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Hoy os traigo un nuevo capítulo de vuestra historia favorita, *abre la tienda de cloro a mitad de precio* *Abre una nueva sucursal de bates de beisbol*

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No pasó mucho tiempo para que la boda se llevara a cabo, era el último año de carrera de los gemelos cuando la pareja decidió dejar de esperar y casarse. Egoístamente, TaeHyung invitó con una sonrisa a su hermano, sin darle mayor importancia a sus ojos perdidos, a que en los últimos meses hubiera adelgazado y pareciera ser más pequeño que antes. Sin darle importancia a que apenas se vieran o hablaran, o que su lazo familiar se hubiera desintegrado hasta ser polvo.

JiMin debía estar allí ese día para felicitarlo en su nueva vida de casado.

De la misma manera, SeokJin y HoSeok estuvieron invitados al evento por la cercanía y relación con el alfa, pudiendo ver de primera mano el infierno constante que su pequeño amigo estaba sufriendo.

Ya no era solo la situación, era la llegada de la familia de los gemelos. La llegada de ese pasado doloroso y de las palabras crueles y desalmadas de su madre al ver que JiMin prefería estar sentado en una esquina que felicitando a los recién casados.

¿Por qué no puedes apoyar a tu hermano? ¿No puedes aprender de él? El ya ha conseguido un alfa y está formando su familia, ¿por qué no puedes ser como él y hacer algo bueno en tu vida? ¿O es que acaso eres incapaz de encontrar un alfa que aguante tus rarezas? JiMin como no cambies tu actitud seguirás soltero y no te querrán ni los gusanos cuando te mueras.

Tae, Tae, Tae. JiMin estaba harto, harto de su gemelo y harto de su "familia". Ninguno de los invitados se atrevió a decir nada, ni a defender al omega de las palabras venenosas de la mujer que le había dado la vida. Ni siquiera la principal estrella de la velada, demasiado ocupado atendiendo a su marido.

Jin y HoSeok estuvieron también presentes cuando ocurrió y sintieron su interior arder con furia. ¿Quién se creía que era para tratar a su amigo así? ¿Por qué demonios TaeHyung no hacía nada para detener el ataque a su gemelo?

Ambos sabían que estaba ocurriendo algo extraño, y no dudaron en acercarse al menor cuando su madre se alejó para buscar una bebida que le devolviera la saliva que había gastado en su hijo inúti.

Los dos lo alejaron del salón principal hacia un pasillo más solitario y tranquilo, asustados de que el rostro del menor no mostrara ninguna emoción. Tenían que sacar a JiMin de aquí.

-JiMin... -Comenzó Jin. -Dios JiMin.

-Estoy bien, esto no es nada. -La voz seca y vacía de sentimiento terminó de convencer a los amigos de que si seguían así, su amigo iba a desvanecerse, debían ayudarlo a cualquier coste.

-No está bien JiMinnie. -Discutió Hobi. -Lo que tu madre te ha dicho no debes permitirlo. Ella...

-Ella no es mi madre. -Respondió mirándolos con sus ojos azules opacos, como si ya estuviera muy lejos de aquí. -Nunca lo ha sido realmente... no para mí.

Los tres se quedaron en silencio, los omegas mayores sintiendo el frío en su propio cuerpo, ¿cómo esas personas podían rechazar a un omega tan dulce como JiMin?

-Mi única familia fue y será siempre mi abuelo. -Dictaminó el menor frotándose el pecho. Sabía que el hombre estaría tan decepcionado de todos que estaría ardiendo en rabia allí donde estuviera descansando.

Los omegas finalmente terminaron sujetando a JiMin contra ellos y pidiéndole que se fuera, que se alejara de todos aquellos que le hacían infeliz, que hiciera su vida, que fuera feliz allí donde le llevara su corazón. Que se diera la oportunidad de ser feliz a su manera.

Y esa misma noche, en mitad de la boda, HoSeok y JiMin abandonaron la boda en su máximo apogeo y fueron a casa de los gemelos para hacer las maletas. El omega menor se había graduado con honores y no le sería complicado encontrar un trabajo fuera donde fuese.

Y eso hizo.

JiMin se marchó sin mirar atrás, dejando en ese apartamento frío los recuerdos de su pasado y solo se llevó con él una pequeña mochila, el dinero que había ganado trabajando a tiempo parcial en una librería y un abrazo de HoSeok, el cual se despidió con lágrimas en los ojos y le suplicó que les llamara de vez en cuando.

JiMin lo prometió, puesto que SeokJin y HoSeok habían sido los únicos que habían estado a su lado cuando se hizo pedazos, sin importar la frialdad con la que los había tratado. Se lo debía al menos.

Esa misma noche, el omega abandonó Seúl sin un destino en mente, dispuesto a empezar una nueva vida en otro lugar. En un lugar que no le hiciera daño.

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Prometo que queda poco para que acabe el drama...

Estamos a la mitad del libro... ahora todo irá mejor, sí.

Forget me not² 🌷 YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora