Capítulo 34 "The End"

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El momento en el que Dean sintió el filo de la espada del ángel en su garganta junto con sus palabras y lo que indicaba fueran las últimas cosas que podría escuchar aparte de su hermano gritando su nombre enojado, lo único que se le vino a la mente fue el recuerdo de Castiel y todo lo que compartieron juntos, sabía y estaba absolutamente seguro que no se arrepentia de nada más que haber pasado aun mas tiempo con él y si iba a morir aquí estaría bien por el hecho de haber intentado rescatar a Cas.

Cuando estuvo seguro que el ángel atravesaria su espada en su garganta, nuevamente un destello salió de la caja de arena y cuando menos se lo esperaron Castiel estaba por un lado de Hadraniel, poniendo su propia espada contra su cuello, firme, sin miedo y sin dudar, dispuesto a matarlo si así impedía que matara a Dean.

Por un momento todos se quedaron en silencio, sin ningún movimiento hasta que Sam suspiro de alivio. -Cass... Por dios, justo a tiempo.

Dean sólo lo veía no creyendo que estuvo apunto de ser atravesado por la espada de este ángel, pero Cas llego justo en el momento y fue un gran alivio, saber que al menos hasta ahora no era castigado. Sintió un poco de menos presión en su pecho y trago saliva.
Castiel miro a Dean por un momento y juro que hubo un instante en que pareció ver como un destello de luz y alivio en sus ojos y luego dirigió su mirada hacia el ángel con furia.- Si te atreves a mover tan sólo un músculo y hacerle daño, no dudare en matarte. Ahora, déjalo ir.

- ¿Es en serio, Castiel? Te estoy haciendo un favor. -Dijo Hadraniel mirando con odio al rubio.- El es la causa de tu gran caída, de tu desobediencia. Todo lo que toca lo contamina, lo ensucia, lo rompe.

Castiel apretó más fuerte la empuñadura de la espada y apretó su mandíbula.- No lo repetiré otra vez, déjalo ir.

- Deja al humano, Hadraniel. -Dijo por fin Hannah.

El ángel la miro con sorpresa y disgusto hasta que por fin lo soltó y se alejó de él dirigiéndose hasta Hannah. Castiel seguía en guardia sin descuidarlo, vigilando y dándole la espalda a Dean mientras trataba de recuperarse. Los otros ángeles también soltaron a Sam y él se acercó.

- ¿Dean, estas bien?

- Lo estoy, Sam. Casi no la libro. -Contesto.- Justo a tiempo, Cass... gracias, pero ¿cómo es que...?

- Creo que logre convecer a Hannah... -Dijo mirando por fin a los hermanos.- ¿Están bien? ¿Estas bien Dean?

-Si, Cas estoy bien.

- ¿Qué estas haciendo, Hannah? -pregunto irritado Hadraniel.- ¿No te das cuenta que estoy tratando de arreglar el desastre que hay y tú dejas salir a Castiel como si nada? ¡SI NO LO HUBIERAS DEJADO IR ESTO YA ESTARIA ARREGLADO! ¡EL WINCHESTER MUERTO Y CASTIEL SERIA CASTIG...

- Ya basta, Hadraniel. -interrumpió Hannah.- ¿Arreglarlo? ¿para ti esto es arreglar las cosas?

- Claro que sí, Hannah ¿acaso no lo ves?

- No lo veo. Ni siquiera recuerdo algo que diga que debe ser castigado por haber hecho lo que hizo o que Dean Winchester deba morir por eso, ¿tú si, Hadraniel? ¿Qué tal si refrescas mi memoria?

- Yo... pues...

- Que no les agraden los Winchester, en especial Dean y tampoco el hecho de que hayamos estado juntos no significa que deba ser castigado o Dean deba morir. Simplemente no les gusta, pero no hay nada que diga que es en contra de las reglas del cielo. -Dijo Castiel un poco más tranquilo desde atrás de Hadraniel.
Aparentemente no había sentido cuando el moreno se acercó a ellos dejando a los Winchester atrás.

- Sé que hice mucho daño al cielo, he intentado arreglar las cosas, enmedarlas y jamas lo hice con una mala intención y sí, me equivoque demasiado, pero eso no tiene nada que ver ahora con lo que sucede con Dean.

The mark of Caín. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora