Todo iba como normalmente, hoy tenía la última clase de mi carrera universitaria de marketing y publicidad.Me levanté, me duché y puse el altavoz para escuchar música. Me pareció buena idea hasta que salió ese irlandés cantando. No lo aguantaba. Creo que me gustaba tanto que no le aguantaba. No me consideraba fan porque no lo era, es más, odiaba a todas sus fans locas que querían casarse con él, ese chico y yo estábamos destinados, os lo digo yo. No me gustaba la forma en la que le trataban, inventado teorías, invadiendo su intimidad...
Era media mañana, había dado la mitad de clases del día, sentía alegría por acabar la universidad (ya que los estudios no es que sean mi pasión), pero a la vez me daba mucha pena. Había conocido a gente maravillosa. Como Alejandro. Recuerdo acercarme a él el primer día, le hablé para decirle que su nombre me recordaba a una canción de mi cantante favorita, por entones Lady Gaga. Alejandro era de un pueblo de Londres y se ganó mi corazón desde el primer segundo, era todo lo que buscaba, bueno, casi todo. Había algo de Alejandro que no me acababa de gustar. Actuaba extraño de vez en cuando, desaparecía durante un par de semanas y volvía sin dar explicaciones. Por más que lo intenté nunca me dejó ayudarle. Siempre me respondía lo mismo: "Carla, estoy bien, ¿no crees que te lo hubiera dicho si me pasara algo?". No. No lo creo. Algo no está bien en él. Pero le sigo queriendo mucho, no se si estaré enamorada, pero ha pasado mucho tiempo y supongo que lo que siento es eso ¿no? ¿enamoramiento? Se supone que tengo que sentir eso cuando llevo tanto tiempo saliendo con alguien, ¿verdad?
Acababa de acabar el día y estaba de vuelta a casa. Sola. Si, Alejandro estaba en uno de sus "retiros", que cada vez duraban más tiempo. Él último duro casi un mes, y este ya va por una semana y media, a ver cuanto dura. Estaba escuchando la radio en el coche de vuelta a casa, no tenía nada mejor que hacer, cuando de repente un nombre hace que deje de respirar por un segundo, Niall Horan. Ni me acuerdo de lo que estaban hablando de él, no era capaz de concentrarme. ¿Cómo era posible que sintiera tantas cosas por alguien que no conozco? Me volví a calmar hasta que empezó a hablar, era una entrevista. Su voz era preciosa, que asco.
Llegué a casa y todo estaba desordenado. Vivía con mi hermano Guille, tenía un año más que yo y estaba constantemente trayendo amigos a casa. Era una pesadilla como todos intentaban algo conmigo sabiendo que tenía novio, aunque a Alejandro tampoco le importaba demasiado, se fiaba de mí. No os voy a mentir, alguna vez casi caigo en la tentación, pero me sentía demasiado mal y nunca llegaba a nada. Al fin y al cabo estaba enamorada de Alejandro, ¿verdad?. Mis amigas , en especial mi mejor amiga siempre decía que en realidad Alejandro y yo no teníamos ningún futuro, no veía amor en nosotros y creía que lo único que hacía era autoconvencerme de que nos amábamos. No era cierto. No podía ser cierto. Nos teníamos que querer. Puede que sea cierto. No no no no.
Lo que no me gustaba nada nada de Guille era su actitud con mi mejor amiga Paula, bueno en realidad me tendría que gustar, era diferente. Se portaba mejor que conmigo incluso, pero bueno, dejemos eso a un lado.
No sé ni lo que estaba haciendo. En que momento pensé que esto era buena idea. Estaba mirando entradas para conciertos de Niall. En qué momento. Necesitaba 2, ya que tenía que ir acompañada de alguien, ya sea Alejandro o Paula (no los dos porque, creo que ha quedado claro que a Pau no le cae demasiado bien Alejandro). Vi unas entradas para un concierto cerca del pueblo de Alejando. Eran dos. ¿Las quería? Claro que las quería. Pero a la vez no. Este chico está sobrevalorado, vaya entradas más caras. Lo voy ha hacer. Las voy a comprar. Deslicé el dedo por la pantalla para comprarlas, ¿Qué estaba haciendo?, ya me daba igual, era el momento de afrontar que en realidad si que era un poco fan. Estaba a nada de darle clic. A nada. Cuando escucho un grito en la cocina no puedo evitar bajar corriendo, era Guille, que había llegado y se había tropezado con el taburete. Idiota. Volví corriendo a la habitación. No podía ser verdad. Ya no quedaban entradas. Volví a leer la página 200 veces para asegurarme, pero estaba más que claro: 0 entrada(s) disponibles. Para una vez que me atrevo a hacer algo así, sale mal. Ahora odio todavía más a Niall.