene los ojos negros. Las ganas de matar, de sentir sangre ajena entre sus manos siguen ahí. Ser el asesino que la marca quiere que sea. Quiere tomar todo de él, su volunt...