Tercera semana de instituto.
Oh... el Instituto.
Mi cita de todos los días, bueno, salvo los fines de semana.
Mi instituto y yo tenemos una relación... un tanto tóxica.
Me obliga a desvelarme, a madrugar y en ocasiones especiales me quita el sueño.
Podría decir que los profesores son especies de familiares a los que hay que caer bien para tener una buena relación con la escuela y las tareas son pruebas de amor que debemos superar.
Ufff... como te odio escuela.
Pero lo único que hace que me lleve bien con la escuela es él...
Mi príncipe de cuentos azules.
Elián...
Mi vecino... Bueno, no es un vecino que viva en la misma calle pero tampoco vive muy lejos, sino que vive en la misma manzana solo que en la parte opuesta. Mi patio trasero da al patio trasero de su casa.
Subida al gran árbol de mi patio, pasé mucho tiempo de mi infancia mirándolo camuflada tras las ramas y las hojas frondosas.
Pero desde que me compraron mi cámara de fotos, le he hecho algunas sesiones de fotos a escondidas.
Mis preferidas son las que tomé en el verano.
Elián había salido a hacer ejercicio y jugar a la pelota en su patio y aproveché la oportunidad para salir de mi habitación por la ventana y trepar a la rama del árbol más cercana, mi preferida para espiar a Elián.
Con la correa de la cámara en el cuello, me sujeté de la rama y me senté ocultándome de su vista, pero en un ángulo perfecto como para tomarle unas fotos.
Sujeté la cámara en mis manos y acerqué el lente a mi cara para poder ver la obra de arte que tenía a unos metros.
Hacía calor, unos 30 grados a la sombra. Y Elián estaba en el sol, por lo cual su camiseta blanca empezó a mojarse con el sudor de su musculoso cuerpo moreno.
Podría ver como sus marcados pero no exagerados pectorales se marcaban por el sudor que empapaba la fina tela de su camiseta.
Ufff.... esa escena me hacía subir a temperatura.
Aproveché para tomar un par de fotografías cuando se detuvo a tomar agua, haciendo zoom en algunas zonas como su rostro, bajando por su pecho hasta su trabajado abdomen y seguí bajando lentamente hasta la v de su pelvis... No pude seguir tomando fotografías... no porque mi vecino no sea una obra digna de retratar, sino porque mi cámara se quedó si pila en ese mismo momento.
Con resignación suspiré y me quedé en silencio en mi lugar, comiéndomelo con la mirada y deseando ser una de esas perladas gotas de sudor que se deslizaban por su cuello...
Si tan solo supiera que existo...
No es que Elián no sepa que existo, de hecho fuimos compañeros de kinder, escuela y ahora instituto, pero para él, no soy más que la chica del periódico que acompaña al equipo escolar en los torneos de fútbol y la cual lo ha ayudado en la clase de arte a tomar un par de fotografías.
No me malinterpreten... no estoy enamorada... solo soy una persona la cual disfruta de las obras de arte bien hechas...
Oh bueno... ¿A quién quiero engañar?
Me vuelve loca Elián Rosenk.
El plan de este año es lograr que se enamore de mí...
Cueste lo que cueste.
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Malas Intenciones
RomanceCuando tu mejor amiga de toda la vida traiciona tu confianza y compite contra tí por el amor de tu crush, tienes solo dos opciones. Una es dejar todo pasar, y la otra es acosar al nuevo chico misterioso de tu instituto con fama de fuckboy y crear un...