Capítulo 4. Camisa de novio

2.6K 208 80
                                    

💙

Estaba durmiendo plácidamente pero la sensación de calidez llegó a mi espalda. Al principio no le tome importancia y seguí durmiendo pero cuando algo cálido y húmedo toco mi piel abrí los ojos.

— Buenos días — Yoo Han me sonreía mientras su mano permanecía reposando en mi cintura ¿acaso me había estado besando la espalda?

— ¿Qué estabas haciendo?

— Uhm, Mi Yeon Woo ni siquiera me da los buenos días — Respondió haciendo un puchero. No hagas eso, soy débil cuando lo haces.

— Buenos días, ¿qué estabas haciendo? — Pregunte nuevamente.

Yoo Han se acercó a mi cara y me besó la nariz — Estaba besando tu espalda, tu piel es aún más clara ahí... parece una hermosa perla brillante recién extraída.

— No digas esas cosas — Respondí avergonzado mientras me cubría con las sábanas — ¿H-Han?

Sentí el peso de Yoo Han caer a mi lado — ¿Sí? ¿Qué necesita mi Yeon Woo?

— ¿Lavaste mi ropa? — Han no me contestó pero en su lugar levantó la sábana dejando a l descubierto mi cara.

— Sí, está terminando de lavarse pero puedes usar algo de mí guardarropa mientras se seca — Han se acercó a darme un beso en la mejilla — Iré a buscar algo para que desayunemos juntos.

Han ya estaba vestido cuando salió de su habitación así que opte por vestirme antes de que llegara.

Tan pronto como puse un pie fuera de la cama recordé lo que habíamos hecho en la noche. Me dolía la cadera pero extrañamente era un dolor tolerable si lo comparamos con la primera vez que practicamente me dolía con solo moverme un milímetro. En esa ocasión ¿Había sido porque era mi primera vez o porque lo habíamos hecho tres veces?

Después de relajarme pude ponerme de pie y caminar hacia el guardarropa de Yoo Han, si bien me dolía al menos podía caminar. — ¿Por qué la ropa de Yoo Han es tan grande?

Entre más buscaba, más me daba cuenta que su ropa era algo más grande que la mía, lo único que encontré que me llegaba a la medida era unos shorts cortos que apenas llegaban a la mitad de mis muslos y en el otro extremo, todas sus camisas me quedaban holgadas.

Agradecí que Yoo Han me hubiera enseñado los colores porque así descarté algunas. Hubo una que me llamó la atención, era de un tono azul. Yoo Han definitivamente sabría el tono exacto así que se lo preguntaría después.

Al ponerme su camisa en definitiva me quedaba holgada pero me cubría lo necesario así que deje de ser quisquilloso y me fui a acostar en la cama mientras esperaba a Han.

Pasaron varios minutos pero Han no regresaba por lo que me armé de valor y salí a buscarlo a la cocina. La casa de Yoo Han era demasiado grande por lo que entre en varias habitaciones incorrectas hasta que llegue a la cocina.

No había nadie. Solo estaba el teléfono de Yoo Han y una bandeja en la mesa.

Mi instinto de mono me hizo alterarme. Si le pasaba algo a Yoo Han... Si alguien le hubiera hecho algo...

El sonido del celular de Yoo Han detuvo mis pensamientos aterradores y en la pantalla se podía leer la notificación de una aplicación. Tomé el teléfono y lo desbloqueé, Yoo Han aún no cambiaba su contraseña por lo que cualquier persona que nos conociera podría intuir que era mi cumpleaños, la notificación marcaba que se había entregado un pedido de una pastelería en la casa.

¿Acaso había salido a recibirlo?

— Pensé que mi Yeon Woo ya había pasado la etapa de revisar mi teléfono — La voz de Han me hizo alzar la mirada para verlo cargar un paquete que coincide con el nombre de la pastelería que indicaba la aplicación.

SI ES CONTIGO TODO ESTARÁ BIEN - [Color Rush]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora