La madre de Alejandro se levantó de la silla gritándole : "No me digas que lo estás haciendo Alejandro, no me digas que lo estas estropeando todo así. Ya estaba todo bien. No me digas que has vuelto con...". Su madre dejó de hablar a punto de acabar la frase. Todos los ojos se desviaron a mí. ¿Vuelto con qué o con quién Alejandro?
Subí las escaleras detrás de él lo más rápido que pude. Entró en la que antes me dijo que era su habitación y cerró la puerta con pestillo. Empecé a hablarle a través de la puerta.
- Alejandro abre la puerta, no pasa nada.
- Carla vete, enserio déjame solo.
- No te atreverás a dejarme aquí después de lo que ha pasado abajo. Alejandro enserio abre la puerta. Ten huevos.
- Carla no me hables así.
- Se te ocurre decir eso después de ocultarme tus secretitos, me tienes que estar vacilando. Creo que ya aguanto suficiente como para que creas que esto se me va a pasar por las buenas.- Grité lo suficientemente alto como para que me escuchara él, pero no su familia. En mi cabeza solo me repetía que no podía llorar ahora, no era de esas que lloran por nada.
Alejandro abrió la puerta despacio, como si quisiera tranquilizarse. En cuanto vi un hueco entre la puerta y el marcó aproveché y entré. Me encontré con un Alejandro estresado y algo enfadado.
- Ya no puedo más Alejandro, ¿Qué te pasa?.
- Carla no me pasa nada, nada que te incumba, y no lo digo en ningún mal sentido enserio. Solo no quiero que sepas de eso, ya que no es nada malo. No estoy haciendo ninguna tontería, fíate de mí.
- Estoy muy preocupada y lo sabes, encima ahora me entero de que tu madre no tenía ni idea de que te vas, cuando tú me dijiste que sabía todo y que no querías que se preocupara.
- Carla sólo tengo esto que ofrecerte. O te quedas sabiendo esto o te vas. No puedo hacer nada más.
No me podía sentir peor. Me estaba haciendo elegir entre estar así con él o no estar con él. Me quería ir, muy muy lejos, lo más lejos que se pudiera. Pero no podía ¿Cómo iba a estar sin él? No podía, ni quería. Se que no está bien lo que voy ha hacer, pero no considero una alternativa. No ahora.
Lo único que hice fue abrazarlo. No me podía ir sabiendo que él estaba mal. Le quería demasiado para pensar en que le podía hacer daño si me iba. Puede que me hiciera daño a mí, pero me parecía necesario quedarme. Mi orgullo estaba por los suelos, al igual que Alejandro y yo que estábamos los dos tirados en el suelo, abrazados y llorando. Nunca había visto esta parte de Alejandro. Sé perfectamente que eso que está haciendo mientras desaparece le duele, le duele mucho. Pero creo, o quiero creer, que simplemente no está listo para contármelo. No sé cuanto más puedo aguantar, no sé si podrá ser para siempre.
Alejandro bajó para hablar con su familia y me pidió que me quedará allí esperándole, asique espere pacientemente a que volviera. Podía ver en su cara que a su familia no le hizo gracia la situación. Cuando volvió a subir nos fuimos a dormir.
*****
Me levanté de la cama de un susto, ya que acababa de soñar que nos quedábamos sin ir al concierto de Niall. Creo que me dolió más que aquel día que soñé que Alejandro se iba a vivir fuera del país y lo dejábamos. Supongo que será cosa de los sueños, dejémoslo ahí.
Entré al baño a desmaquillarme ya que ayer me acosté sin desmaquillarme y Alejandro se encargó de estropear bien mi pintalabios después de la "disculpa". No sé porque sigo haciendo estas cosas. No me arrepentía de seguir con él, pero tampoco me emocionaba, y hacía tiempo que no sentía esas mariposas en el estómago. Seguro que es porque llevamos mucho tiempo de relación y, al fin y al cabo, no todo es como el primer día. Seguro que es eso.
Al llegar de vuelta a la habitación me di cuenta de que Alejandro ya no estaba, pero le escuché escaleras abajó preparando el desayuno con su padre. Me di cuenta de que había dejado un sobre en la cómoda con una frase escrita. "Ya queda menos". Eran las entradas del concierto. Mi corazón empezó a latir demasiado fuerte solo de ver la cara de Niall en el papelito. Imagínate como voy a estar mañana cuando le vea en persona. Mañana. Empecé a llorar sin ningún motivo, estaba emocionada sin más, y mira que yo no lloro por cualquier cosa. Cada día odio más a Niall.