The mark of Caín.

Capítulo 27

- Eso mismo te pregunto a ti, Dean. -Dijo por fin Sam con enojo y el rostro serio viendo a los ojos a su hermano.

- ¿¡De qué hablas, hombre!? ¿cómo te atreviste a tomar mi auto, ah? ¡Y encima no me contestas el maldito teléfono! -Reclamo el mayor al menor. Intentando evitar el tema aunque una parte de él sabía que el testarudo de Sam no lo dejaría así hasta que le dijera algo.

- No, no me cambies el tema, Dean después hablaremos del auto. -se acercó el menor despacio hasta el rubio y bajo la mirada a las cosas que aún tenía en la mano.- ¿Quieres explicarme que rayos es eso?

- Estuve con alguna chica de algún bar ¿y eso qué tiene de raro? - dijo irritado.

- No me mientas, Dean. No soy idiota. -gruño Sam.- Quiero la verdad.

- ¿Mentir? Es la verdad Sam, me quieras creer o no ese no es mi problema. -dijo el mayor y se dio vuelta para salir del lugar.

- No, Dean y te diré por qué creo que es una mentira... - Dean se detuvo en seco, pero sin poder ver a Sam. Sólo así escuchando, sintiendo que le temblaban las piernas y su estómago se revolvia. Toda la felicidad que sintió ahora que Cas y él estaban bien se había esfumado cuando Sam le lanzó aquellos objetos que sabía bien que eran y el momento que habían compartido el ángel y él con cada una de ellas.- ... Tuve tiempo de sobra para pensar en el viaje de de regreso y recordar todo lo que ha pasado hasta ahora. La camisa de franela por ejemplo fue la que estabas usando cuando estuvimos hace unas semanas en la casa con el fantasma de la mujer y la que casi te mata, donde casualmente después subiste al impala y saliste diría que huyendo y regresaste con Cas sin la camisa. Después esta la vez del caso de los vampiros cuando te secuestraron y regresamos al motel, tú habías ido por algo de cenar y yo me quede dormido y Castiel seguía en el cuarto. Cuando desperte no estaba ninguno y casualmente los dos iban a entrar y lo habías llevado a ¿beber algo toda la noche? Y entonces apareció la botella de lubricante porque estoy muy seguro que antes de eso no estaba.

- ¿Es en serio, Sam? ¿no se te ocurrió que pude haber estado con alguna chica ese dia? -dijo aun sin voltear y nervioso.

Sam camino para estar más cerca de él.- Sí, lo hice ¿pero sabes que más? Estaba la corbata de Castiel tirada y desde ese dia yo no se la he visto puesta, ni siquiera cuando los encontré afuera del cuarto de motel. Los dos tan cerca y ¿compartiendo una especie de momento?

- Oh, cállate,  Sam...Tal vez se la quito y se le cayó. Yo que sé. -dijo con frustración.

-Sí, también se me ocurrió, pero luego pense ¿y la camisa? ¿por qué la camisa si es que estuviste con alguna chica fue necesario que limpiaras con ella porque siempre o al menos espero que usas protección con ellas? ¿Ah? Dime, Dean porque todo esto es muy sospechoso y nada encaja.

-Solo dejame en paz, Sam. -gruño Dean y siguió su camino.

- ¿Sabes también que es curioso? ¿sabes que hay en común todas estas veces? Que siempre estuviste de alguna forma a solas con Cas por un largo tiempo y resulta que aparece su corbata junto con un lubricante y tú camisa sucia ¿coincidencia no?

- ¡Sólo cierra la maldita boca! -grito Dean enojado.

- ¿Por qué Dean? Sólo quiero que seas honesto conmigo y me digas que sucede... -camino el menor hasta estar atrás de Dean.- ¿Qué sucede entre Cas y tú, Dean? -pregunto con un tono molesto y de reproche.

- ¡Nada, Sam! ¡no sucede nada por un demonio! Solo... Solo me ayuda con la marca ¿contento? Ahora dejame en paz. -Salio rápidamente y enojado del lugar el mayor.

Sam solo se quedó observandolo. Su hermano no era sincero y seguía mintiendo y pensar que algo sucede entre su hermano y un ángel ¿Dean haría algo así? Su hermano era bárbaro con las mujeres y lo sabía de sobra ¿pero un ángel? Imaginarse a él y a Cas tampoco pareció ayudar mucho.