The mark of Caín.

Capítulo 28

Dean terminó de arreglar su puerta y se encerró en su habitación el resto de la noche hasta el día siguiente, Sam regresaba de correr por la mañana cuando su hermano estaba desayunando en silencio en la cocina, entró y tomo un vaso de agua sin decir nada, después se preparó un café y su hermano seguía sin siquiera mirarlo. Cuando terminó su taza de café salió para darse una ducha dejando a Dean sólo.

Después de bañarse se dirigió a la mesa de la entrada la que tenía el gran mapa junto a su laptop para buscar algún caso, ya que si se quedaban los dos solos en el búnker sentía que podría ocurrir una tragedia.

Después de un rato Dean entró hasta llegar a una de las mesas de atrás con un par de libros y una cerveza, se sentó sin decir nada y siguió leyendo. Sam no sabía que decir o si debía decirle sobre Cas... Tal vez lo pondrían más insoportable de lo que ya estaba y empeoraría su humor, pero Sam aun no podía sacarse de la cabeza la imagen de Castiel y Dean y no sabría si algún día podría, no sabía esta vez como acercarse a su hermano o que decirle y no porque fuera difícil en cuestión de su propia persona, sino por Dean que era alguien muy cerrado y complicado en estos temas, lo que para Sam mas bien le resultaba todo lo contrario y jamás tenía problema con eso.

Aparentemente no había casos, estaba todo tranquilo así que pensó que tal vez seria mejor investigar más sobre la marca o Caín que era lo que suponía ahora investigaba Dean. Recordó que Cas había ido a buscarlo, pero al menos a él no le había dicho nada de lo que sucedio.

- Dean, ¿Cas te dijo algo sobre Caín? ¿lo encontró?- dijo sin ningún distintivo en su tono de voz.

- No lo hizo. -Siguió hojeando el libro.- Pregúntale a él si tanto quieres saber en vez de hacerlo a mí.

Sam suspiro.- Creeme que preferiría preguntárselo a él, pero no está aquí... salió.

- Fantástico, Sam... - dijo con sarcasmo.- Sólo llámalo.

Dios, su hermano estaba tan odioso y no sabía cómo tomaría  lo siguiente que le diría.

- No puedo... Fue con ese angel llamado Hannah a resolver cosas del cielo... Fue lo que dijo.

Sam vio como su hermano por un segundo se detuvo, dejó de hojear el libro y su mirada estaba en algún punto bajo del lugar y luego siguió como si nada.

Cuando Sam dijo aquellas palabras sintió como si le hubieran aplastado su corazón, como un hueco en su estómago, como la sangre le hervia y apretó la mandíbula con fuerza, pero no dijo nada. Sam no tenía que darse cuenta. Sentia todo esto tan raro, tal vez era la marca que hacía que su ira se intensificará y estaba provocando esto.

- Lástima, Sam. - dijo frio y cortante. Un rato después se levantó y se fue.

Tendría que esperar al regreso de Cas para preguntar.

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Pasaron los días y los Winchester seguían en el búnker, Dean se la pasaba en su habitación y sólo salía por comida, cerveza, whisky o algún libro, mientras Sam investigaba lo que podía esperando a Castiel.

Mientras el mayor se recluia solo en su cuarto solo podía pensar en Castiel con Hannah, sólo podía pensar en los comentarios de los demás cazadores, de su hermano si llegaban a confirmar lo de Cas y él y sobre la decisión que había tomado. Daba vueltas en su cabeza una y otra vez y sentía como la marca se intensificaba al paso de cada día y cada pensamiento sobre el ángel, necesitaba una solución que no lo involucrara. Bebiendo sin parar, tratando de llenar un vacío con irá en su pecho, la sensación de estar incompleto ¿Qué demonios le pasaba con Castiel? Él jamás había sido así, jamás experimentó tales sentimientos y la marca parecía empeorado todo.