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NIALL

No sé en que momento... bueno sí lo se, cuando le dijo a su noviecito ese que quería escuchar Black and White. Me sentí completamente perdido en ella. Mis managers se enteraron de que le di mi número a una chica que no conocía y me cayó una buena regañina. Pero te juro que si hubiera hecho falta me hubiera cambiado de número. Por no perder la oportunidad hubiera hecho todo lo posible. 

Cuando la vi me encantó, pero cuando hablé con ella (y eso que estaba medio borracho) me pareció preciosa. Preciosa era la palabra con la que quería describir su cara aquel día. 

-Oye no te escapes- No quería que se fuera. Nunca. - Se que eres tú, no se me olvida una cara tan fácilmente, y menos una como la tuya.- Tan preciosa como la tuya, lo quería decir, lo quería hasta gritar.

-No se como tomarme eso- Se lo podía tomar de la mejor manera que se la ocurriera, te lo aseguro. Hasta la manera en la que dijo eso me encantó.

-Olvídalo, creo que he bebido un poco, ya sabes, para calmar los nervios después del concierto.- Tenía que relajarme un poco.

Volver a verla en aquel concierto de Londres fue como quitarte una escayola después de mucho tiempo. Liberación. Después de darme cuenta de que no me dio su número me sentí como una mierda. No estaba acostumbrado a que me rechazaran la verdad, pero de ella me dolió mucho más que si lo hubiera hecho cualquiera. Hice todo lo que pude para hablar con ella si con suerte no se había ido aún de allí. Hablé con ella y cada vez que la miraba me sentía más enganchado. La tuve que besar, no podía dejarla ir de nuevo. No estaba muy seguro, quise pedírselo, pero veía que se iba y no podía permitírmelo a mi mismo. Creo que ese fue el momento en el que mi corazón decidió por mi y dijo: Aquí me quedo.

Dos días. Había hablado con ella dos días y ya estaba así. No se lo que me pasará cuando la vuelva a ver, pero te aseguro que no tenía miedo a saberlo.

Hablar con ella por teléfono se había vuelto casi necesario. Llevábamos a penas dos semanas conociéndonos y me daba la sensación de que podría estar haciéndolo el resto de mi vida. No quise hablar con ella del beso porque pensaba que no se sentiría cómoda, además no tenía nada claro sus sentimientos hacia mí. Había pasado muy poco tiempo y no la conocía lo suficiente como para leer entre sus líneas, o no le interesaba de la manera que ella a mí.

Me contó todo sobre su relación con Alejandro. Por que no le tengo delante, que si no no tendría dientes. 

También me habló de su graduación. Era muy importante ara ella y me encantaría estar allí y ,la verdad, me gustaría estar siempre, fueran o no importantes los momentos.

Carla, Carla, Carla.


OS LO DIJE. ~nhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora