- A ver, entonces me estás diciendo que Niall te ha besado.- Paula seguía sin creérselo.
Si la costó creerse que le conocí en el anterior concierto, imaginaos lo que le costó creerse esto. Tardó tanto tiempo en procesarlo que dio tiempo a que llegaran las pizzas que habíamos pedido. Pasamos realmente bien el resto de la noche. Decidimos pasar un par de días más allí. Alejandro no volvió a molestarnos, pero a mí me seguía doliendo, al fin y al cabo después de tanto tiempo juntos, un beso de Niall no podía hacerme olvidarle. Aunque casi lo hizo, porque el resto del tiempo solo podía pensar en ese beso.
*****
Estábamos a punto de montarnos en el tren de vuelta a casa cuando sonó mi teléfono. Al estar en la estación había mucho ruido de fondo y ni me fijé en quien me llamaba.
- ¿Quién es?
- Hola, esperaba que me hubieras agregado la verdad- Ese tono de broma, esa risa, esa voz, la reconocí al instante. No me salieron las palabras, asique Niall tuvo que volver a hablar.- ¿Estás ocupada? Puedo llamar más tarde si qu...
- No, Em hola, Niall.- Le interrumpí. Esa sensación volvió a recorrerme el cuerpo.
- Hola.- Hizo una pequeña pausa.- Escucho mucha gente de fondo y como me dijiste que hoy te ibas- ¿en qué momento le dije que me iba, y por qué se acordaba?- Supongo que estarás en la estación.
- Si, de hecho, estoy a punto de montarme en el tren.- No sabía ni que contestarle, estaba muy emocionada. Paula intentó averiguar con quien hablaba, pero creo que con ver mi cara lo supo perfectamente.
- Bueno, pues te llamaré en otro momento.- Su tono de voz no parecía demasiado animado esta vez.- Al menos esta vez sé que me has dado tu número de verdad.- Esto lo dijo algo más contento.
- Créeme que no me hubiera equivocado, y si lo hubiera hecho y tardaras de más en llamarme, lo hubiera hecho yo. - No sé de dónde salió esa valentía, no es que fuera demasiado valiente, pero en ese momento me hubiera atrevido ha hacer cualquier cosa por él.
- Bueno, eso me sorprende. - Podía notar su sonrisa a través del teléfono.- Pero yo hubiera movido tierra y mar para encontrarte de nuevo.
- Me hubiera dado cuenta de que me estabas buscando, hubieras escrito mil canciones si no me hubieras encontrado. - Recordé lo que dijo en su concierto y me arriesgué a recordárselo, temía a la respuesta pero no pareció molestarle para nada.
- Tienes toda la razón, me rindo.- Oír su risa mientras decía esto podría haber devuelto a la vida a cualquier persona.
- Tengo que colgar, Paula ya me está insistiendo en subirnos y quiero pasar un viaje sin tener una amiga del mal humor. - Me dolía cortarle pero estaba a punto de perder el tren.
- Pues te dejo Carla, dile a tu amiga que aún tengo que darla las gracias por traerte.
- Se lo diré.- Mi cara no podía expresar más felicidad, estaba segura. Estaba a punto de colgar.
- ¡Antes de que cuelgues!- Noté como casi gritó eso.- Llámame o escríbeme cuando quieras.- Parecía que me estaba dando permiso para hacerlo, porque sabía que a mi me daba vergüenza.- Por favor.- Pero pasó a parecer que más bien me lo estaba pidiendo.
- Lo haré. Adiós.- Me dolió realmente decírselo, ni quise escuchar su despedida.
Colgué con una sonrisa en la cara mientras Paula me metía casi a presión en nuestro vagón. Durante el viaje de vuelta, y después de contarle a mi amiga toda mi conversación con Niall, no pude dejar de pensar en él. Había conseguido adueñarse de mi mente cada segundo que pasaba. Sabía que iba a doler dentro de poco, son esas cosas que se pueden casi oler. Como cuando una persona te da mala espina, confías y acaba traicionándote. Cosas que simplemente te dan malas vibras. No todo siempre acaba como esperabas, puede que esa persona no te traicione y simplemente te guiaste por prejuicios, asique decidí que ya era hora de arriesgarme. No iba a dejar pasar esta oportunidad por falta de valentía.
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Al llegar Paula me acompañó a casa, quería ver a mi hermano. Su relación no me pareció muy bien al principio, pero la verdad es que ahora mismo es de mis cosas favoritas. Ver a Guille tan feliz no podía gustarme más, parecía otro chico. Y Paula estaba también muy contenta, y pasaba mucho más tiempo en casa, lo que me hacía que me gustara aún más.
Guille me contó que Alejandro fue a hablar con él para pedirle perdón, pero que ni le dejo pasar ni le escuchó, lo que me tranquilizó bastante, ya que estoy muy segura de que eso hubiera acabado de muy malas maneras. Lo último que me apetecía era saber más de él la verdad. Con mucha suerte la última vez que le tendría que ver sería en la graduación, dentro de dos semanas.
Guille tardo hasta más que mi amiga en creerse lo de Niall. Siempre le dije que acabaríamos juntos, pero nunca pensó que lo decía de verdad, aunque aún no era cierto, ni creo que lo vaya a ser, pero hay que darle algo de emoción a las cosas, ¿no?
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-Luego te llamo, estoy cenando con los jefes :I - Niall. 21:33
-Mmmm, suena a cena de millonarios hipócritas ;) - Carla, 21:34
-Mientras no me incluyas entre ellos, es exactamente eso - Niall. 21:36
Hablar con Niall por teléfono era de las cosas más extrañas que pensaba que podía llegar a pasarme. No sabía que me podía sentir así de cómoda hablando con alguien por teléfono. Algunas noches me llamaba y me contaba lo que había hecho ese día, o sobre sus próximos conciertos. Yo le hablaba de mis preparativos para la graduación, para la que quedaban tan solo tres días. Algo que ninguno volvió a mencionar fue el beso. Parecía tema tabú entre nosotros. Siempre que salía algo relacionado con el amor en nuestras conversaciones él se encargaba de cambiar rápidamente de tema. Supongo que al fin y al cabo todo fue cosa de un impulso, y que no volvería a pasar, pero me sentía tan feliz que ni podía pensar en eso.
Creo que ya ni sabía lo que significaba odiar a Niall.