The mark of Caín.

Capítulo 18

-...Pensaba en como tenerla bajo control mientras no estabas. -dijo por fin con un poco de duda en su voz.
¿Qué? ¿le diría que estuvo pensando en él todo el tiempo y fue la causa de que todo se descontrolara? ¿Qué se masturbo y se jodio con un consolador pensando en él? ¿Qué mientras el hombre lo tocaba pensaba en Castiel, sólo Castiel un ángel del señor? -"Por dios Santo, claro que no"- pensó. Sería demasiado incluso para alguien tan impuro o corrompido como él. No lo admitiría tan pronto.

Castiel solo arqueo una ceja y siguió escuchando.

- Yo solo estaba desesperado, Cas... demonios... perdí el control de la marca y tú no aparecías.

- Yo, lo siento Dean... Por no aparecer hasta ahora, estaba ocupado con los ángeles y no pude solo irme, pero puedes creerme cuando te digo que solo queria ir y ayudarte... -Dijo más tranquilo Castiel.

Dean sintió como su corazón se apachurraba, se sentía mal, culpable porque lo último sono como reclamo. Castiel también tenía sus cosas y no sólo tener que ayudarlos.

- No. No, Ca-as. Entiendo. Yo no debi... No volverá a pasar lo de la otra noche. Yo realmente no fue porque quisiera.
Y era verdad porque de haber sido por él hubiera preferido que siempre fuera Cas. Simplemente no le gustó sentir a alguien más, a un desconocido cerca de él. Sólo Castiel se sentía bien pero ¿Qué tenía de especial?

Pero claro que no iba a confesarle algo asi a él. Era tan raro, se sentia tan raro, no entendía. No entendía cuál era la urgencia de la marca con Castiel, porque tenía que ser la marca por supuesto ¿no?

- Esta bien, Dean. Gracias. -El moreno hizo una pequeña sonrisa.

Dean sintió un calor en su pecho al ver esa pequeña sonrisa en esos labios tan rosados que sabían y se sentían tan bien. Ya estaba arreglado todo y Cas no se veía enojado.

Castiel lo veía con esos ojos azules tan intenso, lo miraba directo a los suyos y por un momento el tiempo, el lugar y las circunstancias se esfumaron. Sólo estaban los dos.

Luego recordó algo... Sammy.

-Sam debe estar esperándonos, Cas. Tenemos que regresar. -dijo el rubio.

-Por supuesto, debe estar preocupado por ti.

Sin más Castiel lo tomo por el hombro y desaparecieron.

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Sam seguía en la casa, ni Castiel ni Dean se veían cerca y él estaba preocupado y nervioso.
La mirada que había visto en su hermano mayor, la obscuridad inquietante que había notado en él le daban escalofríos. Recordó cuando su hermano fue demonio, lo que le costó encontrarlo, lo que hizo. El trabajo para traerlo de vuelta a ser humano, las cosas hirientes que dijo y el intento de matarlo le daban escalofríos y cada bello de su cuerpo se herizo. Trago con dificultad. Recordó las palabras de su hermano sobre que no quería volver a caer en la obscuridad, no, regresar a eso para Dean ya no estaba permitido. No se lo permitiría y preferiría morir.

Sam tenía miedo de que Dean asi como lo vio; consumido por la marca y las ganas de matar, sin poder detenerse haya herido a alguien inocente y cuando regresará en si no pudiera perdonarse y la culpa lo consumiera. Sabía como era, todo un mártir incapaz de soltar toda la mierda que les pasaba. Cada error que cometía se quedaba con él.

En lo que regresaban, esperaba y desaba que Castiel haya podido traer de vuelta a su hermano por las buenas y no hiciera falta usar la fuerza, decidió juntar los cuerpos y quemarlos hasta no quedar ninguno, destruir toda evidencia de la pelea o de los vampiros aquí.
Terminó de limpiar el lugar y salió de él esperando en medio de la noche. Cas lo había traído y eso quería decir que el impala se había quedado en el motel, tendría que esperar a que regresarán para irse, asi que se sentó en el porche de la casa a esperar.