The mark of Caín.

Capitulo 24

Pasaron otro par de días y Castiel aun seguía en el búnker con Sam y Dean. El menor seguía pendinte del mayor por si había visitas no deseadas.
El ángel casi tan alerta como si estuviera en alguna batalla y esperará el ataque sorpresa de algun enemigo. Solo esperando ver al demonio pero jamás apareció, mientras en el transcurso se daba cuenta perfectamente cuando Dean estaba en su peor momento, esforzándose en no perder el control y aunque el ángel quería con todas sus ganas ayudarlo sabía que no era la mejor opción asi que sólo lo vigilaba.

Incluso llegaba a poder oir cuando el cazador ya no podía más y se encerraba en su habitación sin dejar a nadie entrar, lo escuchaba tratando de aliviarse, de satisfacerse a él y a la marca. Escucharlo gemir al otro lado de esa puerta hacía que Castiel sintiera inmensas ganas de entrar y poder ayudarlo, de estar con él y poder acariciar su piel, besas sus labios gruesos y rosados que siempre sabían a cerveza o whisky, poder ver de nuevo esos preciosos ojos verdes esmeralda llenos de lujuria y calor que brillaban tan vividamente ante el placer y éxtasis que experimentaba en ese momento. Escucharlo jadear, gemir y sollozar pero que fuera Castiel quien lo provocará, eso hacia que un tipo de escalofrío recorriera el cuerpo del moreno, tenía que controlar cada músculo y molécula de él para evitar atravesar esa puerta y ayudar a la persona que quería. La que había cambiado su vida en tan poco tiempo y después de miles de años.

Sam no volvió a mencionar nada sobre el demonio, pero aún tenía sospechas sobre las últimas semanas con el comportamiento de su hermano y la marca, no dejaba escapar ninguna oportunidad para preguntarle a Castiel si sabía algo y él solo podía negar, no sabia que decir exactamente que no fuera más que la verdad. Ya no quería seguir mintiendole, pero Dean se lo habia pedido y eso haría.

Sin hacer nada se sentó en la cocina solo y en silencio, aburrido esperando que Crowley o Hannah aparecieran, comenzó a pensar en alguna solución para la marca, le daba y le daba tantas vueltas, necesitaba esa solución. Entonces, le llegó a la mente las palabras que le dijo Metatron a Dean "el rio terminara donde empieza" y resonaban en ella sin parar.

Después fue interrumpido por Sam que iba entrando.- Cas... ¿estas bien? -preguntó el menor alzando una ceja.

El ángel giro un poco su cabeza para ver avanzar a Sam y adentrarse en la cocina y sentarse frente a él.- Lo estoy.

- ¿En qué pensabas?

- Yo... en Dean... en la marca.

- ¿Alguna idea?

- Estaba recordando lo último que dijo Metatron.

Sam se quedó pensando en lo que acababa de decir y recordó la conversación con Dean.

- ¿Y si la respuesta está en Caín? -preguntó Sam.- El tuvo la marca por largo tiempo, tal vez deberíamos buscarlo.

- Eso es una buena idea, Sam. Tal vez pueda ayudarnos. -dijo con un tono más animado el ángel.

- ¿Y Dean? ¿deberíamos decirle? No a salido de su cuarto en unos dias. Tal vez con esto lo haga.

- No creo que sea lo mejor, Sam. Tal vez debería quedarse. -no le gustaba dejar a Dean, pero ahora no podía ayudarlo con la marca por estar Sam detrás de él para asegurarse que el rey del infierno no apareciera. Si tenían que estar más juntos no sabía que tanto podría controlarla. Era mejor que se quedara, pero no sólo... No quería alejarse de él y saber que en cualquier momento el demonio podría aparecer y estar solos los dos.- Tal vez debas quedarte, Sam...

- ¿Qué? No, Cas... Yo debería ir cont...

- No, Sam. Ire yo. Tú deberías quedarte con Dean por si aparece de nuevo Crowley. -interrumpió Cas diciendo el nombre del demonio un poco mas duro frunciendo el ceño.