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Había estado durante toda la canción mirándome a mí. El concierto había acabado, pero las mariposas seguían en mi estómago. Había sido precioso todo. Paula y yo estábamos en la puerta, pero ella se iba a ir al piso. Yo quería ir con ella, pero ella insistió en que me quedará esperando a Niall. Me despedí de ella y me quedé en la puerta. Había muchísima gente y yo no sabía que hacer, hasta que la guardia de seguridad con la que estuvimos hablando antes de entrar me llamó a gritos. 

- ¿Eres Carla?- Preguntó ella casi gritando para que la escuchara.

- Si, ¿Qué pasa?- Mi tono de confusión sacó a la guardia una sonrisa.

- Niall quiere que entres.

Creo que me voy a desmayar ahí mismo. Niall quería verme a mí.

- ¿Enserio?- Intenté ocultarlo pero creo que mi emoción se me notaba desde bien lejos.

- Si, acompáñame.

Seguí a la guardia hasta una sala que había en el estadio. No sabía ni como estaba respirando, más que emocionada estaba nerviosa. Llegamos a la puerta y la chica se despidió de mí. Me dijo que él estaba dentro, pero yo supuse que estaba con más gente. Estaba solo. Entré.

- Hola.- Me sentía tan pequeña que hablé muy bajo, no sé ni como logró escucharme.

-¡Carla! Hola, ¿Qué tal estás? Siento haberte llamado quería saber como estabas después del otro día, ya que te he visto y eso.- Niall hablaba tan rápido que pude notar que él también estaba un poco nervioso.

- Pues si estoy bien- Me sentía feliz y nerviosa por la situación, y creo que se pudo notar en mi sonrisa claramente.- Bueno el chico con el que estaba si era mi novio.- Quería que la conversación no fuera muy tensa, entonces decidí contestarle a lo que dijo de mí en el concierto. Su cara pasó a ser de decepción en el momento en el que dije eso.- Pero con él las cosas acabaron muy mal.- Su cara volvió a ser de emoción.

- Bueno lo siento mucho, la verdad estaba preocupado, además...

- ¿Por qué no me llamaste?- Le interrumpí. Tenía esa duda en la cabeza, necesitaba decirlo.

- Eso te iba a decir. Pensaba que te había caído mal, o que te había molestado, ya que cuándo llamé al teléfono que me diste me atendieron de una pastelería. La verdad no me esperaba que vinieras.

Su cara de circunstancia lo decía todo, pero yo estaba muy avergonzada. Le había dado mal mi número. Bien Carla, bien. 

- ¿Una pastelería?

- Si bueno pensé que no querrías darme tu número y que, no se, me diste otro.- Él también estaba avergonzado, pasándose la mano por la nuca.

- No puede ser.- Eliminé la tensión que había riéndome, lo que le pareció gracioso a Niall también, ya que también se empezó a reír.- Creo que estaba tan nerviosa que te di mal mi número.

- Bueno, siempre puedes volver a dármelo.- Me guiñó el ojo mientras lo decía entre risas. 

- Claro ahora te lo doy bien.- Una pequeña sonrisa apareció en mi cara.

- Aunque si querías hablar conmigo, ¿Porqué no me llamaste tú, creo que también te di mi número.- Volvió a ponerse un poco serio porque había empezado a entrar gente a la sala, parecía el equipo de organización del concierto, trabajadores de seguridad, organizadores...

- Bueno no sabía si querías que te llamara, además me daba algo de vergüenza, ya sabes.

- Si bueno, no pasa nada. Como no supe nada de ti pensaba que ibas a vender mi numero por internet o algo así.- Volvió a reírse, lo que provocó otra pequeña risa en mí.

- Si hubiera hecho eso estaría ahora mismo en un viaje por el mundo, no te puedes hacer a la idea de cuánto me hubieran pagado.- Dije con un tono de broma. La conversación iba mucho más fluida y ambos no parábamos de sonreír. Estaba, sorprendentemente, cómoda.

- Bueno , me alegra mucho que no lo hayas hecho y estés aquí.- Lo dije de una manera tan sutil que las mariposas que tenía en el estómago se revolucionaron. Creo que lo notó.- Bueno, me refiero a que me alegra que vinieras, no esperaba volver a verte la verdad.

- Bueno en realidad vine porqué mi amiga me compró las entradas.

- La tendré que dar las gracias a tu amiga entonces.

Hubo un momento de silencio que en cualquier situación, con cualquier persona, hubiera sido incómodo. Pero ahora, con él, no era nada incómodo. Estábamos los dos callados mientras la gente hablaba a nuestro alrededor, y solo nos mirábamos sonriendo. Como si estuviéramos en una burbuja. Me sentía increíblemente feliz.

- Creo que me tendría que ir.- Dije empezando a andar hacia atrás, pero sin dejar de mirarle.

- No sin darme tu número primero.- Dijo sonriendo aún más. 

Le apunté, esta vez bien, mi número en el teléfono.

- Adiós Niall.

-Adiós Carla.- Mi nombre otra vez en su voz. No quería oír otra cosa por el resto de mi vida.

Empecé a andar hacia la salida, pero antes de llegar a salir alguien me agarró del hombro. Sin darme la vuelta supe que era él. Le miré, no se lo que esperaba pero desde luego no eso. Me besó. Fue un beso muy corto, pero que hizo que cada pelo de mi cuerpo se erizara, y que hasta casi se me salieran las lágrimas. Había besado a Alejandro muchísimas veces, y creo que ni todas juntas podrían parecerse a lo que sentí ahí. Sus manos se quedaron sosteniendo mis mejillas y si por mi fuera, no me hubiera movido nunca de ahí. Niall habló.

- No se si el número que me has dado es el tuyo, y no estoy seguro de que me vayas a llamar. Tenía que hacerlo.- Lo dijo con un tono que parecía de broma, pero a la vez realmente serio. Claro que me había asegurado de darle bien mi número.

La sonrisa no se quitaba de su cara ni de la mía. No dije nada más, le dediqué la última mirada y salí de allí. Pareciera que estuviera flotando en mi propia nube. Tardé mucho en llegar al piso, pero creo que necesitaba tiempo para recapacitar sobre lo que había pasado. 

Ahora no odiaba nada de nada a Niall.

OS LO DIJE. ~nhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora